¿Quién fue Tonino Guerra?
Tonino Guerra ha sido y sigue siendo un abre caminos para la humanidad.
Guionista célebre de más de 80 películas entre las cuales están las creaciones de Federico Fellini, Antonioni, Vittorio De Sica, Tarkovski y un largo etc. Dramaturgo, escultor, literato, inventor de jardines y fuentes…..de todo lo que puede alegrar la vida del ser humano.
¿Qué une a Irina Kouberskaya con Tonino Guerra? ¿Por qué él?
Me une mi profunda admiración hacia él. El mundo necesita Toninos para recuperar la ilusión de vivir.
Dice que han entrado en el mundo de Tonino Guerra y no quieren salir de él. ¿Cómo es ese mundo?
Es un mundo profundo y sencillo. Al entrar en su capacidad de creer en el hombre y con esta luminosa fe crearle hacia una infinita sensibilidad, uno se queda impregnado de una gran responsabilidad. Sólo la sensibilidad desarrollada es capaz de unir a los habitantes de este planeta y hay que remar siempre en esta dirección.
Cuéntenos un poquito más… ¿Qué es “Deje que el viento hable”? ¿Cómo definiría la pieza y de qué habla?
“Deje que el viento hable” es una metáfora que nos está recordando el misterio de cada uno de nosotros y nos invita a cumplir la promesa dada antes de nacer.
¿Cómo son los personajes que habitan esta historia?
El argumento y los personajes han salido de una poesía de Tonino, “Ángel con bigote”, que tiene 15 versos. Ellos han inspirado esta obra.
¿Y sobre las tablas? ¿Cómo es su puesta en escena, la música, el vestuario…?
La poesía transformada en dramaturgia… con sus diálogos… parece complicado… y lo es.
Pero, sin embargo, cada personaje saliendo de la intensidad poética de Tonino, descubre que tiene muchas cosas que contar de sí mismo sobre el escenario.
Chelo Vivares, José Luis Sanz, Virginia Hernández, Ana Peiró, Ana Moreno. Díganos algo de ellos…
He trabajado con actores que conozco desde hace muchos años. Escribí la obra pensando en Chelo Vivares y José Luis Sanz (nuestro célebre Sancho Panza en El vuelo de Clavileño. Quería ver a cada uno de ellos en registros artísticos nuevos, y ahí están…
Acompañados por tres maravillosas actrices, interpretando unos papeles sorprendentes a las que también tenía en mi mente creando las situaciones de esta obra.
Contaba con la creatividad de Ana Moreno, que una vez más se ocupó del diseño de los trajes, con sus ideas frescas y nada estereotipadas. Con Virginia Hernández y su mente siempre abierta a la aventura y con las cualidades coreográficas de Ana Peiró. También he tenido ayuda de la coreógrafa y bailarina Sara López, con Iván Oriola en el espacio Sonoro y con Antonio Sosa en los efectos visuales, sin olvidar a Enrique Sánchez, paciente y escrupuloso ayudante de dirección.
Y como siempre el sabio lenguaje de la luz desarrollado por Eduardo Pérez de Carrera, acompañado por Miguel Pérez Muñoz y Nicolás Orduna.
Tuve un equipo muy eficaz, aunque no es nada extraño después de rodearte de gente afín a las intenciones de nuestro teatro.
Una vez más, Irina Kouberskaya firma la dramaturgia y la dirección. ¿Cómo se llevan su yo director y su yo autor? ¿Son una pareja bien avenida?
¿Una pareja bien avenida? Más bien discutiendo. Lo curioso es que la dirección me lleva por caminos y motivaciones absolutamente distintos que no estaban en el texto cuando lo creaba. Reconozco que el texto se ha enriquecido poniéndolo al fuego de la interpretación.
Además, es usted directora de un Teatro Tribueñe que está celebrando su 20a aniversario. ¿Cómo lo están viviendo y cómo se presenta el final de temporada?
Hugo Pérez de la Pica y yo esperamos hacer una celebración por todo lo alto con un espectáculo dedicado a nuestra experiencia y convivencia. Claro, para reírse y para hacer reír (en clave de cachondeo)
Este final de temporada va con las velas al viento, veloz, con un repertorio exquisito en cartel. La calidad de nuestra entrega sigue intacta.
Seguimos con nuestra intensa Campaña Escolar, con La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre, El vuelo de Clavileño, etc.
Tanto Hugo Pérez de la Pica como yo y todo el equipo artístico sabemos que dejamos una profunda huella en los corazones de los jóvenes después de haber visto un buen teatro.
¿En qué más anda Irina Kouberskaya?
Ando poco, o pienso o vuelo. En este momento estoy pensando qué rumbo tomar, me gustaría ir a la montaña.