Entrevista a José Warletta, Pepa Rus y Elisa Matilla por Los tacones de papá

 Risas de principio a fin, música original, lenguaje mordaz y una buena sobredosis de purpurina son los aderezos que hacen irresistible este cóctel explosivo cuya trama nos adentra en una valiente historia de travestis cuya amistad inquebrantable y el amor por una hija rompen las barreras impuestas por la sociedad. Acompañados en escena por Eva Diago, Julio Bellido, Fran Del Pino y Alberto Zimmel –Pupi Poisson–, charlamos con las dos protagonistas y el apasionado creador –y director junto al maestro Juan Luis Iborra– de esta emocionante y divertidísima comedia musical que promete darnos un caluroso abrazo de pura autenticidad en medio de la diversidad. Por ANA VILLA
¿Con qué gran titular presentarían esta nueva pieza teatral?

José Warletta: Una comedia musical sobre la familia que eliges..

Pepa Rus: Es la comedia donde el brilli brilli ilumina hasta el corazón.

Elisa Matilla: Si no se parte de risa le devolvemos el dinero. ¡Estamos tan convencidos de que el público lo pasará muy bien que me atrevo a decir esto!


¿Cuál podría ser la sinopsis de “Los tacones de papá”?

José: Tras la muerte de su padre, una joven católica, apostólica y romana des-cubre que este era una trasformista con muchos secretos. El conflicto está servido cuando el convencionalismo y la religión mal entendida se encuentran con la sinvergonzonería y la libertad más absoluta. El contraste de estos dos mundos llenará de situaciones divertidas esta comedia musical llena de provocación con mucho humor, buena música y poca fe. 

Pepa: Esta función invita a la tolerancia, nada es blanco o negro, detrás de cada persona hay una gama infinita de grises.


¿Cómo y por qué surgió la idea de esta nueva dramaturgia?

José: Surgió del respeto y admiración que profeso al mundo del transformismo, el cual, aunque se muestre con lentejuelas, a veces esconde muchas sombras y dolor. Si bien es cierto que por fin empezamos a valorar a estas artistas –gracias al movimiento drag–, si supierais cuánto se les paga en los bares de espectáculos… A veces no cubre ni el maquillaje que llevan. Desde esa reivindicación, escribí la historia de La Castro, pero claro, le sumé una hija que quiere ser monja, dos amigas también transformistas, unas musas invisibles y un sexy carnicero que canta ópera. Sí, no seré conocido por historias sencillas, ¡lo sé! (risas).


Para los fans de éxitos teatrales actuales como “Última planta” o “Santas y Perversas”: ¿qué elementos propios del ‘sello Warletta’ no van a faltar en este estreno?

José: ¡No faltará la canallada! Vuelvo a hacer humor de situaciones delirantes pero sin alejarme de la ternura que tanto me gusta escribir. Habrá personajes que el público les tendrá cariño aunque sean disparatados y, a veces, hasta peligrosos… Además, vuelvo a criticar la ‘mala fe’, pero sin ofender a ningún creyente. Soy un defensor de la libertad y, por ello, también tengo que respetar al que cree. Yo escribo para todos los públicos… de mente abierta.


¿Y qué elementos van a resultar novedosos o sorprendentes?

José: Esta vez he escrito la obra dentro del tono de un musical. El director musical, David Ordinas, ha sabido captar toda mi locura y acompañarla con unos temas musicales que me han maravillado. Ha dado una calidad a este proyecto inimaginable sin él.


Pepa, Elisa, ¿quiénes y cómo son sus personajes, qué ragos les caracterizan?

Pepa: Mi personaje –Marta Beltrán– es una mujer a la que le han obviado el mundo real, no le han permitido sentir, le han enseñado que las emociones son el alimento de la culpa. Pero en la función se encuentra cara a cara con la libertad y el placer.

Elisa: Barbitúrica Rey, mi personaje, es un hombre transformista que no tiene filtros. Su pasado con las drogas, que ha superado, le ha hecho fuerte. El mundo de la noche le ha endurecido y le ha dado las armas para poder enfrentarse a todo. Barbi es divertida y deslenguada, pero con un gran corazón.


¿Cómo presentan al resto de personajes que llenan de color y vida esta comedia?

José: Eva Diago es una de las mejores voces de musicales de este país y ella encarna a Alexis Divine, un transformista de clásicos. Ella prefiere imitar a Liza Minnelli que a Lady Gaga y encarna la sensatez, si es que hay algo de sensatez en esta historia. Fran Del Pino interpreta a Ramón, un sexy carnicero lleno de sorpresas. Fran tiene grandes dotes para la comedia y una voz privilegiada que estoy seguro arrancará el aplauso en su momento estrella de la obra.


¿Y qué decir de esas dos espectaculares musas que completan esta equipación?

Mis musas son “dos entes, ninfes, fantasmes invisibles, unas musas ‘cis’ de manual con muy poca cosa natural”, así presentamos a Julio Bellido y Alberto Zimmer –más conocido por su personaje drag Pupi Poisson–, dos piezas clave en toda esta historia. Su comicidad entre ellos, su profesionalidad y sus tablas hacen que sean los mejores encargados para conducir esta locura.


Para ustedes, uno de los grandes momentazos más divertidos de la función se produce cuando…

Elisa: Hay varios momentos muy divertidos, pero la llegada a casa del carnicero del barrio y todos los equívocos que eso provoca es uno de ellos.

Pepa: ¡De momentos locos en esta función vamos bien servidos! Pero, casi al final, hay una escena que soñó el director y autor Jose Warletta y que, a mí, me divierte muchísimo…

José: Cuando aparece en escena un ‘cigarrillo medicinal’ (risas).


¿Y uno que provoca un pellizco en el corazón?

Elisa: El momento que Eva Diago lee la carta del padre muerto. Es una canción que pone los pelos de punta.

Pepa: ¡La maravillosa Eva nos emociona cada día!


Esa frase de sus personajes que les llena la boca cada vez que la pronuncian:

Pepa: “Amén”.

Elisa: “Nena, aquí dentro hay más hombres que fuera”.


José, ¿en qué se nota la mano del gran Juan Luis Iborra, dónde han querido poner el foco desde la dirección que él y usted comparten?

José: La mano de Juan Luis Iborra está en cada escena, en cada instante. Él es mi mentor y le debo mucho en mi vida profesional. No sé si todas las ideas que compartimos y la similitud de lo que pensamos vienen desde antes de conocerlo o después. Hacemos buen equipo, nos respetamos, nos queremos y, desde luego, admiramos nuestra creatividad. Tanto a él como a mí nos gusta que todo tenga alma, que, aunque sea una comedia, haga remover las entrañas de lo emotivo. Soy el mayor fan de Iborra.


En suma de todo, ¿por qué motivos recomiendan este estreno a los amantes del buen teatro?

José: Cuando se conjugan estrellas de la comedia con maestros como Juan Luis Iborra –codo a codo en la dirección–, David Ordinas en la música, Juanjo Llorens –que se encarga de las luces–, Pizarro Estudio creando una fantasía de escenografía, el vestuario que lo firma Maca Casis, los bailes coreografiados por Luis Santamaría y Carol Gómez, todo ello en el Teatro Lara, el espectáculo está asegurado, ¿no crees?

Pepa: Porque es una obra donde lo exagerado, un cadáver y las emociones fuertes hacen que explote la comedia. ¡¿Alguien se la perdería?!

Elisa: Porque reírse siempre es muy sano. Y porque en “Los tacones de Papá” descubrimos que la religión mal entendida hace mucho daño. Es un grito de libertad lleno de música y canciones.


“Los tacones de papá” es ese bebé que promete dar mucha guerra, pero ¿cómo es el presente de sus otros éxitos ya consagrados que siguen en cartel, José?

José: “Santas y Perversas” lleva más de un año triunfando en Bulgaria, al igual que otra de mis obras: “Mi Turno”. De hecho, actualmente hay dos piezas más en proceso de traducción que se estrenarán este año. Y me gustaría, si es posible, recalcar que ambas obras –”Santas y Perversas” y “Última Planta”– están colgando el cartel de todo vendido casi todas las semanas en el Teatro Lara desde hace tres temporadas.

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