Si tuviera que definir esta pieza en una sola frase, ¿cómo lo haría?
Puro teatro brillante, ameno e inteligente.
¿Qué temas aborda la obra?
Ambos personajes hablan de literatura, de teatro, de amor, de religión, de política, de pintura, de música, de libertad y de responsabilidad individual y colectiva, de fanatismos, de pobreza, de guerra, de paz, de la dificultad de publicar, de la libertad de pensar contra la fuerza del poder, común a todas las épocas, de la estrategia, de la manipulación, de la mentira, de que los regímenes cambian pero que las motivaciones de los hombres siguen siendo las mismas… es decir: hablan de la vida.
¿Cómo se presenta su personaje?
Al levantarse el telón, lo primero que ve el público es la peluca de Voltaire y, acto seguido, su castillo de Ferney reproducido en un tapiz que nos sitúa de inmediato en el lugar del encuentro. La peluca, el tapiz y el traje de Armenio con el que viste Rou-sseau son los tres únicos signos teatrales calcados de la realidad. He orientado el trabajo exclusivamente a la esencia del discurso. He huido voluntariamente de cualquier teatralidad para ir directo a la identificación con el texto, a su esencia, para transmitir al espectador con máxima claridad el pensar, el espíritu, las ideas y el concepto de sociedad que defienden.
Esa frase irresistible de su texto:
Hay muchas, por no decir todas. Me siento muy volteriano. Ama la pintura, la escultura, el teatro –¡cómo no!–, la paz, la tranquilidad, el campo y la poesía. ¡Ojo, Voltaire es un grandísimo poeta!
¿Quién y cómo es el personaje que coprotagoniza este espectáculo?
Es Pere Ponce, incandescente, que vestido de Armenio da vida al espíritu de Rousseau.
El gran momentazo de la obra, ese que despierta suspiros entre el respetable, podría ser…
Hay distintas clases de suspiros por parte del público durante la representación. En mi opinión la obra no es nada maniquea, el público cambia continuamente de bando: un momento está del lado de Voltaire, otro del lado de Rousseau, así hasta el final. Los dos momentos principales podrían ser los que tienen relación con el suspense que hay en la obra. El primero lo provoca Rousseau cuando confiesa un secreto que aquí no puedo desvelar, y el segundo cuando Voltaire confiesa el suyo, que tampoco aquí puedo contar. Pero no es esto la más significativo. Lo importante es el contexto y la época en la que estos dos grandes genios se enfrentan. Aclaremos que la obra no tiene nada de ficción, sólo que el encuentro de los ilustres ilustrados nunca sucedió, ni en Ferney ni en otro lugar. Pero todo lo que dicen les pertenece. Está en sus obras y en su enorme correspondencia. Por eso el debate o, si queremos, la disputa e incluso la bronca es tan brillante, instructiva y actual. Apenas venticinco años antes de la Revolución, bajo la monarquía absoluta de Luís XV y la reinante Inquisición, estos dos genios, con un concepto radicalmente opuesto de sociedad, hablan de igualdad, libertad y fraternidad.
Además de interpretar, usted firma la versión y la dirección de este espectáculo. ¿Cómo surgió el proyecto, qué le inspiró a encabezarlo y cuál ha sido su recorrido hasta llegar al madrileño Cofidís Alcázar?
La traducción magnífica es de Mauro Armiño, que por cierto ha publicado las obras más importantes de estos dos grandes filósofos. Leí el texto de Jean-François Prévand poco tiempo después de que se estrenara en París en 1991 y me encantó. Y, como suelo hacer con los textos que me enamoran, me lo guardé debajo de la almohada hasta enero de 2016, mes de mi cumpleaños, que me hizo pensar que ya le tocaba el turno a Voltaire. Se lo propuse a Ernesto Caballero, director del CDN, que muy generosamente de inmediato aceptó. Estrenamos la obra en el María Guerrero el 12 de enero y se agotaron las localidades de todas las funciones durante las siete semanas programadas. Enrique Salaberría me ofreció reponer la obra esta temporada y ahí estamos, Pere Ponce y yo, en el Teatro Cofidis-Alcázar, felices.
Aparte de esta pieza, ¿podemos encontrarle en algún otro proyecto actual o próximamente?
Tengo varios, sí, pero tiempo al tiempo; con este Voltaire estaré de gira hasta las navidades de 2019.