¿Cómo presenta su espectáculo “Ensueños” y qué disciplinas integra?
“Ensueños” es un espectáculo familiar que integra muchas de las disciplinas del mundo de la magia. La magia nos permite conectar con ese niño que todos llevamos dentro. En este sentido, hay grandes ilusiones, cartomagia, magia de cerca, mentalismo… un compendio maravilloso para un espectáculo de magia y para pasar una tarde única.
¿Nos puede adelantar algún elemento del show?
Van a ver objetos imposibles, levitaciones, telepatía, adivinación de pensamiento… incluso veremos a todo el público colaborar junto en un número de magia para que al final consigamos ese ansiado efecto “wow”.
Para usted, uno de los números más impresionantes de “Ensueños” es…
En función de la edad que tengas y del tipo de persona que seas, habrá un número que consiga ese impacto. No hay un solo número, hay muchos números que te dejan con la boca abierta y eso se consigue gracias a que es un espectáculo familiar. Para los niños habrá un momento sorprendente, para los adultos se adivinará el número de la lotería, para otros conseguiremos que su sueño desde pequeños se haga realidad…
Ese comentario de algún espectador que mejor describe su estilo en escena:
Elegancia, saber estar y un dominio del público inigualable. Esos son los atributos con el que el público define mi espectáculo “Ensueños”. El show tiene una puesta en escena cuidadísima, un juego de luces sorprendente, todo para lograr captar la atención del público desde el primer momento y que, tras acabar, llamen a sus amigos y familiares para que nadie se lo pierda.
¿A qué edad comenzó en el arte de la magia y qué recorrido siguió hasta llegar a profesionalizarse?
Comencé a los 4 años, ¡a esa edad ya tenía claro que quería ser mago! Mi pasión fue tan fuerte que, con 17 años, ya tenía todos los fines de semana un espectáculo de magia en una sala cerca de mi casa. Eso me permitió empezar desde abajo y curtirme con el día a día. Luego llegó el Primer Premio en el Campeonato de España, Primer Premio Nacional en Francia, Primer Premio Mundial de Invención en el Mundial de Magia de Pekín 2009, Premio al Talento Joven por la Comisión Económica Europea…
¿Alguna anécdota inolvidable?
Un día me llamaron para sorprender a Ronaldo en su llegada al Real Madrid, ¡allí sí que se desató la locura! Esto dio la vuelta al mundo. A partir de ese momento, todos los eventos de famosos querían contar conmigo (risas). Hice trucos para las caras más conocidas de la canción, del motor, del deporte, etc. Aquello sí que cambió mi vida.
Tres grandes referentes para usted:
El primero, sin lugar a dudas, Juan Tamariz por su cercanía, su trato, su manera de hacer sonreír y, por supuesto, que es un grandísimo maestro. En segundo lugar, destacaría a David Copperfield por su manera de transmitir y contar historias que enamoren, su elegancia y su puesta en escena. Y tercero diría Dani Daortiz, que es mi hermano en el mundo de la magia y la persona de la que no paro de aprender.
El primer número de magia que recuerda haber visto de pequeño y le dejó marcado:
Es un número que me hizo mi primo –gran amante de la magia– que se llama ‘la carta ambiciosa’. Metía una carta, la sota de copas, en mitad de la baraja. Chasqueaba los dedos y la carta se colocaba en la parte superior del mazo. ¡Aquello me dejó loco! No me sorprendía tanto la magia en sí, sino la estupefacción que producía en la gente. Esto me hizo tener claro a lo que me quería dedicar.
Un plan cotidiano que a usted le resulta mágico cuando tiene el día libre:
Sin duda, ir de compras y todo lo que implica estar en casa: pasar tiempo con mi hijo y con mi familia, eso que hace habitualmente todo el mundo y yo solo lo puedo hacer muy de vez en cuando.
Una última curiosidad… ¿por qué una ceja blanca?
A mí me sale una ceja blanca de forma natural. Cuando estaba estudiando la primera de las tres ingenierías que tengo obviamente dormía poco, trabajaba mucho y ya realizaba mi espectáculo de magia. El estrés llama a mi puerta y, de forma espontanea, una ceja se me vuelve blanca. El médico me dijo que era una enfermedad autoinmune, vitíligo, que lo tenía que asumir y aquí estoy. A día de hoy hay gente que no conoce mi nombre, pero sabe que hay un mago con el que se ha reído mucho y le ha hecho vivir algo impresionante con una ceja blanca. He hecho de un pequeño defecto una seña de identidad.
