Lucas Vidal, Boris Izaguirre, Emilio Sagi, Ainhoa Arteta, Nancy Fabiola Herrera… ¿Os habéis parado a pensar en la cantidad casi indecente de talento que se ha reunido en torno a este proyecto?
(Risas). Es estupendo que lo digáis. Nosotros no somos tontos, pero nunca pensamos en ver la suma de talentos, sino en hacer una cosa que fuera estupenda, eso es lo que más nos preocupó desde el primer momento, desde que Daniel Bianco nos planteó a todos hacer este proyecto.
¿Cómo se vive el inminente estreno absoluto de una zarzuela contemporánea en el mismísimo templo del género?
Es una responsabilidad gorda para todos, para los cuatro y para el propio teatro y para la dirección del teatro. Yo creo que es una cosa estupenda, creo que la zarzuela es un género que tiene futuro, lo que pasa es que hubo una época mala en la cual los compositores no querían hacer zarzuela porque veían que no se hacía bien, que no se cuidaba, pero yo creo que ahora estamos en otro momento. El Teatro de la Zarzuela está en un momento estupendo y es fenomenal que haya zarzuelas nuevas y que se compongan y que además gusten al público y que el público se divierta y que también las arias, los concertantes y la música se hagan populares, que yo creo que puede pasar. Eso es maravilloso. Ese renacimiento y esas nuevas zarzuelas que están saliendo es una cosa muy buena para la cultura española y sobre todo para el género lírico español.
¿Tener a un compositor joven al frente de una zarzuela contemporánea puede llevar a nuevos públicos a este teatro?
Sí, sí, yo creo que desde luego, eso está claro. Pero el Teatro yo creo que está haciendo una gran labor con el público joven. Yo creo que como todos los teatros líricos, no solo la zarzuela, sino también los teatros de ópera se preocupan muchísimo de meter dentro del teatro a gente joven, a gente nueva porque la clientela se está haciendo mayor y hay que traer gente joven y gente que remplace a toda esa gente que ya se va haciendo mayor y no va a ir al teatro y creo que estos estrenos son importantes por eso, que la gente vea también que hoy en día se están haciendo zarzuelas y con temas que pueden resultarles muy cercanos. Yo ya sé que “La revoltosa” o “Luisa Fernanda” pueden ser contemporáneos, pero yo creo que en el momento en que una persona joven vea un tema que puede ser de hoy en día puede ser muy interesante y muy favorecedor a que los públicos nuevos entren en el teatro.
¿Qué nos contaría de “Trato de favor” para ir abriendo boca?
No quiero hacer spoiler, no quiero contar el argumento (risas), si os hace un pequeño resumen Boris… Yo creo que es una zarzuela muy divertida, el texto es muy divertido, muy, muy divertido, y tiene una modernidad y una ironía muy grandes. A mí me parece interesantísimo, no solo el libreto, que el libreto me parece una genialidad, sino también la música, muy en la estructura de la zarzuela, se mezclan temas muy populares que verdaderamente el público puede tararear con cosas y ritmos muy modernos. A mí eso me parece que está muy bien, que es un método muy de la zarzuela, de la última zarzuela. Por ejemplo, toda la zarzuela del maestro Alonso, del maestro Sorozábal, que mezclaban ya charlestones, foxtrot con pasodobles, con chotis… A mí eso me parece muy interesante que Lucas Vidal mezcla esos temas digamos de toda la vida con cosas absolutamente prestadas del acervo contemporáneo, de la música contemporánea. A mí eso me parece muy interesante. Me pareció muy interesante desde el primer momento y día por día, llevo mucho tiempo estudiándolo todo, veo que entra dentro de una estructura muy zarzuelera, que es un adjetivo que no me gusta demasiado.
Emilio Sagi conoce y ha dirigido decenas de títulos emblemáticos de zarzuela. ¿Cuántas posibilidades de éxito le ve a este? ¿Hay buenos mimbres?
Eso nunca se sabe, en el teatro siempre hay que tocar madera. Yo creo que la gente que venga se lo va a pasar muy bien. Es muy agradable ver un género que parecía que ya no podía salir nada nuevo y que si, que sale y que sí, que puede ser popular, que puede haber canciones, arias o romanzas o concertantes o dúos, que pueden resultar muy tarareables luego. Y eso me parece que podemos tener una no seguridad, porque en el teatro nunca se tiene seguridad con nada, ni el día anterior al estreno, pero sí que pensamos que puede ser una cosa muy interesante que guste y que tenga éxito. Pero nunca hay que tener muchas expectativas porque las expectativas siempre son malas. Lo que tenemos que hacer es trabajarlo todos y trabajarlo con mucha energía y mucho amor al género y a lo que estamos haciendo, que creo que todo el mundo y todo el elenco, que es un elenco maravilloso, absolutamente de la primera a la última, porque solamente hay un hombre. Eso es lo que tenemos que hacer, trabajarlo y tener la energía y el amor de hacerlo muy bien para que el público se divierta y se emocione.
¿Cómo es su puesta en escena?
Ay, eso ya no te lo sé decir. Yo nunca analizo mis propios espectáculos ni me analizo a mí mismo. Yo lo que sí te digo es que estoy muy contento de lo que tengo en la cabeza y de lo que tengo pensado. Cuando trabajamos, Daniel Bianco y yo trabajamos mucho juntos, la verdad es que vemos qué puede resultar, qué puede funcionar. Yo desde luego daré todo lo que tenga que dar para que la cosa sea estupenda y no sé hasta qué punto me pueda confundir o no…
No puedo evitar tener a un póquer de ases como este y no preguntarles por proyectos próximos…
Hay muchas cosas, yo sigo trabajando, no tanto como en la época en que era más joven, porque no tengo ganas de estar todos los días con la maleta para adelante y para atrás, pero sí. Nada más acabar “Trato de favor” me tengo que ir a Japón, a Tokyo, en el New National Theater hago “Rigoletto”, luego hago “La Bohème” en Alicante y luego ya la temporada que viene, que empieza en septiembre, tengo muchas cosas. Abro la temporada en Oviedo, tengo que ir a la Ópera de Lausaana, a Chile, Palermo… Hay muchas cosas, pero todas un poco separadas para que tenga tiempo de descansar, que ya tengo una edad. Me gusta mucho mi trabajo y soy muy afortunado de poder seguir haciéndolo.