Entrevista a Eusebio Poncela y Pablo Rivero por El sirviente

 El Teatro Español arranca una nueva temporada con ‘las fronteras’ como tema vertebrador. Y precisamente de la frontera que existe entre clases sociales habla esta osada obra de Robin Maugham. Una pieza protagonizada por un amo y su sirviente, cargada de suspense emocional y en la que esa lucha de clases se mezcla sibilinamente con la lucha moral y sexual. Ambigüedad, sumisión y manipulación en una relación de poder en la que el criado consigue aniquilar las barreras sociales, haciendo saltar por los aires los roles preestablecidos hasta controlar la voluntad de su amo. Álvaro del Amo firma la traducción de este texto que dirige Mireia Gabilondo y que protagonizan unos fascinantes Eusebio Poncela y Pablo Rivero. Con ellos hemos charlado. Por VANESSA RAMIRO Foto Facundo Fuentes De La Oca
 
¿Qué es “El sirviente”?

EUSEBIO: Es el encuentro entre un gandul muy elegante y muy rico y un criado que es demasiado listo para ser sirviente.

PABLO: Un clásico. Un thriller psicológico ambientado en 1940 pero que lo que cuenta perfectamente podría trasladarse a nuestros días. Nos enseña la relación entre un amo y su sirviente y cómo esta se va transformando según los acontecimientos. Es afilada y muy sexi, divertida por momentos y muy dura en su esencia.


¿A qué nos enfrenta esta pieza, en qué llagas mete el dedo?

PABLO: Nos habla de la lucha de poder entre clases, la sumisión, la manipulación como supervivencia. Todo ello plasmado desde la ambigüedad y el erotismo.

EUSEBIO: Trata de cómo dinamitar la falta de equilibrio que hay entre las clases sociales.


No sé si resulta tan pertinente como obvio que cuando uno piensa en “El sirviente” nos venga a la mente la película de Joseph Losey.

EUSEBIO: No tiene nada que ver, la película de Joseph Losey es una versión de la obra original. Nosotros hacemos la obra de Robin Maugham, con los cinco personajes originales.

PABLO: Me encanta la película, me fascinan sus interpretaciones, su atmósfera. La planificación, el juego psicológico entre los protagonistas. Pero la obra tiene más que ver con el texto teatral y la novela. Es más afilada, los conflictos están más concentrados, no se da puntada sin hilo. Siempre que hago adaptaciones de películas prefiero partir de cero a no ser que me digan lo contrario.


¿Qué tienen ustedes de Dirk Bogarde y James Fox?

EUSEBIO: Lo que hace Dirk Bogarde en un setenta por ciento tiene muchísimo que ver con Robin Maugham. Hay escenas, si no calcadas, muy próximas en la intención.

PABLO: Espero que el aire inglés. Debería poder transmitir su elegancia, su poder de mando, pero también toda su fragilidad, sus carencias y, sobre todo, su espíritu holgazán y tendencia hacia la ‘oscuridad’.


Háblennos de sus personajes, quiénes son Barret y Tony…

EUSEBIO: Es un hombre que está lleno de ira, de envidia y de ambición. Todo eso, al ser una persona muy independiente, muy egoísta y muy inteligente, quiere diluirlo. Diluir esa bolsa de bilis y dinamitar el orden en esa cosa descompuesta que son las clases sociales. Es un individualista, lo que quiere Barret es que le dejen ser él mismo. Cosa que, tal como estaban en el año 1948, que es donde pasa la acción, era impensable para un sirviente sin más, invisible. Y él no es un ser invisible.

PABLO: Tony es un seductor nato, un superviviente, un señorito que viene de una mala experiencia de años en la guerra y una relación traumática con su padre. Necesita atención constante y que le cuiden. Es principalmente un gandul, un vago. Como el resto de los personajes miente para conseguir lo que quiere. Más allá de su apariencia normal se esconde un lado oscuro, una fiera que lucha por encerrar pero que Barret termina domando y dejando en libertad.

Si les pido una frase que diga su personaje en escena…

EUSEBIO: Hay una frase recurrente: “Haré lo posible por que se sienta cómodo”. Es como un leit motiv de Barret, pero la metáfora es: haré lo posible por que se sienta incómodo.

PABLO: La última que digo en la función, pero dicha de forma independiente no dice nada espe-cial y si la contextualizo sería un gran spoiler.


¿Cómo es esa relación amo-sirviente, qué esconde en realidad?

PABLO: La relación tiene que ver con el servilismo, con la lucha de poder mediante la manipulación y cómo los roles van invirtién-dose en función de las circunstancias.

EUSEBIO: Esconde una manipulación tremebunda. ¿Hacia dónde va? ¿Cuál es la transformación? Hacia el reparto de poderes. La casa es la gran protagonista de la obra, es una metáfora real.


La cinta está cargada de tensión moral y sexual, de manipulación, es extraña, es corrosiva, atrapa, no deja indiferente. Pero más allá del film, ¿por qué es tan seductora esta pieza de Maugham?

PABLO: El mal siempre resulta atractivo. “El sirviente” va más allá de lo convencional, es turbia, llena de matices. Es casi tan importante lo que no se cuenta como lo que verbalizan los personajes. Ellos mienten todo el tiempo, son manipuladores y sobreviven como pueden gracias a ello. El gran atractivo es que, aparte del erotismo que subyace, todo se cuenta con cierto humor.

¿Y este proyecto, qué tenía? ¿Se lo pensaron mucho?

EUSEBIO: No, ha sido algo intuitivo.

PABLO: En absoluto, como diría Tony. La película me encanta, el personaje creo que es de los que marcan un antes y un después en la carrera de un actor. Tiene un arco amplísimo y exige muchos cambios y recorridos. Un viaje que no me quería perder. Además, Eusebio ha sido siempre un referente, he crecido con sus películas y me ‘ponía mucho’ tenerle cara a cara. Y por supuesto volver a trabajar en El Español, tenía la espinita de trabajar en la sala principal después de abandonar otra obra por una lesión.


 

En el cine fue Harold Pinter el encargado de dar forma a la versión y aquí contamos con la pluma certera de Álvaro del Amo. ¿Qué caracteriza su propuesta, cómo es?

EUSEBIO: La versión de Álvaro no se diferencia mucho de lo que es una traducción. Está más pulida, pero mantiene la esencia de todo lo que es la obra.

PABLO: La segunda película que rodé fue con Álvaro, él dirigía y el guion era también era suyo. Le tengo un gran respeto y muchísimo cariño. Álvaro es muy peculiar, creo que es limpio en la propuesta, directo. Su manera de expresarse es poco habitual y eso le hace muy especial. Por momentos, como actor, quieres matarle cuando te toca alguna frase complicada pero luego es un disfrute ver como todo va tomando forma.


 

Para continuar con las patas de este montaje, ¿cómo es la propuesta que presenta Mireia Gabilondo, dónde ha querido poner el acento, qué les está pidiendo a la hora de encarar los personajes?

EUSEBIO: Con el equipo que tenemos y la dirección y la versión de Álvaro del Amo creo que haremos una versión bastante genuina.

PABLO: Creo que es una propuesta muy limpia de elementos y de escenografía. Centrada en los personajes, en nuestras relaciones y en una intensidad que va creciendo hasta puntos insospechados. Mireia es clara, nos cuida y nos comprende y eso lo transmite en la manera de encarar estos personajes tan complicados sin juzgarlos. Haciéndolos universales, más allá de ninguna época. Está siendo un placer trabajar con ella y el resto del equipo.


Antes de terminar, es la primera vez que van a trabajar juntos, pero sin duda tendrán referencias el uno del otro.

EUSEBIO: Los encargados de elegir el casting pensaron que Pablo era adecuado, estuve con él en la lectura y me sorprendió muchísimo la trastienda que tiene detrás de esa mirada. Me pareció muy profundo, me sorprendió mucho y pensé: coño, este hombre me puede derivar, no obligar, pero derivar a una interpretación más profunda de lo que en principio suponía.

PABLO: Eusebio es fascinante, es una bestia. Es auténtico y eso se nota cuando pisa la escena. Todo se detiene. Es muy sensible, ácido y con gran sentido del humor. Fuerte en sus formas, pero muy generoso, ama está profesión y se desvive para que todo y todos estemos a la altura del proyecto que estamos haciendo.


Y la última, aparte de abrir la temporada del Teatro Español con este título, ¿dónde más vamos a poder verlos? ¿Otros proyectos que puedan contarse?

EUSEBIO: Estaremos cerca de un mes en el Teatro Español y luego empezaremos a girar con la obra. Tengo pendiente una actuación en Georgia, con Esto no es la casa de Bernarda Alba, después de girar dos años con el espectáculo de Carlota Ferrer.

PABLO: En la próxima temporada de Cuéntame cómo pasó que estrenaremos durante el primer trimestre del 2020 y podrán leerme en mi segunda novela, otro thriller, que se publicará también por las mismas fechas y que estoy deseando conocer las impresiones de los lectores.

 

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