Entrevista a Jorge Usón y María Jáimez por La tuerta

Una doncella del siglo XVI queda tuerta de un ojo en su primer encuentro amoroso. Llena de rencor jura vengarse del amor y lanza un maleficio cuyos efectos veremos en la época actual sobre una joven bailarina llamada Lucía. “Vive o muere, pero no lo envenenes todo”. Este verso de Anne Sexton fue el punto de partida de la que es la ópera prima del actor Jorge Usón como autor y director teatral. Una tragicomedia sobre la imposibilidad de amar y de perdonar, servida con humor por María Jáimez. Por V. R. Foto PEDRO ANGUILA
 
“Si yo no puedo amar nadie lo hará”. Uff…

María: Qué peligroso, sobre todo para una misma. Si, como la tuerta, no puedes perdonar y te alojas en el resentimiento, te condenas. Vas a ver a tu alrededor lo que hay en ti, con lo que no vas a ser capaz de ver el amor.

Jorge: Ya ves, hay personas que prefieren que se rompa la baraja si ellas no pueden participar. Personas rabiosas y tóxicas que ni comen ni dejan. Cuidado.


 

Lo de sufrir por amor no es solo del Barroco. Lo difícil es elegir el camino y ser capaz de ver las señales, ¿no?

María: Efectivamente, y para barroca, yo. Hay algo de romanticismo en el sufrimiento por amor que nos acompaña de siempre, algo terriblemente bello que genera ficción. Lo complicado, cuando estás tomada por ello, es tener los dos ojos bien abiertos y en su sitio para distinguir el amor de todo lo demás que no suma.

Jorge: La obra aborda una faceta del amor muy concreta. La de ver de verdad al otro sin imponer nada. Al amor que surge después de perdonar una ofensa aún a riesgo de no recibir nada a cambio. Es un canto a la deportividad y a la compasión.


En contraposición a la frase del principio, aquello de Anne Sexton de “no lo envenenes todo”. Y aquí surge “La tuerta”.

María: Siendo bien intensa en la metáfora, que tu pena no sea un fuego que arrase a todas las criaturas que se encuentre por delante, sino que tu alegría de vivir los empape y genere posibilidad, vida, belleza.

Jorge: La frase es maravillosa: “vive o muere pero no lo envenenes todo”. La obra trata sobre la imposibilidad de amar y de ser compasivo. Dos elementos que nos exigen una reflexión personal y cierta madurez. La tuerta habla de los que se intoxican de razones y se olvidan de ver a los demás.


¿Qué hay de esperpento en “La tuerta”?

María: ¿Qué no hay de esperpento en “La tuerta”? Llevamos el cuerpo, la expresión a un extremo o a un espacio en el que no se queda en lo natural o cotidiano. Lo único que no hay de esperpento en “La tuerta” es el ojo que pierde, pobrecita.

Jorge: Yo creo que tiene los visos de ser una tragedia deformada por lo paradójico y el humor. Es una heroína que le ha salido mal el cuento. Una figura muy identificable y muy nuestra.


María, aparentemente está sola en escena, pero en realidad no lo está nunca.

María: En mi cuerpo tenemos a Conchita, una doncella del barroco, y a Lucía, una bailarina hoy día. A través de su mirada, seremos testigos de lo que ellas ven: una corte, un gusano, un personaje histórico, un pueblo entero, médicos, enfermeras, una madre, una cita, un primer amor, un espejo… No falta nadie. Y también lugares. Personajes y espacios fueron presentándose en las improvisaciones y ellos guiaron el camino de “La tuerta”.


Jorge, ¿imaginó otra actriz para su tuerta?

Jorge: María es causa y consecuencia de esta obra. Imposible pensar en otra porque ella ha sido el canal que ha propiciado todo. Ella me llamó para que entrenásemos juntos y se nos apareció la primera baldosa amarilla del camino. Ella es precisa y exhaustiva en el trabajo, se deja la piel literalmente y está en su mejor momento personal, creativo y expresivo. Y encima baila y es buena persona.


¿Cómo se llevan el escritor y el director?

Jorge: El director molesta mucho porque tiene ideas preconcebidas y trucos para salir airoso y gustar. He tenido que estar muy atento a eso y desechar mis ocurrencias para molestar lo menos posible. Aun así hay licencias de todo tipo, cómo no. Hay que divertirse también.


María, ¿cómo es trabajar con Jorge?

María: Diversión pura. Jorge juega como un niño con el rigor de un adulto, admiro mucho su inteligencia, sentido del humor, generosidad y la poesía con la que mira. El proceso de creación fue exigente, un mano a mano en el que la confianza para entregarnos al vacío era fundamental. Lo quiero mucho a Jorge.


Ha dicho Jorge que se mete en esto para ponerse en peligro y ser libre. ¿Lo están consiguiendo?

María: “La tuerta” es un espacio de libertad para nosotros, absolutamente. Pero, sobre todo, ha sido un espacio de libertad para la obra misma: todo lo que tenía que estar en la obra, está, y lo que no, no, a pesar nuestro y a pesar de quien sea. Peligra la libertad, pero la creación, el arte, el duende no tiene cárcel posible. Esto sí que le pese a quien le pese.

Jorge: Trato de ser ético con mi deseo y desafiarme siempre que puedo. La libertad hay que ganársela trabajando y no cediendo ni un paso a quien te quiera dominar o sobornar. Saramago decía que escribía para desasosegar.


¿Para qué escribe Jorge Usón?

Jorge: No me quedó otra. Había que organizar y dar forma a los materiales que fueron apareciendo en la sala de ensayos y también por la calle, viendo películas y en el Museo del Prado.


Y por si fuera poco, no le basta con escribir y dirigir, sino que también produce. ¿Amor al oficio, necesidad?

Jorge: Todo necesidad. No teníamos ni un duro ni podíamos confiar en subvenciones porque no había dossier hasta el día del estreno. Producir es para mí un daño colateral. Si quiero montar algo a mi bola y sin dinero me tengo que arremangar. Menos mal que tengo la compañía Nueve de Nueve Teatro que me da estructura. En el teatro no se puede ir solo.


¿En qué otros proyectos andan Jorge Usón y María Jáimez?

María: Tengo gira con La voluntad de creer, de Pablo Messiez. También empiezo gira con mi compañía Mujer en obras con la pieza Cucaracha con paisaje de fondo, ganadora este año de dos premios Max: mejor espectáculo revelación y Javier Ballesteros a mejor dramaturgia revelación. Y están por estrenar algunas películas en las que he participado.

Jorge: Acabo de estrenar como actor la serie Las Noches de Tefía y la segunda temporada de Días Mejores. También ando trabajando en un disco nuevo con mi banda Decarenyhueso. Momento creativo 100 por cien.

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