¿Cuál es su particular relación con Shakespeare a lo largo de su trayectoria?
Vengo de una larga trayectoria con Shakespeare a lo largo de mi carrera. Tal vez en los 80 y 90 era más una manera de hacer clown directamente deformándolo a Shakespeare pero, a partir del año 1996 y hasta ahora, soy yo el que traduce, adapta y dirige las versiones respetando el texto.
¿Qué títulos podemos recordar?
He presentado bastantes de estas versiones en España con actores jóvenes en esa época de la talla de Paco León, Julián Villagrán, Manolo Solo, Álex O’Dogherty, etc, todos actores que interpretaron mis obras en Madrid y Sevilla, como fue el caso de comedias como “Trabajos de amor perdidos”, “Cuento de invierno”, “Los dos hidalgos de Verona” y tantas otras. Mi relación con Shakespeare es antigua y muy continua.
¿Qué le atrajo de “Othelo” para embarcarse en su traducción, adaptación y dirección escénica?
Hay muchos factores, pero viví en Francia y ver el mundo africano muy de cerca, el racismo y la relación entre el poder mental y el temperamento es algo que me llevó a “Othelo”. Además, fue una consecuencia más de mi regreso a Buenos Aires en el año 2012. Volví a crear teatro independiente y la decisión de “Othelo” tuvo que ver con que me interesaba mucho la temática de los celos pero, sobre todo, el tema racial y el de la corrupción y el engaño, la manipulación mental, que es la que actualmente hacen los medios con nosotros. Este es el tema, pero además me fascina hacer mi propia versión que no está en un castellano antiguo sino contemporáneo, respetando el lenguaje y las imágenes poéticas que Shakespeare nos propone, que son bellísimas, pero pudiéndolo decir de manera contemporánea, hablando de algo de ahora.
¿Qué rasgos del personaje central considera los más interesantes?
Me fascina la relación de la mente inteligente y siniestra del personaje junto a su temperamento suicida, que hace cosas que le pueden ir muy mal. Me entusiasma el hecho de que un hombre mayor y negro se enamore de una chica joven y rubia y que muestren a la sociedad que son felices. También el hecho de que Othelo sea un tipo opuesto a Hamlet. Hamlet duda y Othelo no, por lo que muere directamente, se destruye. Le pierde la inconsciencia de los celos que no puede dominar, esta cosa que te invade y te hace enfermo.
Una frase imprescindible de este texto:
“Los celos son un monstruo verde que se burla del pan que los alimenta”.
¿Qué otras peculiaridades caben destacar en su puesta en escena?
Esta adaptación tiene que ver con cuatro actores que saben mucho de clown, este es el lenguaje que yo manejo. Y a nivel de dirección y puesta en escena, tiene que ver mucho con el espacio vacío donde la escenografía no es representativa y los objetos escenográficos pueden ser lo que uno genere en la imaginación de la gente.