Entrevista a Emilio Ruiz Barrachina por La comedia sin título

16 de agosto de 1936. Lorca es detenido y asesinado. Por rojo y por homosexual. Y por muchas más razones. Dejó inacabada “La comedia sin título”. Un grupo de actores ensaya en casa de los Rosales una versión de “El sueño de una noche de verano” de Shakespeare. Hasta aquí lo escrito por él y a partir de aquí es donde entra Emilio Ruiz Barrachina, poeta, escritor, novelista, director de cine y también de teatro, para contarnos los últimos días del granadino al que hicieron inmortal. Lo hace con un elenco brutal y mezclando la imaginación de Lorca, las últimas horas en casa de los Rosales, “La comedia sin título” y los personajes reales que lo detuvieron y los que lo mataron entre Alfacar y Víznar.  Por R. P. 
“La comedia sin título” se estrenó en Oviedo el pasado mes de julio. ¿Qué tal estas primeras funciones? 

La acogida de crítica y público en el Teatro Campoamor fueron magníficas. El teatro estuvo completo en las dos funciones. Terminaron ambas representaciones con el público en pie y más de siete minutos de aplauso. La prensa destacó la conmoción del público cuando vio en el escenario las nuevas aportaciones sobre la muerte de Federico García Lorca. 


Esos aplausos y ovaciones, aparte de un trabajo impecable, ¿demuestran que Lorca está más vivo que nunca?  

A pesar de que la obra narra la muerte del poeta, sin duda su obra está más presente que nunca. Lorca, nos guste o no, se muestra en esta representación como un ejemplo incuestionable de la barbarie que fue la guerra civil española y cómo se aprovechó el golpe de estado para ajustar cuentas pendientes, incluso entre familiares.


 ¿Qué relación une a Emilio Ruiz Barrachina con Lorca? ¿De dónde viene el vínculo, cuál es su primer recuerdo de Lorca?

Hice un largometraje documental en 2006 donde aparecen los máximos estudiosos de la vida y muerte de Lorca. Después ha dirigido dos adaptaciones al cine de su obra, “Yerma” (2016) y “Bernarda” (2018). Es un profundo conocedor de la obra de Lorca y de los últimos instantes de su vida. 


A priori, antes de nada, ¿qué deberíamos saber de “La comedia sin título”?

Es una de las obras inconclusas de Lorca y también de lo que se han denominado “obras irrepresentables”, junto a “El público” y “Así pasen cinco años”. Se han realizado varias adaptaciones y versiones de la obra. En esta ocasión el director utiliza el texto lorquiano para arrancar el primer acto de la representación, pero, a partir de entonces, se despega del mismo y narra la detención, pasión y muerte de Federico García Lorca. 


¿A qué Lorca nos encontramos en esta pieza?  ¿Cómo es?

Es un Lorca magistralmente interpretado por Alberto Iglesias. Un Lorca aterrado por la idea de la muerte que se enfrenta a sus propios miedos y a la idea de que las envidias y el odio puedan terminar con su vida y con todos sus proyectos de futuro. 


Y ahora sí, háblenos de su propuesta, cómo la definiría y a qué nos enfrenta, en qué llagas mete el dedo… 

Es una propuesta novedosa y valiente, tanto en lo formal como en el contenido. Muy sobria en la presentación y a la vez atrevida. Tal vez lo más impresionante sea ver a Lorca en la figura de Alberto Iglesias desde el primer minuto de la obra. Nos enfrenta al problema del odio y de la capacidad humana para el horror. Y nos presenta una muerte de Lorca con episodios desconocidos hasta ahora, como son las causas de su muerte: las disputas familiares que se suman a las causas políticas y la homofobia. 


¿Cómo se materializa todo eso sobre el escenario? 

La obra arranca con Lorca y los hermanos Rosales ensayando “El Sueño de una Noche de Verano” justo el día de la detención del poeta en Granada. Está escondido en casa de Luis Rosales. Cuando termina la parte escrita por Lorca en “Comedia sin Título”, un grupo de hombres, encabezados por Juan Luis Trescastro, abogado de los primos de Lorca, y Ramón Ruiz Alonso, que pretende ajustar cuentas con los Rosales, se llevan detenido al poeta. A partir de ahí se narra sobre el escenario todo lo que sucede, según las últimas y documentadas investigaciones, hasta el momento del asesinato. 


Sobre las tablas, Alberto Iglesias, Alberto Closas, Valentín Paredes, Alfonso Torregrosa, Bárbara Caffarel, Juan Pedro Schwartz, Enrique Simón, Ángel Héctor Sánchez, Dani Neck, Rebecca Arrosse y Miguelo García. ¡Ahí es nada! 

Un elenco de auténtico lujo. Todos y cada uno dan lo mejor de sí mismo hasta lograr una perfecta armonía y crear una atmósfera de recogimiento que provoca un silencio sobrecogedor en el público. Así ha sucedido en las representaciones hechas hasta el momento. 


Aparte de periodista, poeta, escritor, director de cine y ahora también de teatro. ¿Cómo está siendo este viaje??

Ya había dirigido teatro, hace tiempo. Son lenguajes y tratamientos del espacio absolutamente diferentes, pero debo reconocer que este montaje tiene algo de cinematográfico, en el sentido de que toda la escenografía es una silla y lo demás son luz y proyecciones. Realmente he pretendido que el espectador se centre lo máximo posible en los actores y en la palabra de Lorca. Es una propuesta muy actual, pero que a la vez guarda mucha esencia del teatro clásico, de la tragedia inevitable.


 ¿Cómo se llevan su yo dramaturgo/escritor y su yo director?

Se llevan bien. Escribo siempre pensando en la imagen y la palabra en boca del actor. Cuando no puedes separar al director del escritor hay que ser práctico y escribir siempre a favor de obra.


¿Qué recorrido le espera a “La comedia sin título”?  

Ahora está en manos de la distribuidora, Maribel Meson (La Libélula). De momento ha generado mucho interés para la temporada 24/25 y está empezando a tener contrataciones. Considero que también será importante la presencia en festivales. No obstante, sabemos que no es una obra fácil de comercializar porque hoy en día se considera poco rentable una obra con doce actores en escena. Estanos perdiendo la esencia del teatro en favor del mercado. Esto no debería pasar. 


¿En qué más anda Emilio Ruiz Barrachina?    

En este momento estoy escribiendo un monólogo sobre la primera novia de Franco inspirada en mi libro “Le ordeno a usted que me quiera”. Espero que pueda subir al escenario el año próximo. 

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