Entrevista a Jacobo Dicenta por Drácula, biografía no autorizada

 Debe andar encantado el Conde Drácula de que por las venas de su alter ego corra la sangre de una de las familias más emblemáticas del teatro español. Fiel a su apellido, Jacobo Dicenta es uno de los actores más sólidos y versátiles de los que pueblan nuestras tablas. Con más de 25 años de trayectoria, le hemos visto en multitud de trabajos con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Centro Dramático Nacional, también en TV y cine. Ahora, mientras disfruta desde lo alto de su castillo en Transilvania, dice que “con la que está cayendo” a este 2020 le pide quedarse como está, aunque ya divisa, a lo lejos, nuevos caminos que transitar…
 
¿Jacobo Dicenta ha creído alguna vez en vampiros?  

No. Pero estaría bien, ¿verdad? Como dice mi personaje: “que exista un vampiro sería el fin de la razón”. Aunque reflexionando sobre esta frase me doy cuenta de que el fin de la razón ya está aquí gracias a la cantidad de vampiros que hay, si consideramos al vampiro como el mal, claro.


¿Cuál, cuándo, fue su primer contacto con el conde Drácula? No sé si leyó la novela cuando era pequeño, alguna peli…               

La novela, en realidad, la he leído ahora, al afrontar este trabajo. Contacto con Drácula, imagino que como todos los de mi generación, con Christopher Lee y más adelante Bela Lugosi. Pero el que me marcó de verdad fue el de Gary Oldman en la fantástica recreación de la novela que dirigió Coppola. Una de las mejores  historias de amor jamás rodada.


¿Tardó mucho en decir sí a este trabajo?   

El sí ya estaba dado. Cualquier cosa que Ramón me proponga hace que me lance a la piscina. He visto todos sus trabajos y es un lujo que cuente conmigo para este proyecto. No te voy a decir lo que pienso del texto, porque a día de hoy, quiero decir, cuando te estoy respondiendo, no cuando salga publicado, hay cambios, novedades… por ejemplo, el último acto de la función nos lo dio hace dos días. ¿Es para tirarse a la piscina o no?


Parece ser que la novela de Stoker no contó toda la verdad… ¿Cuéntenos usted qué es, qué vamos a encontrar en “Drácula, biografía no autorizada”?                

Evidentemente una ficción, una ilusión. Un Drácula que sigue vivo o “muerto” en el 2020. La obra de Ramón Paso está basada en la de Stoker, pero ésta tampoco es real. Es un juego. ¿Y si de verdad hubiera existido el Conde Drácula, más allá de Vlad, el empalador? ¿Y si hubiera sobrevivido hasta nuestros días?


¿Cómo es el Drácula de Ramón Paso y Jacobo Dicenta, qué nos diría de él y cómo va cambiando, si lo hace, cada vez que nos transportamos a otro tiempo dentro de la obra?

En este momento que me lo preguntas, no cuando salga publicado, no sabría qué decirte. Estamos en pleno proceso de ensayos con constantes cambios que surgen del propio proceso de investigación. Sí te puedo decir que es un Drácula con alma, con sentimientos, un Drácula roto, un Drácula que “ama y odia más apasionadamente que los otros mortales”, un Drácula más vivo que muerto.


¿Quiénes y cómo son las mujeres de Drácula?               

Por un lado están las dos protagonistas de la historia, es decir, las Mina y Lucy que creó Stoker. Dos mujeres complementarias y absolutamente diferentes. Lucy es un alma libre, de todo, de prejuicios, de ataduras, de complejos… Mina es más racional, más intelectual. Luego están las vampiras del conde en Transilvania que son la maldad en estado puro. Yo creo que incluso Drácula es consciente de que se le han ido de las manos. Y luego hay un par de sorpresas que no puedo desvelar por razones obvias.


¿Y sus antagonistas?   

Todos los personajes de la función son los antagonistas. Todos luchan contra este monstruo cruel, este hijo del dragón. Por supuesto están Van Helsing, Harker, Seward… Pero repito. Hay muchas sorpresas en este montaje. No olvides que Drácula sigue vivo en el 2020 y con él… quién sabe cuántos más.


Si le pido una frase de su personaje que le guste particularmente, ¿con cuál se queda?

Cuando amenazo al cochero que lleva a Harker hasta donde he de recogerle: “Tienes una hija, según me han dicho. Una buena hija amante de su padre y de Dios. Cállate, cochero, porque tienes una buena hija”. Me parece el colmo de la maldad.


¿Cómo es trabajar con Ramón Paso, qué nos diría de él?         

Amor. Por este oficio. Por la gente con la que trabaja. Pasión. Talento. Respeto. No se puede mantener una compañía tanto tiempo sin todo esto. Y todo esto es Ramón. Y es lo que me une a él.


¿Por qué deberíamos comenzar el año nuevo yendo al Teatro Fernán Gómez a ver este montaje?  

Porque si no os buscaré y os morderé y me beberé hasta la última miserable gota de vuestra sangre.


Además de este Drácula, ¿algún otro proyecto entre manos para este 2020 que pueda contarse? 

Del 5 al 29 de marzo estaré en el Teatro Español haciendo “El diálogo del Amargo” de Lorca dirigido por mi tito Paco Suárez. Fíjate qué casualidad. Con Drácula subo a las tablas del Fernán-Gómez por segunda vez en mi carrera. La primera fue “Romeo y Julieta” dirigido por Paco Suárez, que me valió un premio de la Unión de Actores por mi personaje de Mercuccio. Y ahora, veinte años después, cuando abandone el Fernán-Gómez será para volver a trabajar con él.


¿Qué le pide al nuevo año?       

Con la que está cayendo… Que me quede como estoy.

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