Si les digo “Pupila de Agua”…
Irina Kouberskaya: Me viene la imagen del joven motorista viendo el almacén de ferretería que pronto debería transformarse en el Teatro Tribueñe. Resultó ser el director del Festival Teatralia, Carlos Laredo, empezamos a hablar y no sabíamos acabar. Al final durmió en nuestra casa y comió lentejas.
Con “Pupila de agua”, un espectáculo para bebés, se abrió nuestro teatro y nuestra amistad de por vida. ¿Cómo recuerdan aquellos primeros días?
Hugo Pérez de la Pica: Un momento efervescente con muchas expectativas.
Irina: Muy parecido al estado de gestación, entre la angustia y la ilusión.
¿Hay que estar muy loco o amar mucho el oficio para levantar un teatro?
Hugo: Aquí amamos profundamente el teatro y a la madre que os parió a todos y estamos como aspersores repartiendo locura por el mundo, Holanda, Francia Italia, Argelia, EEUU, Albania, Rusia, Bélgica, etc.
Irina: Es coherencia, nos dábamos cuenta de que teníamos que empezar a emitir con constancia una señal sobre nuestra existencia artística y nuestro entender de los deberes artísticos.
José Luis Gómez se confiesa adicto al Teatro Tribueñe. ¿Qué ocurre en Sancho Dávila, 31 que congrega a tantos fieles?
Hugo: Que es teatro sin aditivos y sin pelendengues, tan barroco como sencillo, tan vestido como desnudo, tan intenso como leve, tan brillante como opaco, tan con mensaje como sin sentido.
Irina: Tribueñe es adicta a las enormes posibilidades del ser humano. Es teatro que abre los horizontes.
¡20 años! ¿Qué ven si miran hacia atrás?
Irina: Ensayos, ensayos y ensayos.
Hugo: Vemos mucho trabajo, vemos crecer a nuestros actores como sólidas torres de humo, veo un equipo entrañable, una familia. Veo muchas obras colgando del cielo pequeño de Madrid.
¿Tribueñe es un milagro?
Hugo: Sí, es un milagro cada día, de jueves a domingo el milagro está servido.
Irina: Los tiempos nunca fueron fáciles, ni lo son ni lo serán. Por eso estamos donde hay que estar y estar donde uno debe estar siempre es positivo.
Dicen que tener su propio teatro les permite impulsar y fortalecer la idea de una búsqueda permanente. ¿Qué han encontrado Irina Jouberskaya y Hugo Pérez de la Pica en estos 20 años?
Irina: El teatro es una isla de búsqueda, donde debe reinar la buena atmósfera, donde la creatividad puede con la destrucción, es un estado dentro del estado pero en nuestro estado sólo encuentran lugar la entrega, la búsqueda de la pureza, la soledad y la solidaridad. En todo esto consiste el aire que respiramos.
Hugo: Mucha nobleza del ser humano y mucho respeto por muchas causas.
¿Cuáles son mandamientos de Tribueñe?
Hugo: No mentirás en el escenario, si mientes, te irás bajando. No harás ningún acto de violencia gratuita. La violencia no será el argumento de nada. El teatro será un rito, aunque no creas en los ritos. En el escenario tendrás fe, aunque no tengas fe en la vida. La vida se da en el escenario.
Irina: Konstantín Stanislavski ha dicho: “Ama el arte en ti y no a ti en el arte” Intentamos mantenernos en esto.
¿Cómo van a celebrar el 20º aniversario?
Hugo: Vamos a irnos a la Bola del Mundo y nos vamos a inmolar haciendo una bola de nieve que llegue hasta Madrid, que haga carambola en la Zarzuela, en la Moncloa y en la Puerta del Sol y acabe clavada a los pies de la Cibeles, y que salga Jean Cocteau y diga “FINE”.
¿Y si miran hacia delante?
Irina: Ahora va a ser muy divertido. Los caballeros del alma están convocados.
Hugo: Veo un horror no vacui precisamente.