¿Cómo vamos en esto de la inclusión?
(Risas). Este año he planteado un debate, que será el 22 de mayo en Tarambana, cuyo título es “¿Verdadera inclusión?”. Nos da miedo, tenemos esa cosita, y lo he comentado con personas que llevan 30, 40 años trabajando en la inclusión, de que queda bien ahora poner a una persona con discapacidad en ciertos espacios, pero no sabemos si es realmente un compromiso o es porque queda bien.
¿Qué significa para Javier Crespo y para la Sala Tarambana este festival?
En la Sala Tarambana son pilares fundamentales las cuestiones sociales y el compromiso como espacio escénico dentro de un barrio como Carabanchel. El festival era algo que tenía en mente desde hace años, hace ocho que empezó y ya es otro pilar fundamental. En la primera rueda de prensa dije que era un festival que nacía para morir: si acabábamos pronto con Visibles querría decir que estábamos avanzando mucho en la inclusión, pero vamos por la octava edición. Y a nivel personal es el momento del año en el que más abrazos recibo (risas), abrazos sinceros, de gente que te agradece que hagas este trabajo. Tristemente se quedan muchas cosas fuera.
Para quien ande un poco despistado. ¿Qué es Festival Visibles [arte inclusivo]?
Este festival nació con la idea de hacer ver que la diversidad en escena se puede realizar y es factible y es real. Es un trabajo de etiquetar para después desetiquetar. El festival tenía que estar enmarcado y que a la vez se haga en varios puntos de Madrid, que esos días hubiera una eclosión de arte inclusivo para acercarlo a todos. Otro de los objetivos es que cuando vayamos a ver un espectáculo inclusivo, veamos actrices, actores, bailarines, bailarinas, que la discapacidad quede fuera.
Para conocer a todos lo mejor es visitar www.festivalvisibles.com, pero denos unas pinceladas de lo que podremos ver.
En Visibles se trabaja mucho la danza porque a la hora de que ellos puedan trabajar con su cuerpo, les da un punto más de libertad, pero este año me llegó un concierto, que me pareció un bomboncillo: “Jóvenes Promesas: Tributo Pop y Rock”.
Para abrir boca no está nada mal…
Luego llega alguien que lleva viniendo prácticamente todas las ediciones, que es Laura Llauder con su compañía Eudanza. En Visibles hay personas con discapacidad, pero también me llegan cosas de colectivos en riesgo de exclusión. Por ejemplo, “Vesania”, de la compañía valenciana Contrahecho producciones, cuatro personas con distintas enfermedades mentales en un patio de un psiquiátrico. También Alteraciones Danza-Teatro, de Antonio Quiles, con el espectáculo “Si te dicen salvaje”. Y tendremos circo inclusivo con “Plaça Sargantana” desde Valencia. Me llegó el año pasado y me sorprendió. Y seguimos… Este año cumple treinta años de carrera Isabel Olavide, una bailaora flamenca que trabaja con la compañía A nuestro ritmo. Vienen al Teatro Lagrada con “Con un cante de la mano”. Y Danza Mobile también es un referente, la compañía sevillana con Premio Max nos trae dos piezas, “Sara y Manuel” e “Idem”. Y quería resaltar un espectáculo teatral de Personartes, una compañía de Córdoba. Laura abrió allí un espacio de inclusión y trae “Un 5º sin vistas”. ¡Es difícil elegir! Y, sobre todo, el tema de la formación, el año que viene quiero incidir más en ella, que no sea tan pasivo como llegar, ver e irse.
Cuando llegue el 29 de mayo, estará muy satisfecho si se ha conseguido…
Que haya alguien más que haya conocido la inclusión, que se hayan acercado a un teatro por curiosidad a saber qué es el arte escénico inclusivo y que sepan que las personas con discapacidad son muy capaces y que no se conviertan en un espectador pasivo, que intenten trasladar lo que sucede en un espacio escénico a su día a día. Haber conseguido que alguien más haya comenzado esa transformación, que comienza sentándose primero en un espacio y dejándose sorprender.