“En la luna”, “La respiración”, ahora “El bar…”. Usted que ya lo conoce bien, ¿qué tiene de especial el teatro de Alfredo Sanzol?
Alfredo es un autor que te conecta con todo, te conecta con la realidad, con lo pasado, junta mucho la fantasía y la realidad y es muy emocionante decir sus palabras y ser dirigida por él. Es una maravilla, te hace sentir muy bien.
Ahora mismo está inmersa en “El bar que se tragó a todos los españoles”. Cuéntenos un poquito qué es, cómo definiría la obra y de qué habla.
Esta obra es una historia de crecimiento personal. Habla de la vida del padre de Alfredo, que fue cura en los años 60 y su lucha por salir de la Iglesia y lo que eso conlleva y su historia de irse a Estados Unidos cuando todavía era cura. Toda esta historia Alfredo la escuchaba en su infancia, eran anécdotas, aventuras de su padre, pero en realidad él nunca les contó que había sido sacerdote y lo que él quiere hacer ahora es restituir ese silencio y dar dignidad a su padre, aunque en realidad también esto es una historia de crecimiento personal, pero también es un símbolo de crecimiento y de transformación personal de toda la sociedad. Puede llevarse a algo más global. Como es todo lo que hace Alfredo, habla de eso, pero todo el mundo se siente identificado, cada uno con lo que siente o con lo que se queda de la historia.
9 actores para casi 50 personajes…
9 actores maravillosos. Francesco Carril hace el protagonista y Natalia Huarte también hace otro personaje muy importante. Ellos no cambian de personaje, pero Elena González, David Lorente, Jesús Noguero, Albert Ribalta, Jimmy Roca, Camila Viyuela y yo hacemos un montón de personajes diferentes y es una pasada. Es una pasada sobre todo tener un prota como Francesco, que es increíble, y tener un elenco con unos compañeros con los que puedes hacer tu trabajo y estamos todos a una. Yo creo mucho en el equipo y por eso estoy muy feliz en este momento, porque me siento remando en el mismo barco y eso es primordial para contar historias.
¿Nuria Mencía es de las actrices que se lleva los personajes a casa?
No, nunca he hecho eso, utilizo la interpretación para trabajar. Me llevo quizás la esencia de en lo que estoy metida, tanto si es cine como si es TV o teatro, sí que me llevo la esencia de lo que yo estoy contando y eso me acompaña durante el día, pero no me los llevo a ellos conmigo (risas).
¿Cuál es su primer recuerdo que tenga que ver con la interpretación? ¿Fue vocacional o hubo algo que marcara un antes y un después?
Sí, es vocacional, desde pequeña y tuve la suerte de estar rodeada de una familia maravillosa que me respetó y que me apoyó siempre. Sí, lo siento desde el colegio, en mi cole de Vallecas cuando empezaba a hacer las funciones de teatro o cuando leí una carta el día de mi Comunión y sentí que había conexión con los demás. La verdad es que siempre fue lo que quise hacer.
Además de hacer cine, teatro y TV, dirigió una versión en portugués de “La reina de belleza…“A RAINHA DA BELEZA DE LINAAE”. ¿Esto de la dirección es algo que le gustaría retomar?
Sí, a veces pienso sí, pero ¿sabes lo que pasa? Yo soy muy feliz siendo actriz, me siento muy completa, pero yo quiero volver a dirigir, quiero contar mi historia también, pero quiero hacerlo cuando lo tenga que hacer. Pero sí que me gustaría. Siempre cuando tenga algo que contar, lo que pasa es que realmente actuar me gusta mucho y creo que tienen que darse las circunstancias y la situación para que yo vuelva a hacer eso.
¿Cómo respira el teatro en pandemia?
Mira, yo tuve la experiencia de cortar mi trabajo, “Contarlo para no olvidar”, en el Español justo antes. Después mi sensación en septiembre, octubre cuando estuvo en el Español fue de un respeto y una gratitud muy grande al espectador. Creo que estamos en un momento muy difícil para todos y que quizás el teatro tenga más sentido que nunca y el arte y el cine y las historias y la tele porque creo que es muy valiente la gente que va al teatro. Aunque la cultura es un lugar seguro, estás con tu mascarilla, y yo creo que es muy importante. El público siempre ha sido estupendo, pero siento un extra ahora de emocional que si no lo ves o no lo sientes es porque estás en otra cosa. Creo que es donde hay que estar, no solo en las historias que cuentas, sino también tener en cuenta cómo está el mundo ahora, cómo está la sociedad, cómo estamos todos.
En medio de este panorama que nos ha trazado del teatro actual ¿qué espacio poseen las mujeres? ¿Se puede hablar de un espacio de paridad a todos los niveles o aún nos falta un poquito?
Nos falta bastante. Hay un personaje de la función de Sanzol que dice “como te podrás imaginar la sociedad en aquel tiempo era dura, conservadora, machista a más no poder y todas las lindezas de las que quedan grandes y gloriosos ejemplos”. Creo que quedan grandes y gloriosos ejemplos. Por lo que yo veo también y por lo que estoy observando en mi profesión sí que es verdad que la mujer cada vez está más valorada, tiene su sitio, pero creo que hay muchas cosas todavía que tienen que avanzar para que haya realmente una igualdad total.
¿Qué le diría la Nuria de hoy a la Nuria que estaba a punto de estrenar su primera función de teatro.
(Risas). Le diría que no pierda la ilusión, que nunca deje de confiar en ella y en la conexión con los demás, en el público y que nunca pierda la ilusión, que trabaje para no perderla.