¿Qué es «Cronología de las bestias», a qué nos enfrenta?
Nos enfrenta al compromiso con la mentira, un poco a ese mundo de familia, ese mundo en el que no somos la cara que mostramos, en el que
habitamos más en la mentira y en el querer aparentar y en esos sentimientos ocultos que podemos tener hacia esas personas cercanas de
las que dependemos, pero a la vez no somos capaces de abrirnos a ellos.
Siempre la familia…
Exactamente, para lo bueno y para lo malo.
¿La mentira es siempre un arma de doble filo?
En mi opinión sí. La mentira… Hay muchas expresiones que nos explican cómo puede ser la mentira. La mentira, dicen, tiene las patas
muy cortas, entonces yo creo que siempre es un arma que se te va a volver en contra y nunca sabemos qué longevidad puede tener esa
mentira, pero siempre te va a volver y nunca suele volver para beneficio, sino como un arma, para hacer daño.
Sin spoiler, ¿qué implicaciones tiene para esta familia la verdad?
¿La verdad? La destrucción. Un poco lo que trata la obra es de todo lo oculto. Hay un detonante, la aparición de un hijo y eso lo que hace es
destapar esa caja de Pandora, abrir esa caja y sacar muchas cosas que hasta ahora por la comodidad de esos personajes en ese dolor de la
desaparición, al aparecer se abren muchas dudas y surgen las preguntas y eso saca a la luz toda la mentira de estos personajes.
Háblenos de su personaje.
Soy el cura, el que llega un poco a esta casa a intentar mediar entre los distintos personajes. Realmente, soy el único, por así decir,
luego obviamente se podía entrar mucho en lo que un cura tiene que ocultar, pero soy el personaje que viene con la verdad por delante, el
que intenta ayudar y el que no tiene en esta situación nada que ocultar, no tiene ningún compromiso con la mentira, como el resto. Es
el mediador, el intermediario y el que intenta un poco sacar a la luz lo sucedido.
Una frase de su personaje…
Una que mi personaje repite mucho es «Estoy aquí para ayudarles en lo que pueda». Es una gran frase de este personaje.
¿Qué le sedujo de este proyecto?
El proyecto en sí lo que tiene es una base para mí muy suculenta en cuanto al equipo que lo conformamos, tanto desde la producción del
Teatro Español, del Lliure y de Octubre Producciones, que es una productora que acabo de conocer hace poco, pero que me gusta mucho el
enfoque y el trabajo que está llevando a sus producciones, como Lautaro como director y autor. Es una persona que tanto como actor como director he admirado y luego los compañeros, tanto en escena como
fuera. El equipo artístico tanto en el sonido como en la escenografía como en la iluminación, en vestuario… Es un equipo artístico maravilloso, con alguno de ellos he coincidido antes en Kamikaze o en
otras compañías y luego estar con Carmen, con Pilar, con Patrick, con Santi… son palabras mayores.
¿Cómo ha de ir el espectador a ver esta obra?
Tiene que ir con la atención preparada al cien por cien. Es un espectáculo rápido, estamos muy en el presente, estamos trabajando desde vivir cada función como única porque tiene que ser muy rápida,
es una fucnión que contaremos en hora y diez y son muchas las cosas que suceden, son muchos los detalles, consideramos que es una obra
como cuando ves un thriller, que es al final cuando empiezas a atar cabos. Entonces, es una obra en la que la atención tiene que estar muy
despierta para poder captar todos los pequeños detalles que al final te darás cuenta de que eran detalles clave para entender qué es lo que
ha pasado en esta historia.