¿Qué hace de esta propuesta algo tan singular?
Jorge Usón: Es un esperpento musical insólito que, cuanto más te ríes, menos gracia te hace.
Carmen Barrantes: Nos plantea el sentido de vivir dormido o despertar a la bestia que brama en el interior de cada uno. Y es singular porque ha salido de cero, del folio en blanco, de la generosidad y el gran talento de José Troncoso que, con sus propuestas y desde nosotros, fue construyendo un universo maravilloso.
¿Qué historia propone?
Jorge: Habla de la necesidad del arte y la espiritualidad en nuestra vida cotidiana y otras cosas escondidas. Una pareja de ferreteros aragoneses va al teatro una tarde. A él (Esteban) se le mete dentro lo que ha visto y experimentará en su vida cambios espeluznantes para ambos.
¿Cómo son estos dos personajes?
Carmen: Mi personaje se llama Marigel y es una señora ordenada, austera y con una vida rutinaria que regenta un negocio junto a su marido. Toda su vida se encuentra allí en esas cuatro paredes. Su cabeza está tan ordenada como su ferretería: un cajón para cada tipo de tornillo, un cajón para cada tipo de tuerca. Todo impecablemente organizado, hasta que un día todo ese orden se desmorona, esos cajones acaban tirados en el suelo. ¡Del orden al caos hay un segundo! Como del amor al odio o de la vida a la muerte. Un segundo, un hecho misterioso que lo cambia todo.
Jorge: Esteban es ferretero. Su padre se llamaba Esteban y era ferretero, el padre de su padre se llamaba Esteban y también era ferretero…
Uno de los momentos más emocionantes y disparatados que les sucede a sus personajes se produce cuando…
Jorge: Cuando Esteban recibe la visita de la “música” después de cerrar su ferretería. Allí se le presenta en carne mortal una señora vestida de blanco con unas cosas ‘muy especiales’ y empieza a sospechar que algo no va bien…
Carmen: Cuando el personaje de Esteban se convierte en un “volcán”. La canción, de hecho, se llamó “Esteban es un volcán” y cuando se creó en la sala de ensayos recuerdo ese momento como algo mágico, poderoso y donde solo podía mirar con admiración y fascinancion a mi querido compañero de escena. La música es clave en esta propuesta.
¿Qué la define, cómo son las canciones?
Jorge: La música aquí es el misterio y la patada poética. Las canciones y las letras, algunas microscópicas y otras megalomaníacas, son parte del cuento sin aderezos. Ninguna de ellas detiene la acción ni totaliza el espectáculo porque son puro trance. Hay toques de Chaplin, de Rufus, de Kurt Weill, de Rocío Dúrcal. Toda la marmita del gran músico del teatro que es Don Mariano Marín.
Carmen: Aquí el piano es un actor más y Nestor Ballesteros, que es un gran pianista, nos acompaña con sus teclas y su respiración.
En suma de todo, ¿por qué no debemos perdernos este gran estreno?
Jorge: La Ferretería Esteban es fundamentalmente singular y descacharrante. Buscábamos un lenguaje y el teatro ha querido regalarnos esta función de la mano de un José Troncoso profundamente inspirado y militante de su oficio. Como compañía, es un golpe en la mesa y un crecimiento que ha superado con creces nuestras expectativas como actores-productores que somos Carmen Barrantes y yo. Eso traspasa la platea.
Carmen: Me encantaría ver un patio de butacas lleno, aunque sea con distancia y con mascarillas. ¡Ver que hay ganas y necesidad de teatro! Esperemos que el entretenimiento se convierta en pensamiento y más en esta época donde todo se ha puesto patas arriba… Nada como el teatro para darle una vuelta de tuerca más al misterio de la vida.
¿Qué ha supuesto para ustedes, personal y profesionalmente, la pandemia y cómo viven protagonizar el primerísimo primer espectáculo de la tan esperada nueva temporada del Teatro Español?
Carmen: Lo vivo sobre todo con agradecimiento hacia el Teatro Español por haber confiado en nosotros, en este espectáculo y en nuestra compañía para abrir la temporada. Personalmente, creo que este parón ha sido muy bueno para muchas cosas. Mirar desde otro lugar. Y también ha reforzado mi convicción de lo que soy, de mi oficio, de mis compañeros y de ser afortunada por la gente que me rodea.
Jorge: A mí la pesadilla me ha servido para afianzar mi familia teatral que es el equipo de Nueve de Nueve Teatro. Carmen, Néstor (el pianista) y yo vamos a salir al escenario del Teatro Español como los gladiadores: ¡a morir! No solo porque la función lo exige, sino por el teatro mismo. “Morituri te salutant”.