20 de noviembre de 1975. Carlos Arias Navarro pronuncia aquello de “Españoles, Franco ha muerto”. ¿Qué cambia para las mujeres esa frase? ¿Cuáles eran las esperanzas?
Al morir Franco, se abre por fin la posibilidad de salir de una dictadura de 40 años en la que las mujeres no tienen derechos, en la que los hombres tienen el poder absoluto, en la que la Iglesia nos considera unas pecadoras. Las esperanzas para muchas mujeres son las de poder vivir en igualdad con los hombres y poder ser independientes sin ser castigadas por ello tanto legal como moralmente.
Franco ha muerto, pero el patriarcado, el machismo siguen vivos. ¿Qué retrato trazan ustedes de las mujeres de hoy? ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre aquel momento histórico y el que nos ha tocado vivir a nosotras?
Que dependiéramos de nuestros padres o maridos para conducir o trabajar o que el uso de anticonceptivos fuese un delito penalizado por la cárcel (esto último siguió vigente en la transición) nos parece hoy en día una aberración, nuestros cuerpos nos pertenecen más, tenemos, desde 2010, derecho al aborto pero estos cambios se han producido hace bien poco, después de mucha lucha y algunos siguen sin estar consolidados. Tenemos que seguir luchando por la igualdad de género a nivel legal, laboral y educacional.
“Paciencia, nos dijeron, es el tiempo de la democracia, no del feminismo”. Ya han pasado más de 40 años. ¿Ha cumplido España sus promesas de igualdad?
Creo que se ha avanzado mucho en cuanto a derechos humanos universales se refiere, tanto para las mujeres como para muchos otros colectivos, pero sigue habiendo desigualdad en las condiciones laborales, y algunas leyes como “la ley sobre delitos sexuales” necesitan ser cambiadas. La violencia de genero sigue muy presente y creo que es fundamental combatirla desde el ámbito educativo. Da mucha pena ver como hoy en día se están volviendo a escuchar voces que nos quieren volver a llevar a una sociedad arcaica de la que tanto costó salir.
Hablamos de todo esto porque a finales de febrero estrena como coautora y actriz “Españolas, Franco ha muerto”. Cuéntennos algo de este espectáculo, ¿cómo lo definirían y de qué habla, a qué nos enfrenta?
La coautora es mi compañera Jessica Belda junto a Ruth Sánchez, yo sólo actúo. Este espectáculo expone que la transición, en cuanto a feminismo se refiere, no tuvo la apertura que prometía, no rompió con el modelo de sociedad patriarcal y se continuaron cometiendo graves injusticias. Nos enfrenta a una visión muy poco contada de la transición.
La reina Sofía, Carmen Franco y las hermanas Koplowitz son contrapuestas al anonimato y la colectividad del asociacionismo feminista y a muchas mujeres fundamentales en el avance de nuestros derechos que no son suficientemente recordadas. ¿Cómo de necesario es este espectáculo y qué les diría a quienes defienden que la dictadura es una cosa del pasado que no ya no tiene interés?
Este espectáculo es muy necesario para escuchar voces que se han callado demasiado tiempo, mujeres que han dedicado su vida para que nosotras pudiéramos tener derechos que ellas no tuvieron. Es muy necesario saber de dónde venimos para no volver atrás y perder unas libertades tan duramente adquiridas.
Háblennos de su personaje (o personajes). ¿Quién y cómo es?
Tengo varios personajes; represento a una de las mujeres que fueron entrevistadas para este espectáculo porque luchó por el feminismo durante la transición, a Carmen franco, a una monja de patronato (siguieron los patronatos en la transición así como los robos de niños), a Don Landelino Lavilla Alsina, a Elena Francis y Juan Soto Viñolo y a Mayra Gómez Kemp. ¡como veis no tengo tiempo de aburrirme!
Si solo pudieran salvar un fragmento, una frase de este texto, ¿cuál sería? ¿Con cuál se queda y por qué?
Entrevistada: “Se pide paciencia, era el tiempo de la democracia, no del feminismo.” Porque creo que llevamos siglos de paciencia, una paciencia en la que nos han ido educando de generación en generación.
¿Cómo es Verónica Forqué como directora, qué nos diría de ella y del trabajo con ella?
Verónica es maravillosamente divertida y creativa, tiene un fantástico sentido del humor, las indicaciones que da desde su experiencia como la gran actriz que es, son para mi, un aprendizaje fascinantemente enriquecedor.