Entrevista a Esther F. Carrodeguas por Lo único que verdaderamente quise toda la vida es ser delgada

 No hay nada peor que el afán de autodestrucción de una cabeza. No puedes bailar, comer, ser querida, conseguir nada en la vida… Y todo, por estar gorda. Son las palabras de esta actriz, directora, guionista, performer y rianxeira de pura cepa que, ante todo, conocemos y admiramos por ser una de las dramaturgas más talentosas de la actualidad gracias a éxitos como “Supernormales”, “Las dos en punto” o “República sideral”. Así, armada con una sinceridad cruda, la artista sube a escena este texto de auto[NO]ficción donde aborda la relación con su cuerpo, marcada por la gordofobia que se respira en cualquier pequeña esquinita de esta nuestra apasionante sociedad de la hermosura. Por ANA VILLA
¿Cómo presenta esta nueva función, qué nos vamos a encontrar en escena?

Nos encontraremos a una Esther F. Carrodeguas desnuda ante el público contando en primera persona su experiencia vital con respecto a su propio cuerpo.


¿Qué tema lidera este texto y qué otros subtemas y sentimientos aparecen?

El tema principal es el trauma generado desde la infancia por una sociedad que no acepta los cuerpos no normativos. Concretamente, los cuerpos gordos. El espectáculo habla de aceptación, de la dificultad de construir un relato propio diferente del que nos inculcan desde fuera. Habla de amor, de culpa, de frustración. Pero es muy divertido, ¡eh!


Dice usted que “la gordofobia sigue siempre a tu lado, sobre todo porque está en ti”. ¿A qué se refiere?

A que nos han educado a todas las personas en esa mirada gordófoba. No es sólo que otras personas te vean gorda y te vean mal, es que tú misma te ves en el espejo gorda… ¡y te ves mal! Es muy difícil no mirar la vida desde la perspectiva que te han inculcado toda la vida. Pasa con todo.


¿Qué grandes mentiras afirmaba la mente de la Esther F. Carrodeguas niña y adolescente debido a la gordofobia?

Las mismas que afirma ahora. Que estar gorda no está bien, no es atractivo y hay que cambiarlo. Es una pena.


¿Cree usted que esta sociedad española ha avanzado contundentemente con la visibilidad y lucha contra la gordofobia a día de hoy?

Contundentemente no. Las personas que no tenemos cuerpos normativos hemos ido cogiendo visibilidad como hemos podido en una ola de ‘empoderamiento’ general de muchas otras minorías. Pero la lucha contra la gordofobia está llegando muy muy tarde. Y es insuficiente.


Estamos acostumbrados a contar con su firma en montajes de éxito, pero no tanto a su interpretación en el escenario. ¿Qué experiencia previa tiene en esta otra actividad y qué le ha motivado a protagonizar esta función?

 

Yo empecé a hacer teatro, en realidad, como actriz. Aunque es cierto que escribir ha sido mi refugio. La interpretación tiene un grado de exposición muy alto que, en estos últimos años, estoy decidiendo asumir. Por ejemplo he hecho una gira extensa con “Feminissimas” de la compañía De Ste Xeito. En mi compañía, ButacaZero, como llevo la producción, intento no estar en escena porque se acumula demasiado trabajo que tengo que hacer al mismo tiempo. Pero a veces, cuando tiene sentido dramatúrgico que sea yo –en tanto que autora– quien está en escena, pues decido hacerlo. Es una decisión curiosamente más de narrativa que de otra cosa.


En suma de todo, ¿por qué motivos recomienda acudir a este estreno en Madrid a los amantes del buen teatro?

Yo recomiendo que vengan a ver esta obra porque es divertida, emotiva y liberadora. Y no lo digo yo, lo dice el público que ha entrado el año pasado en Teatro del Barrio o este mismo año en Fira Tárrega.

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