Entrevista a Pablo Messiez por Las canciones

 

Las que nos cantaban para dormir, las que cantamos borrachos, las que están atadas a un recuerdo para siempre, las que nos hacen reír, las que no podemos escuchar sin llorar… Las canciones son ese misterio que conocemos antes de nacer, el de la música que hay en todo. Y cuando cantamos, el cuerpo recuerda que hay algo más en las palabras que unas ideas en los labios, que hay mucho más en cada nombre que un deseo de nombrar: hay aire, movimiento, voluntad y música. Pablo Messiez, considerado una de las voces más interesantes y aplaudidas del teatro contemporáneo en español, elige las tablas del Kamikaze para su nuevo estreno absoluto con esta apasionante pieza donde un grupo de personas se reúne para escuchar diversas músicas. Suenan Jacques Brell, Mina, Lou Reed, Lola Flores, ABBA, Édith Piaf y un largo y heterogéneo etcétera. Y lo que en principio parecía un acto inofensivo, termina por transformarlos a todos. Por ANA VILLA

¿Cómo define esta nueva pieza?

¡Aún no lo sé…! porque uno se termina de enterar realmente de qué van las obras una vez que se produce el encuentro con el público. Pero el deseo es dedicarle una obra a las canciones y a la acción de escuchar.


 

¿De dónde surge la inspiración para crear este texto y qué te llevó a ponerlo en marcha?

La acción de escuchar canciones nos acompaña desde antes de nacer. Ocurre algo misterioso cuando realmente nos dedicamos a escuchar. Puede que se altere el ritmo cardíaco, la respiración o que cambie la temperatura del cuerpo. Hay canciones que funcionan como la magdalena de Proust y despliegan evocaciones con el primer acorde. Me apetecía hacer una obra en la que la acción de escuchar le robara el primer plano a la de ver.


 

¿Y el punto de partida de la trama?

El punto de partida de la escritura fue tomar personajes y situaciones de obras de Chéjov y cruzarlos con la acción de escuchar como procedimiento organizador de la trama.


 

¿Cuáles son las temáticas y los sentimientos que vertebran esta obra?

El deseo de entender: a los otros, a uno mismo y al hecho de estar en el mundo.


 

¿Qué personajes componen la pieza y cuál es la relación entre ellos?

En la obra, Iván, Olga e Irina son tres her-manos que, junto a Miguel –un amigo de la familia–, se dedican a escuchar canciones. Lo hacen sistemáticamente desde el día de la muerte de su padre, hace un año, como modo de huir del mundo exterior en el que él (músico de gran fama en el país) había sido hallado culpable de un acto tan omi-noso que no pueden ni siquiera nombrar. La obra cuenta el día en el que la escucha de las canciones se ve interrumpida por la visita de dos músicos –fans del padre muerto– que harán que las relaciones entre los integrantes de la familia cambien para siempre.


 

El público va a asistir a esta escucha colectiva de canciones: ¿algunos ejemplos de títulos y artistas?

Suenan muchas cosas muy variadas, pero prefiero que se escuchen en la sala.


 

¿Qué dice esa frase o reflexión del texto que le parece especialmente bella?

Una cita de Rilke: “Canto es existencia».


 

¿Qué significa para usted, personalmente, la música en su vida y en su trabajo?

Una presencia imprescindible.


 

Entonces tendrá su podio de canciones que han marcado su vida… ¿cuál sería la primera y por qué motivo?

«El viejo varieté” de María Elena Walsh cantada por Susana Rinaldi en el Teatro San Martín. El día que la vi supe que me dedicaría al teatro. Justo el año pasado estrené una obra en esa misma sala.


 

¿Y la segunda?

“Por una mirada” de Carmen Baliero. Descubrir a Carmen fue también descubrir con ella a Vian y a Bola de nieve. Escuchar esta canción, que cuenta un encuentro sexual entre dos hombres, sentir el cuerpo inquietarse asomado a ese encuentro, fue confirmar también –cuando aún no me atrevía a hacer nada al respecto– que era –que soy– gay. Para la pieza que estrené en Buenos Aires el año pasado pude darme el lujo de trabajar con Carmen, que com-puso dos bolerazos hermosos para la obra.


 

Y por último…

“I wish I knew how it would feel to be free” por Nina Simone en vivo en Montreal. Desde que vi el vídeo del concierto me quedé ena-morado para siempre de Nina. A este tema le rendimos homenaje en la obra “Las plantas” y escucharlo ahora es recordar a mi amada Estefanía de los Santos traduciéndolo.


 

Asistimos al estreno absoluto de “Las canciones”. ¿Qué espera de esta puesta de largo?

Lo que espero siempre con cada obra: que encuentre su sentido en las miradas del público. Que toque a mucha gente. Y que tenga larga vida.


 

Aparte de “Las canciones”, ¿podemos encontrarle en algún otro proyecto a partir de septiembre?

Estrenaré “Los días felices” de Samuel Beckett, con Fernanda Orazi y Francesco Carril, en el Centro Dramático Nacional. Además, tengo otro estreno previsto para febrero pero no puedo adelantar nada aún.

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