Hoy, a casi cuatro décadas de su estreno, para quien no la conozca: ¿qué historia propone la mítica “¡Ay, Carmela!”?
María Adánez: La de Carmela y Paulino, dos artistas de varietés que son detenidos por los nacionales. Ellos cruzan las líneas del bando republicano al bando nacional sin darse cuenta y son detenidos y obligados a actuar para Franco y sus militares, representando su obra pero manipulada y tergiversada a favor del bando nacionalista.
¿Qué grandes temas y sentimientos se respiran en esta mítica función?
María: Temas y sentimientos muy diversos. El gran tema de la pieza, el fundamental que creo que fue el motor del autor Sanchis Sinisterra para escribirla, es el de la memoria histórica. Carmela aparece muerta para recordarle a Paulino, para recordarnos a los vivos que, en cuanto tenemos la panza llena y nos ponemos corbata, nos olvidamos de todo. Y hay cosas que no se pueden olvidar. Es muy importante recordar nuestra historia para no cometer los mismos errores.
Pepón Nieto: Este es un clásico contemporáneo muy oportuno ahora mismo, porque desgraciadamente hay una guerra ahí al lado, en Ucrania, donde vemos todos los días en el telediario cómo la gente sale de su casa y pasan al lado de cadáveres en la acera. Lo vemos como una película, pero no lo es. Y además hay muchos discursos terribles en la función que Sanchis Sinisterra explica y se parecen mucho a los que desgraciadamente oímos no solo en la calle, si no en las instituciones como el Congreso, esos discursos de odio que llevan a esos tipos de fascismo y situaciones que, esperemos, no vuelvan a ocurrir.
¿Cómo son sus personajes en la función, qué rasgos y conflictos les caracterizan?
Pepón: Paulino es el pragmático frente a Carmela, que tiene ese sentido de la justicia y de la libertad casi naif. Él es más superviviente, necesita sobrevivir por encima de todo y eso le convierte, muchas veces, en una persona demasiado prudente, un cagón, como le llama Carmela. Él sabe que la vida ha perdido mucho valor en la contienda, que cualquiera te puede pegar un tiro en cualquier momento y que la vida vale el valor que le quiera poner la pistola. El personaje pasa por muchos sitios, es poliédrico, pero entronca mucho con quiénes somos como sociedad y cómo nos enfrentamos a las cosas. Nos veremos muy reconocidos en ambos.
¿Cómo es la relación entre ellos?
María: Es maravillosa porque, como dice José Carlos Plaza, es una pareja que discute mucho, pero se quieren mucho. En esa tensión es donde reside su pasión y divertimento. Paulino es el gran cagón y Carmela la mujer valiente. Siendo muy distintos, se quieren un montón.
Para ustedes, uno de los grandes momentazos de la pieza se produce…
Pepón: Cuando Paulino le pregunta a Carmela que por qué lo hizo, que qué necesidad tenía, que podrían estar vivos si ella hubiese terminado el número final y santas pascuas. Ese momento es, para mí, el más emocionante, porque Paulino le echa la culpa pero, también, sabe que no estuvo a la altura de ella para defenderla.
María: Para mí, el gran momento es cuando los dos protagonistas hacen el show, la velada patriótica y artística, el espectáculo para los militares. En ese momento el público empatiza al 100% y se lo pasa pipa, sobre todo en el número del mago Pau-li-ching y su ayudante Kal-men-lang. Es un momento hilarante y divertidísimo. Y otro sería cuando Carmela canta “Suspiros de España”. Y en el epílogo con ese final tan redondo y tan emocio-nante, cuando Carmela se despoja del mundo de los vivos y se entrega a los muertos hablando con los milicianos.
¿Qué destacarían de la dirección de José Carlos Plaza en este proyecto?
María: Él ha puesto el foco en la sencillez, en la humildad y en acercarnos lo más parecido posible a ese momento real. Por ejemplo, el vestuario de Carmela está hecho con unas cortinas como dice el texto. Hemos querido hacer un montaje muy honesto, nada pretencioso. Y también en la parte más psicológica, en el sentido de la culpabilidad de Paulino. Todo de una autenticidad que me gusta mucho.
¿Qué opinión les suscita el trabajo artístico de su compañero/a en escena?
Pepón: María es una amiga, una compañera estupenda y una gran actriz que trabaja desde la verdad absoluta. Estamos disfrutando muchísimo de la función. Esta es una obra de actores y nosotros llevamos la función con tanta emoción, que solo necesitamos mirarnos.
María: Pepón hace un Paulino excepcional, siempre me lo había imaginado en ese personaje porque, para mí, tiene esos dos requisitos que demanda el personaje: esa parte cómica, esperpéntica, más cobarde y más pusilánime y, a la vez, toda la fuerza y dignidad que tiene su rol. Es un cómico espléndido y aquí nos va a sorprender por esa fuerza dramática que él tiene.
Una anécdota curiosa o divertida vivida en pleno directo de “¡Ay, Carmela!”:
María: Hay un vaso en la escenografía que Pepón utiliza en un momento dado, pero un día, en ese clink clink que hace con el vaso, se hizo añicos y se rompió por todo el escenario. En ese momento, en el personaje de Carmela, cogí una escoba que estaba también en la escenografía y me puse a barrer pensando lo que nos quedaba de función por delante y que no podía estar el escenario lleno de cristales. Pude barrer y remontar la escena, la gente no notó nada y no nos salimos del texto!
En definitiva, ¿por qué recomiendan esta función a los amantes del buen teatro?
María: Porque es deliciosa, escrita tierna, divertida, hilarante, brillante. Lleva al espec-tador por momentos donde se te agarra el corazón y se te encogen las tripas.
Pepón: Porque el teatro tiene que hacer que salgas cambiado, ha de ser algo transformador, y esta función lo consigue, te va dando pellizcos continuamente, te hace pasar de la risa a la emoción más absoluta, porque es una tragedia de nuestra sociedad, de lo que no está resuelto.
Aparte de la gira de “¡Ay, Carmela!”, ¿en qué otros proyectos podemos encontrarles actual o próximamente?
Pepón: Tengo pendiente de estreno dos series: la segunda temporada de “30 monedas” de Álex de la Iglesia en HBO y “Los enviados” para Paramount, que dirige el argentino Juan José Campanera, así que estoy muy feliz, ¡no me da tiempo a más…!
María: Tengo el estreno de la película “Invasión” de Guillem Clua y otro proyecto de teatro con Ernesto Caballero:“Brainlift”.