Entrevista a José Luis Arellano García por Para acabar con Eddy Bellegueule

Adaptada por Pamela Carter a partir de la novela de Édouard Louis, esta es la historia de un niño peculiar obligado a sobrevivir en el entorno de violencia, machismo, pobreza, homofobia y alcoholismo que le ha tocado. Un adolescente que se desvive por parecer ‘un hombre de verdad’ para esquivar así el destino de abusos y humillaciones al que parece condenado. Charlamos con José Luis Arellano García, el director artístico de LaJoven que lidera este prometedor estreno en el Teatro La Abadía. Por ANA VILLA.
¿Qué presentación haría de la obra y qué principales temas aborda?

“Para acabar con Eddy Bellegueule” es eso que llamaríamos una obra contemporá-nea que se ha convertido en muy poco tiempo en un clásico. Partiendo de la novela del mismo Édouard Louis, la obra narra la vida de un niño y luego un adolescente en una población al norte de Francia, asolada por la pobreza, la ignorancia y la violencia. Escrito de una forma cruda a veces y otras tierna y llena de vitalidad, el tema principal es la supervivencia de lo diferente en un entorno uniformemente hostil.


¿Con qué historia vamos a encontrarnos en escena?

Édouard habla desde la sinceridad y la crudeza de su vida, de su entorno, de las dificultades de ser pobre, diferente, de sus sentimientos frente al acoso, a la incomprensión de su entorno. Un entorno que lo veía como un bicho raro y que le hacía evidente ese sentimiento. Nos habla de la dificultad de expresar libremente una sexualidad distinta y no aceptada en un mundo de reglas muy marcadas por la heterosexualidad.


¿Cuáles y cómo son los personajes que interpretan el reparto formado por Julio Montañana Hidalgo y Raúl Pulido?

Julio y Raúl hacen un ‘tour de force’ impresionante interpretando ambos a todos los personajes que circulan por la novela: padres, hermanos, amigos y, sobre todo, al propio Eddy en sus diferentes etapas vitales.


¿En qué aspectos ha querido centrarse desde su dirección escénica?

Me he ocupado mucho en dejar fluir en libertad emociones y sentimientos para que vuelen libres y directos al espectador. Para ello, usamos imágenes y música que resuenan en las cabezas de los intérpretes de forma libre y facilitan la asunción de la acción. La sensación de opresión, dolor, pero también libertad y expiación que sufre Eddy han sido fundamentales en el tratamiento de lo interpretativo.


El protagonista de esta historia lucha por ser ‘un hombre de verdad’. ¿Qué significaría esto en el contexto de la obra y qué circunstancias le impiden serlo?

Cuando Eddy descubre su verdadera naturaleza y es consciente del peligro que eso supone para su integridad física, intenta recrear los moldes de masculinidad que le han enseñado en casa o en el colegio, sobre todo para protegerse. Su forma de ser hombre no sirve en un mundo donde la masculinidad tiene unas reglas estrictas previas. La búsqueda de ser aceptado le obliga a colocarse en unos límites que no son los suyos. Y eso provoca dolor y confusión. Es una experiencia que probablemente viva mucha gente que se siente diferente y que quiere encajar en un mundo que le dice con demasiada frecuencia que como sientes no está bien.


Un gran momento de la función:

Quizá yo destacaría dos: el momento en el que Eddy descubre el sexo en un cobertizo rodeado de amigos como algo casual y la conversación que mantiene con su padre en el momento antes de que su vida de la vuelta completamente.


¿Por qué no deberíamos perdernos este estreno?

Porque es la vida misma encerrada en un teatro. Es un espejo de nuestra construcción como individuos. Es un texto certero y voraz interpretado con honestidad y valentía y una de las obras fundamentales de la literatura de los últimos tiempos. Y porque, aún hoy, sigue siendo necesario dar altavoz al diferente en un mundo cada vez más hostil y menos empático con el otro.

NOTICIAS RELACIONADAS

Lo más leído
REVISTA TEATROS GRATIS

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email semanal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas.