Ha dicho Tolcachir que esta pieza habla de seres con la vida por delante que no saben qué hacer para que aquello tenga sentido. ¿Alguna vez se han sentido así?
Natalia: Claro que me he sentido así en algún momento y dependiendo de mis circunstancias. Y, en general, actualmente con la situación que estamos viviendo hay mucha gente sintiéndose de esta manera.
Carlos: Difícil no pensar en el sinsentido de la vida en estos momentos cuando ves el desgarro de la guerra y a miles, millones de personas dejando atrás todo para huir de su país.
Carmen: Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido así. En estos días tan convulsos que estamos viviendo es muy fácil sentir incertidumbre y miedos.
Nuria: No estoy segura de que uno tenga que tener la certeza de cómo tiene que ser la vida, sino que se va armando con la propia experiencia y es muy lícito sentirse perdido, desubicado o equivocarse en esa búsqueda.
Gerardo: Hoy en día, a la velocidad que vivimos, creo que todos por momentos perdemos el sentido de la vida. Y el trabajo está en encontrar lo maravilloso en lo cotidiano, en los vínculos, en la familia, en los amigos, en lo que cada uno tiene para registrarlo y que eso pequeño sea dador de sentido.
Hablamos de esto porque Tolcachir vuelve a Madrid con “Tercer cuerpo”.
Gerardo: “Tercer cuerpo” cuenta cinco soledades, cinco personas que no tienen herramientas o no saben que las tienen para vincularse. Nos enfrenta a lo patéticos que podemos llegar a ser a veces.
Carmen: Habla de la soledad, los amores, los deseos y los dolores de la vida.
Natalia: Es un drama con grandes dosis de humor negro muy despiadado. Nos enfrenta a la soledad, la infelicidad, el fracaso, la rutina, el miedo, la resignación. Sentimientos con los que todos podemos sentirnos identificados en algún momento.
Nuria: Claudio define “Tercer Cuerpo” como “la historia de un intento absurdo” y me encanta esa definición porque los personajes se esfuerzan mucho por conseguir sus objetivos desde una incapacidad que provoca mucha ternura. Se palpa la soledad y la necesidad de amar en todos ellos.
Carlos: Sí, la pieza nos enfrenta a nuestra propia soledad, creo, a lo poco o nada que somos en realidad, pero lo hace con un humor y una sutileza maravillosas.
Los personajes recuerdan un poco a los de Chéjov, pero ¿por dónde se cuela el humor en esta pieza?
Natalia: Yo creo que hay mucho humor en las obras de Chéjov a pesar de que los montajes son generalmente demasiado solemnes. El humor aquí se cuela constantemente.
Carlos: Por todas partes, pero de una manera enormemente inteligente. De hecho Claudio nos pide que no subrayemos, que no busquemos el gag, no hacer gracia, sino que cada espectador recoja al vuelo aquello que le pueda llegar.
Carmen: Las situaciones que se suceden en esta pieza, trabajándolas como Claudio las ha escrito y dirigido, son tan cotidianas y rocambolescas a la vez que por supuesto están cargadas de humor. El humor es lo que siempre salva al ser humano en los momentos más complicados.
Nuria: El humor está muy presente y puede resultar bastante incómodo, ya que se cuela en los momentos en los que los personajes están más expuestos o vulnerables.
Gerardo: Justamente el humor entra por ahí, por lo patéticos que somos. Hasta dónde llega uno por sentirse querido, por sentirse merecedor de afecto. Y Claudio sabe exponerlo de manera magistral en esta obra, arma el engranaje para poder reírse del patetismo y poder reírse y querer a seres incapaces de vincularse.
Háblennos de sus personajes.
Natalia: Sandra es una mujer con un deseo muy profundo de tener un hijo. Siente que es lo único que daría sentido a su vida. Es muy hermética, distante, no soporta estar frente a situaciones de vulnerabilidad, se ha creado un muro para no sufrir.
Carlos: Héctor es un hombre que ha vivido siempre con su madre, inmaduro, inseguro, con poca o casi nula facilidad de palabra, un hombre que de golpe descubre quién es y no acaba de saber cómo manejar todo lo que se le viene encima.
Carmen: Moni es una mujer inteligente, cariñosa y con mucho afán por ayudar a los demás. Esto en algunos momentos le hace ser desubicada y meterse demasiado en la vida de los otros. Es muy tierna y está siendo un disfrute interpretarla.
Nuria: Sofía es una chica enamorada que va a luchar por su relación cueste lo que cueste. Ve en su pareja todas las cosas bonitas que él no es capaz de ver de sí mismo. Movida por todo el amor que siente, va a intentar, de alguna manera, salvarle y demostrarle que va a estar siempre ahí olvidándose del precio emocional que eso supone.
Gerardo: Manuel es un ser que no puede, ni sabe, vincularse con los otros. No tiene idea de cómo hacerlo. Lastima, agrede, quiere, todo al mismo tiempo. Es incapaz de pensar en lo que necesita el otro. Le mueven los impulsos, impulsos que él mismo no comprende.
Y al frente del barco, todo un referente de la escena de Buenos Aires y desde hace años también aquí. ¿Cómo son el Tolcachir autor y el Tolcachir director?
Natalia: ¡Afortunadamente son la misma persona! No puedes separar al autor del director. La obra teatral que más me impactó fue “La omisión de la familia Coleman” y después de verla me dije a mí misma que ese era el tipo de teatro que yo quería hacer. Y cuando digo esto me refiero obviamente a Tolcachir en todas sus facetas. Trabajar con él es un regalo y una suerte. Saca cosas inesperadas de cada uno de nosotros. Es un ser extremadamente creativo y sensible. Muy respetuoso con el actor.
Gerardo: El Claudio autor desaparece cuando dirige. Él mismo dialoga con su obra, permitiéndose modificar lo que cree necesario y permitiéndole a los actores perder el respeto al texto. Es como si el autor fuese otro.
Carlos: Claudio es actor, además de autor y director. Es delicioso ver su cara cuando dirige, su emoción, su amor por lo que hacemos, su minuciosidad por todo, por cada intención, cada detalle. Y su generosidad, nos ha permitido jugar cada día, nos ha llevado delicadamente al lugar que él quería, con mucho amor. Claudio es amor por el oficio y se nota en el resultado.
Carmen: Es un director que trabaja desde el amor y el respeto al actor. Está siendo un proceso increíble. Lo defino en una frase: “Cómo me gusta equivocarme para que Claudio me corrija”. Porque él siempre deja al actor ser creador y trabaja desde lo lúdico sin perder el rigor. Es un gran director y una persona muy especial.
Nuria: No sabría si definir a Claudio como un genio, un mago o un dios. Tiene la capacidad de convertir lo que podría ser un reto para un actor en algo muy sencillo y lúdico. En los primeros ensayos me sorprendía la facilidad y rapidez con la que fluía el proceso. Sin forzar nada, la obra se iba dibujando sola, me ha parecido de lo más mágico. Me ha llevado a lugares por los que no había transitado antes. Nunca un director había depositado tanta confianza y libertad en mí. Confía en lo que cada uno puede aportar, para él el texto y el teatro están vivos.
En un juego de espacios y tiempos que se superponen, surgen las palabras que desnudan la intimidad de los personajes. ¿Estamos olvidando el poder que tienen las palabras para conformar lo que somos? ¿Cuánto de peligro hay en ello?
Natalia: Desgraciadamente a veces olvidamos el poder de las palabras. Nunca se las lleva el viento.
Carlos: En “Tercer Cuerpo” las palabras se mezclan, se superponen como tantas veces en la vida, es un juego coral a 5 voces que llegan en muchos momentos a ser una sola. Y eso me parece precioso.
Carmen: El poder de las palabras en esta función es muy potente, pero también los silencios. Los silencios cuentan muchísimas cosas en esta pieza.
Gerardo: Las palabras construyen y aquí, en esta vorágine de tercer cuerpo, construyen como pueden. Es complejo tener la capacidad y la lucidez para decir con palabras todo lo que uno siente y desea.
Imagino que era complicado decir ‘no’ a semejante proyecto… ¿Se lo pensaron mucho?
Natalia: Creo que tardé 10 segundos, los que empleó en decir Ana Jelin, “tengo un proyecto de Tolcachir para vos”. ¿Qué tenía de especial? Tolcachir.
Carlos: Imposible decir no. Por mucho que en mi caso haya sido un maratón de ensayos en Madrid y funciones en Galicia cada fin de semana. Era imposible decir que no, al contrario, agradecer a Rosa Estévez, la directora de casting, que haya propuesto mi nombre a Claudio y a él por la confianza en mí para hacer este trabajo tan hermoso.
Carmen: Es imposible decir ‘no’ a este proyecto. El texto, los compañeros, el director…. Todo es un 10. Mi único miedo era poderlo compaginar bien con “Amar es para siempre”, serie diaria en la que estoy trabajando. Tanto en la serie como Claudio y PTC me lo han puesto muy fácil para poder compaginar ambas cosas.
Nuria: Conocía las obras de Claudio y me ha dado clases en sus talleres de Timbre 4 por lo que trabajar con él para mí era lo máximo a lo que podía aspirar como actriz. Cuando me ofrecieron el proyecto, no me lo acababa de creer y pedí a mi representante que llamara para asegurarse de que era una propuesta en firme. Obviamente dije que sí sin leerme la obra ni saber nada del personaje. Al leerla me fascinó pero ya solo el hecho de trabajar con Claudio es una experiencia muy bestia en sí, tanto a nivel personal como profesional.
Gerardo: La posibilidad de hacer esta obra aquí en Madrid y con semejante equipo no permite un solo gramo de duda (risas). Y como regalo conocer semejantes compañeros tan hermosos es una experiencia maravillosa.
¿En qué más andan? ¿Hay otros proyectos a la vista que puedan contarse?
Natalia: Si los cuento se gafan…
Carlos: Pues en este momento solo en esto, y mejor asi porque el año pasado fue un no parar. Y con un proyecto teatral para el 2023 con un texto que me ha regalado Domingo Villar, el autor de novela negra. Su primer texto teatral. Si todo va bien y hay salud, con ello estaremos cuando termine la gira de Tercer Cuerpo, una gira que espero larga y divertida con mis queridas Natalia, Carmen, Nuria y Gera.
Carmen: Estoy grabando la temporada 10 de “Amar es para siempre” y estaremos con “Tercer cuerpo” en el Infanta Isabel. Más feliz no puedo ser.
Nuria: Estoy grabando una nueva serie y a punto de estrenar la cuarta temporada de “Madres” en Amazon.
Gerardo: En paralelo, sigo con las clases en Timbre 4 madrid y en Som Academy. Disfruto de dar clases, del encuentro con los deseos de los alumnos y poder ayudar a que su camino en el teatro sea un disfrute.