¿Cómo presentaría el Máster en Gestión Cultural ICCMU-UCM, qué le contaría de él a alguien que esté buscando opciones para embarcarse en el mundo de la gestión?
En el mundo de la gestión hay herramientas de trabajo imprescindibles, este máster te las aporta, además sabe mantener motivado al alumnado en su proceso de formación y se adapta a cada persona en función de sus objetivos profesionales. Algo que se enriquece con el grupo profesional con el que te conecta: su diversidad de orígenes, sus procedencias formativas y sus experiencias variadas, tanto en profesores como en colegas, te pone de lleno en contacto con el mundo de la gestión cultural.
¿A quién va dirigido? ¿Qué inquietudes, qué titulación, qué requisitos hay que reunir para estudiarlo?
A todo que aquel que sienta que puede o que tiene algo que manifestar a través de la cultura, en especial de la gestión de la música, el teatro y la danza. Independientemente de los requisitos que hay que reunir y que están accesibles en la página web del máster, es fundamental la inquietud que se respira entre el alumnado, las ganas de expresar en la práctica su ideario cultural, cada uno distinto, opuestos muchas veces y complementarios siempre. Es la constatación de la diversidad que implica la cultura.
Usted fue alumno de la quinta promoción y ahora es profesor. ¿Qué aporta este máster a sus alumnos, qué van a conseguir después de cursarlo?
Mi incorporación al claustro de profesores es un ejemplo de cómo la dirección y el equipo organizativo del ICCMU siempre están atentos al desarrollo profesional de sus alumnos, los del curso presente y los de años anteriores. Personalmente me ayudó a dar un salto cualitativo en mi trayectoria.
Muchas veces cuando hablamos de enseñanza y mundo profesional, vemos una brecha entre lo que estudiamos en la universidad y lo que luego se nos pide como profesionales en el mundo laboral. Además de exalumno y profesor, usted es director adjunto del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. ¿Qué le ha servido de verdad, prácticamente, a la hora de desarrollar su trabajo de lo que estudió en este máster?
El máster tiene una clara vocación práctica. Todas las clases se imparten con la mirada puesta en la praxis, lo que genera un número de herramientas y aptitudes que facilitan después el desarrollo profesional. Sin olvidar la capacidad que el máster tiene de lograr la integración de los estudiantes en el mercado una vez finalizados los estudios; es fácil comprobar que un alto porcentaje de exalumnos se incorpora a trabajar en las principales organizaciones y empresas culturales de nuestro país. Personalmente yo estaba en el Festival en el ámbito de la comunicación y gracias al máster pude hacerme cargo de la gerencia durante un periodo y en la actualidad entrar en el equipo de dirección de Ignacio García.
¿Qué herramientas son imprescindibles para su oficio de gestor? ¿Qué ha de tener el buen gestor del siglo XXI?
No hay nada más vivo y actual que la gestión cultural. La cultura se renueva y recicla continuamente, sus ingredientes van variando a favor de los tiempos y en continua comunicación con la sociedad que le es contemporánea. El conocimiento cultural histórico es necesario pero un hecho tan vivo como la cultura requiere de un análisis profesional que nos ayude a focalizar la mirada en un mundo que aúna diversidad, contradicciones y polémica.
En el caso concreto de gestionar un ámbito escénico, de desarrollar una programación, necesitamos de unos conocimientos basados en la historia de los textos, en el desarrollo de la actividad escénica y en el entorno para el que trabajamos. Un buen gestor debe diseñar una programación en base a un público que debe conocer para alimentar, remover y preparar. No olvidemos que la naturaleza de la representación teatral asume, consume y absorbe los nuevos inventos del arte y la tecnología, los usos y costumbres de la sociedad de cada momento.
Estas herramientas provocan que el desarrollo profesional debe ser continuo, la respuesta a las cuestiones planteadas por la sociedad y la demanda que esta tiene de la música, el teatro y la danza, no solamente no se responden con referencias ególatras, sino que el buen gestor debe saber observar y escuchar la demanda de la sociedad en la que le ha tocado vivir y gestionar.
¿Cuál es la filosofía y cómo es el plan de estudios?
Esta pregunta le correspondería al director del ICCMU y del máster, Álvaro Torrente, pero me consta que la filosofía del máster se basa en tener criterio sobre el sector al que va destinado, en mantener un buen equipo directivo, en contar con invitados adecuados y en su continua relación con el sector, además de desarrollar un control de calidad continuado a los docentes.
Aparte de las materias que desarrolla, este máster tiene un elevado número de convenios y acuerdos con instituciones, organizaciones y empresas culturales que favorecen la oferta de prácticas diseñadas según el interés individual. A esto se suma una bolsa de empleo atractiva para alumnos y que también tiene una alta difusión entre los exalumnos.
El máster ha mantenido a lo largo de su existencia un alto nivel de preparación del alumnado, y su relación continua con el ámbito profesional al que se destina, lo que ha provocado una de las más exitosas fórmulas de incorporación laboral: unas prácticas imbricadas en el devenir profesional del sector cultural; y que no solo conlleva la típica práctica temporal, sino que integra al estudiante en el mercado con una fluidez poco común.
¿Y cómo es el profesorado del máster y cómo describiría la línea pedagógica?
La presencia del profesorado en el sector cultural es incuestionable. Pero lógicamente es una pregunta que implica la respuesta del alumnado, parece que esta es positiva dada la demanda que el máster tiene. La preparación desde el profesorado es la adecuada siempre que esta implique un alto índice de responsabilidad a la hora de responder a las cuestiones que preocupan al alumnado, como es el caso.
La línea pedagógica se basa en una metodología docente que integra equilibradamente teoría, práctica profesional y ejercicios de simulación de gestión de organizaciones. Además, está en revisión y modificación constante el programa curricular, según los cambios sociales y tecnológicos que nos están tocando vivir.
El máster viene con el sello de la Universidad Complutense de Madrid. ¿Cómo es la relación entre universidad y artes escénicas?
De antiguo viene la vinculación de la Universidad Complutense de Madrid con las artes escénicas, yo mismo estudié filología hispánica en ella porque en la especialidad de literatura española siempre han estado los especialistas teóricos más destacados del mundo del teatro. Y no en vano, en la actualidad, es la sede del Instituto del Teatro de Madrid (ITEM) y del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU).