Entrevista a Juan Mayorga y Lola Casamayor por María Luisa

Su piso, sus desplazamientos en transporte público por la ciudad, su merodeo ante la puerta de un salón de baile, las conversaciones telefónicas con su amiga Angelines… María Luisa es una señora entrada en años que vive sola y que disfruta de la vida. Una conversación casual con el portero de la casa provoca una sucesión de escenas que, con mucho humor y un tono entrañable, nos permitirán descubrir de cerca el mundo de esta curiosa señora. El gran Juan Mayorga firma y dirige esta comedia, su primera obra nueva desde que asumió la dirección artística de La Abadía, que protagonizan Lola Casamayor, Juan Codina, Paco Ochoa, Juan Paños, Marisol Rolandi y Juan Vinuesa. Charlamos con autor y personaje, con director y actriz, sobre una pieza que, seguro, nos hará reír y emocionarnos a partes iguales. Por VANESSA RAMIRO. Fotos JAVIER NAVAL
 
Uno de los regalos de mi último cumple-años ha sido el teatro de Juan Mayorga de 1989 a 2014. En una nota dice que escribe buscando a otros. ¿A quiénes ha encontrado escribiendo “María Luisa”?

Juan: He encontrado, sobre todo, a mujeres mayores que viven solas. Y a personas de cualquier edad que tienen ganas de bailar.


Imagino que alguna historia de calle, de metro o de autobús prendió la chispa de este texto. ¿Nos la cuenta?

Juan: Un amigo, portero, me contó que había aconsejado a una señora mayor que vive en su casa poner más nombres en el buzón para que los ladrones no supiesen que vivía sola. Ahí se disparó mi imaginación.


Que esta sea su primera obra nueva desde que asumió la dirección artística de La Abadía debe ser especial, ¿no?

Juan: Lo es. Siento una triple responsabilidad, como autor de la obra, como su director de escena y como director artístico que la programa. Ojalá los tres hayan acertado.


¿Por qué una comedia?

Juan: No sé si “María Luisa” es una comedia. Solo me atrevo a decir que hay personas que se han reído al leerla o al verla en los ensayos. En nuestro tiempo, como en todo tiempo, hay motivos para la risa y para el llanto, para la desesperanza y para la esperanza. Cuando pienso sobre ello, siempre intento recordar una expresión del filósofo Walter Benjamin, el cual hablaba de “organizar el pesimismo”. Si no podemos ser optimistas, al menos, organicemos nuestro pesimismo.


¿Lo de Lola con María Luisa fue flechazo?

Lola: Sí, tal cual, un flechazo. En la primera lectura fui descubriendo todo y en la segunda, conociendo ya el estilo, la trama y los personajes, la historia se me abría como una deliciosa flor.


En la playlist de María Luisa suenan desde Sinatra, Mocedades, Rocío Jurado o Gloria Gaynor hasta Sonia y Selena, Alaska o Nirvana. ¡Menuda mezcla!

Lola: Me encanta este listado que ha hecho el autor, música de diversas épocas vividas, para diferentes momentos: Sinatra, baile agarrado; Selena, baile suelto; Mocedades, un grupo tan diferente; la modernez de Alaska, que la fascina; Rocío Jurado y su ola; Nirvana para imaginar que va en un coche por carretera desierta de EE.UU. con la cabellera al viento; Gloria Gaynor y su himno “I will survive”, que la llena de energía… Muchas facetas, como las que tiene ella.

Juan: Creo que todas esas canciones, tan diversas, tienen algo en común: expresan ganas de vivir. María Luisa quiere vivir.


¿Qué es “María Luisa” y de qué habla?

Juan: Es una obra sobre la vejez y el deseo, sobre la soledad y la imaginación.

Lola: Habla de la soledad de una mujer mayor, soledad mitigada por su exuberante imaginación, a la que deja volar, pero que adquiere vida propia y no siempre vuela como ella desearía. Ayudada por el portero, su ángel de la guarda, y por su amistad con Angelines, un pilar en su vida.


Vejez, soledad, edadismo. ¿El teatro puede ser la receta para entendernos?

Juan: El teatro nos ayuda a prestar atención. Sobre todo, nos ayuda a prestar atención a los otros. Nos ayuda a prestar atención, por ejemplo, a esa señora mayor que vive sola con la que nos encontramos en las escaleras. Esa señora, como todo ser humano, es un misterio.

Lola: El teatro lo veo como un espejo que nos da una visión de nosotros a través de una historia representada; los espectadores la ven, la vemos, y cada uno la recibe y la aprecia de una manera, y ya el entendimiento se dará según las personas. Pero el hecho de haberte acercado a la visión de otro, ya te amplía la perspectiva y te abre.


Lola, ¿cómo es María Luisa?

Lola: Muy vital. Es divertida, entrañable, disfrutona, mentirosilla a veces, con su puntito egoísta, abierta, imaginativa, presumidilla, curiosa y algo cotilla. A veces se aburre y lamenta no haber hecho más cosas, no haber seguido más sus deseos. Pero ahora se va a enfrentar a ellos e intentar satisfacerlos en esta deliciosa aventura nocturna que cuenta la obra.


Juan, ¿cómo son el resto de personajes?

Juan: Raúl, el portero, vive para cuidar a sus vecinos, a cada uno de ellos. Angelines, la mejor amiga de María Luisa, tiene los pies un poco más cerca de la tierra. Beckenbauer, general latinoamericano en el exilio, prepara una gran acción. El poeta Azzopardi quiere ser palabra y nada más. Y Olmedo es un caballero de los de antes al que, como a Valle, le ha fallado la época.


¿Y su puesta en escena?

Juan: Mi deseo era que todo se pareciese a la mirada de María Luisa, que es ingenua y apasionada. Mi trabajo fundamental ha sido acompañar a seis actores maravillosos, siempre dispuestos a jugar.


Lola Casamayor, Juan Codina, Paco Ochoa, Juan Paños, Marisol Rolandi y Juan Vinuesa. ¡Menudo elenco!

Juan: He tenido una suerte tremenda de contar con seis actores de tanto talento, tan creativos y tan generosos. He disfrutado muchísimo con ellos.


Lola, ¿cómo es trabajar con Juan?

Lola: Es un privilegio trabajar con alguien tan inteligente y abierto como Juan, con su extraordinaria escucha, que hace que todos nos sintamos absolutamente implicados en la aventura de poner en pie esta obra. Con su exquisito trato ha creado un excelente equipo y un ambiente de trabajo en el que el humor y el disfrute están muy presentes.


Director de La Abadía y del Corral de Comedias de Alcalá de Henares desde 2022. ¿El balance es positivo?

Juan: Estoy muy contento de la entusiasta respuesta que los espectadores de la Abadía y del Corral han dado a nuestra programación –en que aspiramos a la diversidad y a la excelencia– y a iniciativas como El Faro, Poetas, Cómicos, a las actividades de formación y a las exposiciones que hemos abierto en el Absidiolo. Todo ello es resultado del trabajo de un equipo formidable por el que me siento muy bien acompañado.


¿Con qué Abadía sueña Juan Mayorga?

Juan: Sueño con que los espectadores de La Abadía vivan grandes noches de teatro, llenas de acción, emoción, poesía y pensamiento. Y sueño con que La Abadía sea una casa muy abierta, una casa para el diálogo en que se hable sobre lo que a todos nos importa.

VENTA DE ENTRADAS

NOTICIAS RELACIONADAS

Lo más leído
REVISTA TEATROS GRATIS

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email semanal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas.