¿Qué le inspiró para la escritura de esta nueva obra?
La obra está inspirada en la película “Ordet de Dreyer”. Desde adolescente soy fan de esa película y de su última escena, en la que Dreyer consigue, prácticamente, que creamos en un milagro.
¿Qué grandes temas pone esta función sobre la mesa y qué historia desarrolla?
La obra se construye a partir de intentar comprender cómo funciona la creencia y qué relación tiene con nuestra voluntad. En la función nos encontramos con una familia en la que Juan, el hijo menor, dice ser Jesucristo, que ha vuelto a la tierra. Aunque al principio nadie cree en él, finalmente una de sus hermanas, Paz, terminará haciéndolo. Y accediendo a su pedido, Juan hará un milagro que conseguirá poner en duda las cosas en las que creían antes, haciendo nacer una nueva fe.
¿Quiénes y cómo son los personajes relevantes de la pieza?
La función comienza con la llegada de Amparo y su novia argentina, Claudia, a la casa en donde viven los hermanos de Amparo: Paz, Felicidad y Juan. Amparo y Claudia han vuelto porque está punto de nacer su bebé, que está siendo gestado por Claudia. Si no fuera por el embarazo, Amparo no hubiera vuelto a esa casa de la que huyó hace mucho…
¿Qué hay de los hermanos?
Felicidad es la hermana mayor. Está en silla de ruedas. Y no parece ser muy feliz. El nombre de cada hermana parece nombrar como un castigo aquello que no podrán tener. Paz es poeta y vive con la frustración de no haber podido dejar la casa y marcharse a vivir su vida. Dice que se ha quedado por no dejar sola a su hermana. Y Juan es el hermano menor y, desde hace un tiempo, vive en su realidad paralela en la que es Jesucristo que ha vuelto a la tierra. El Doctor es, también, una especie de maestro de ceremonias que mantiene una relación constante con el público y entra en la ficción cuando el embarazo se complica.
Esa frase del texto que da que pensar:
Me gusta un texto que dice Paz, cuando decide que va a creer en su hermano y le pide a su hermana que crea con ella porque “nadie cree solo”. La creencia es un acto colectivo. La realidad, un consenso.
Para usted, ¿qué relación o diferencia hay entre voluntad y fe?
Creo que sin voluntad no hay fe. La podemos creer siempre que hayamos decidido que lo haremos. No se puede creer sin querer.