¿Qué proponen con “Búho”?
Diego Lorca: Un viaje por el interior de la mente de un antropólogo para recomponer el puzzle de su memoria afectada por una amnesia. Es un thriller personal que fuerza a su protagonista, Pablo, a recuperar sus recuerdos y, por lo tanto, su identidad.
¿En qué se basó el profundo periodo de investigación que ustedes suelen realizar antes de subir a escena sus creaciones?
Pako Merino: Como en todas nuestras creaciones, buscamos temáticas o ideas que nos generen un punto de curiosidad y obsesión lo suficientemente potentes como para pasarnos varios meses inmersos en una gran búsqueda. En este caso, partimos de dos pilares fundamentales, uno la memoria, como base fundamental de la identidad –mirar el documental “Clive Wearing: el hombre de los 7 segundos de memoria”– y, dos, el subsuelo –libro “Bajotierra” de Robert Macfarlane–.
¿Contactaron con profesionales de ambas temáticas para profundizar?
Pako: En relación con la memoria estuvimos acompañando durante meses al equipo de neuropsicólogos, pacientes y familiares del Instituto Guttmann de Barcelona y Badalona. En cuanto al subsuelo, hemos transitado las entrañas de Madrid y Barcelona –en algunos casos de forma ilegal– con exploradores urbanos que se adentran en el oscuro espacio del subterráneo urbano. En otros casos, hemos acompañado a la Unidad de Subsuelo de los Mossos d´Esquadra de Barcelona, al conservador de las pinturas rupestres de las Cuevas de Puente Viesgo –en Cantabria–, hemos pasado 24 horas en una cueva del Cantábrico, etc.
¿Cómo es el protagonista de la pieza, cuáles son sus conflictos?
Diego: El protagonista de la historia es la mente, aunque Pablo en este caso sea el espejo donde la vemos reflejada.
Pako: Pablo es un antropólogo forense especializado en restos paleolíticos que sufre un accidente trabajando. Padece una amnesia severa que le imposibilita conectar con sus recuerdos más banales pero, gracias a su trabajo, es capaz de conectar con la memoria colectiva del ser humano a través del análisis de rastros humanos del paleolítico. Pablo realiza un viaje apasionante y revelador a través de la oscuridad física de la cueva y la amnesia.
Un gran momentazo de la pieza:
Diego: Uno de los momentos más potentes de “Búho” es cuando todo el humor y ternura del que nos ha ido impregnando el personaje de Pablo en sus momentos cotidianos cambia hacia un territorio más emocional, más interior, mostrando la belleza y la conexión con la memoria ancestral. Ahí nos sentimos sacudidos en nuestro interior como espectadores, abandonamos la lógica y somos transportados a los sentimientos puros.
En suma de todo, ¿por qué motivos recomiendan “Búho” a los amantes del buen teatro?
Diego: Porque Titzina es una compañía teatral única con una forma de hacer teatro personal. Tanto el trabajo actoral como la puesta en escena consiguen emocionarnos, mantenernos anclados durante una hora y media. Nuestro objetivo es siempre realizar una obra que transforme al espectador, poco importa el yo en el teatro para nosotros.
Pako: Tras 23 años de trayectoria, “Búho” es la sexta creación de Titzina. El público va a poder disfrutar de una evolución en nuestra narrativa habitual a través de una gran dosis de poética visual y sonora. “Búho” es una explosión sensorial a través de la mente humana donde se revela lo invisible, lo que está más allá de la palabra. El espectador va a realizar un viaje al interior de la mente de Pablo pero, por sinergia, también visitará recuerdos individuales y colectivos desde los inicios de nuestra especie.