Licenciada en Historia Contemporánea, ¿cómo y cuándo le pica el gusanillo de la gestión cultural y de una opción encaminada a las artes escénicas?
La palabra TEATRO la recuerdo siempre en mi mente, no como modus vivendi, pero si cercano al deseo, a la inspiración y al entusiasmo. Cuando me licencié, sentí que era el momento de intentarlo, y me apunté a un taller de teatro en Granada. El profesor del taller tenía una compañía de teatro, y me ofreció a los pocos meses empezar a trabajar en la oficina, haciendo administración y venta, y acepté. El trabajo no era artístico, pero me acercaba al teatro, y desde ese momento, no me he separado, siempre desde la gestión, la distribución y la producción, pero íntimamente relacionada con el teatro como vocación.
¿Cuáles son las cualidades imprescindibles que tiene que tener el gestor cultural del 2021 y qué herramientas son imprescindibles para su oficio?
El gestor cultural del 2021 tiene que tener la mente despierta, el ánimo dispuesto y una vista larga, para proyectar a futuro, sueños, ideas, proyectos… y es un camino de largo recorrido. Las herramientas serán cada vez más tecnologías, las cualidades, han de ser siempre muy humanas, porque nuestra materia prima, no lo olvidemos, es la creatividad, el talento y la emoción.
Si uno tiene esta inquietud de la gestión, de dedicarse a esto profesionalmente, ¿cómo de importante es formarse? ¿Un proyecto saldría adelante con un gestor digamos autodidacta?
Un proyecto puede salir adelante sin formación, pero si la hubiera, estoy segura que saldrá mejor. La formación es aprendizaje y oficio. La formación es necesaria, sea autodidacta o reglada y lo más importante, continua, porque en nuestro oficio, siempre se ha de estar dispuesto a aprender.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir una escuela u otra, un máster u otro? ¿Qué motivó su elección por el Máster en Gestión Cultural del ICCMU, qué encontró en él, cuáles son sus señas de identidad?
Lo más importante de una Escuela es el enfoque curricular y por supuesto su equipo docente. Esto es desde mi punto de vista, lo fundamental, muy por encima de otros aspectos relacionados con el prestigio o con valores cuantitativos, porque a una Escuela se va a aprender, no a que te pongan un sello o una toga. Yo en el Máster encontré una oportunidad y la aproveché. Me abrió los ojos, descubrí una profesión, incluso me di cuenta que había gente como yo, que compartía intereses y hablaba un idioma parecido. Me sentí parte de una comunidad, integrada, aprendí a contar lo que quería hacer y ponerlo en valor.
¿A quién va dirigido? ¿Qué inquietudes, qué titulación, qué requisitos hay que reunir para estudiarlo?
Va dirigido a todos los profesionales del sector de las artes escénicas y de la música, que quieran aprender a sistematizar sus procesos, conocer experiencias, incorporar herramientas, etc. Hay que tener disposición al aprendizaje y a la puesta en común, se aprende compartiendo. El master es un mosaico de personalidades, un trampolín que te impulsa, una red que te da cobertura y una ventana que se abre al mundo profesional. El único requisito imprescindible es tomártelo en serio, con responsabilidad y no pensar que el master te va a salvar la vida, la suerte está escondida en el esfuerzo.
¿Cómo es, grosso modo, la forma de trabajo y el itinerario del curso?
De forma oficial, hay clases presenciales, proyectos a desarrollar de forma individual y en grupo. Pero además, se pueden conocer experiencias concretas de profesionales en activo, visitas y prácticas en proyectos o empresas, etc. La meta es mejorar las competencias, conocer, profundizar y poner en común información y conocimiento, para luego incorporarlo a los intereses concretos de cada alumno.
¿Y del profesorado con que cuenta este máster qué nos diría?
La voluntad del master es siempre elegir a los mejores, porque este es uno de los factores claves de éxito. La tansversalidad de la cultura exige un equipo docente con perfiles distintos pero complementarios, que además de conocimiento, acumulen experiencia.
¿Qué aporta este máster a sus alumnos, qué van a conseguir después de cursarlo?
Les aporta ideas, bagaje y contactos. El que solo venga por el título, habrá desaprovechado una oportunidad de oro. El máster es el pistoletazo de salida, es pasar por boxes, repostar y volver al camino.
Muchas veces cuando hablamos de enseñanza y mundo profesional, vemos una brecha entre lo que estudiamos en la universidad y lo que luego se nos pide como profesionales en el mundo laboral.¿Qué le ha servido de verdad, prácticamente, a la hora de desarrollar su trabajo de lo que estudió en este máster?
Lo que aprendí me demostró que no hay nada estanco ni categórico en la gestión, que tienes que tener el conocimiento y la experiencia para defenderte con solvencia. En mi caso, me llevé muchos compañeros, muchas risas, muchas ganas de seguir aprendiendo y una evidencia, el máster es un pasaporte, el viaje corre de tu cuenta.
MÁS INFORMACIÓN
Preinscripción y matrícula hasta el 25/VI y del 1 al 7/IX. Duración dos años: octubre 2021 – Junio 2023. Prácticas a medida y becas: Beca Kathleen López Kilcoyne; 6 becas del ICCMU del 50% de la matrícula y 3 de la SGAE-FEMP del 100% de la matrícula para trabajadores de Ayuntamientos.