Entrevista a Fernanda Orazi por Los días felices

 Dice Pablo Messiez, una de las miradas más brillantes del teatro actual, que “volver a Beckett es recordar que el teatro puede ser otra cosa. Es desintoxicar la mirada de desvíos varios que usurpan las salas cuando estarían tanto mejor en la tele, en el cine, en una columna de opinión de suplemento dominical, o en un libro”. También dice que ““Los días felices” sólo puede suceder en la escena” y en ello está. Y para semejante aventura no ha podido contar con dos pilares más sólidos: Fernanda Orazi y Francesco Carril. Charlamos con este trío de auténtico lujo acerca de Beckett, de Winnie, de Willie… y de la vida misma.
¿Recuerdan cuál fue su primer contacto con Samuel Beckett y su teatro?

No recuerdo exactamente cuál fue mi primer contacto con Beckett, sé que fue mientras estudiaba en el conservatorio de arte dramático, entre los 18 y los 21. Nunca había hecho una obra de Beckett hasta hoy.


¿Por qué “Los días felices”, cómo surge este proyecto y por qué embarcarse en él?

En realidad, hace varios años, pasábamos con Messiez por la puerta de un teatro, vimos un cartel de una puesta de «Los días felices» y dijimos «dentro de unos años,cuando seamos ambos más grandes, la hacemos». A mi siempre me atrajo Beckett y al mismo tiempo me inspiraba mucho respeto el material, siempre tuve la intuición de que no se puede abordar en cualquier momento, que hay que meterse muy muy adentro de la naturaleza del teatro para dialogar de frente con esa obra y necesitaba más experiencia,más tiempo, más calma y adultez en mi relación con la actuación. En el caso de Pablo, es un amante de Beckett desde muy pequeño, para mí es ideal adentrarme en su universo con él.


¿De qué habla “Los días felices”, en qué llagas mete el dedo Samuel Beckett?

La verdad hemos preferido no vincularnos con el material desde las interpretaciones, qué quiere decir, de qué habla, etc…Lo único que me atrevo a decir es que es una pieza que habla con, en el,por y para el teatro. Pero en términos semánticos el material abre tantos sentidos y lecturas posibles que hemos intentado cuidar mucho eso y no forzar nada en ese sentido.


¿Cómo es el Beckett que firma “Los días felices”?

No sé, honestamente.


Hay quien ha dicho de Beckett que es un autor pesimista. ¿Lo es o en realidad irradia mucho realismo? ¿Hay humor en este Beckett?

Hay muchísimo humor, pero justamente sin pesimismo no hay buen humor,me atrevería a afirmar que una mirada puramente optimista del mundo y de la existencia carecería de un buen humor.


Sobre las tablas hay una señora semienterrada. ¿Qué esconde esa montaña?

En este sentido te diría lo mismo que con respecto a «de qué habla la obra», no lo he pensado y prefiero no hacerlo,es una elección muy consciente abordar el material así,y es un trabajo constante dar batalla a las interpretaciones. Es una escenografía,un dispositivo escénico/expresivo, una operación sobre el cuerpo teatral que en sí es muy estimulante para la imaginación y la asociación y prefiero no definir una lectura.


¿Quién es Winnie, cómo es, cómo la definirías?

Winnie es el personaje que compuso Beckett desde todas las operaciones teatrales posibles, un ser femenino a quien pone en tensión y en relación con una forma de estar en el mundo, sujetada, la pone a vivir ahí y a producir sentido, a querer vivir, a ser una señora humana en una condición determinada.


Si solo pudieran salvar una frase o un pequeño fragmento de este texto, ¿con cuál se quedarían?

Con esta frase de Winnie «¡qué bendición que nada crezca, imagínate si toda esta porquería comenzara a crecer, imagínate!»


¿Cómo es trabajar con Pablo Messiez, cómo es como director?

Pablo es un compañero teatral desde hace años, yo me siento muy contenida y muy confiada en su mirada, da, recoge, propone,escucha, no se conforma, no «arregla», busca caminos alternativos constantemente para que el trazo de la escena sea dinámico y no fijo, trazar surcos que puedan ensancharse con la experiencia, con las funciones.


¿Qué cosas les hacen ahora mismo los días felices a ustedes? 

La sensación de estar teniendo una relación intensiva con lo teatral y la sensación de que es lo mejor que nos puede pasar con
esta obra.


Otros proyectos que puedan contarse. ¿En qué más andan?

Por ahora estoy con esto y luego retomaremos gira de «Doña Rosita, anotada» junto con gira de «Los días felices»

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