¿Cómo respira el teatro en pandemia, cómo lo ve Pep Anton Gómez?
Con mucha inquietud. ¿Nos cerrarán los teatros? ¿Se animará el público a venir a vernos? ¿Qué precio vamos a tener que pagar por lo que está ocurriendo y hasta cuándo?… Y con mucha tristeza. Malos tiempos.
¿La cultura en estos momentos está tocada o hundida?
Me temo que la cultura en nuestro país está siempre tocada. Y, ahora, especialmente. Pero hundida, es otra cosa. A la cultura cuesta hundirla. Los que nos dedicamos a esto somos bastante cabezotas.
¿Qué le pediría Pep Anton Gómez a la Administración?
Que creyera de una vez por todas en la CULTURA. Así, en mayúsculas. Pero, como pedir milagros no se me da muy bien, me conformaría con que no nos pusiera trabas, que no nos dificultara el camino.
¿Cómo acaba un licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales dedicándose al teatro?
Yo preguntaría más bien: ¿cómo acaba un hombre de teatro estudiando Ciencias Económicas y Empresariales?… En fin, ¿quién no ha tenido un accidente en su vida?
Háblenos un poquito de “Asesinos todos”, la obra que presenta en el Reina Victoria.
Me voy a poner estupendo: ASESINOS TODOS es un dedo immisericorde que apunta a aquello que nos convierte en las personitas cobardes y miserables que acostumbramos a ser, aunque no lo reconozcamos. Y una comedia, claro. No hay cosa que me guste más que ver reír a la gente.
¿Cómo se lleva el Pep Anton Gómez director con el Pep Anton Gómez autor? ¿Es un dúo fácil o tiene sus días?
Se llevan a las mil maravillas. Cuando hago de autor, el director se larga de vacaciones. No le gusta intervenir. Y cuando hago de director, tengo comunicación directa con el autor, aunque no recuerdo que me haya discutido nunca nada. ¿Qué más puedo pedir?
¿Y Pep Anton Gómez con Jordi Sánchez? ¿Cómo es eso de escribir a cuatro manos?
Jordi y yo, como autores, hemos tenido una conexión muy especial desde el primer momento, hace ya 20 años. Lo de “a cuatro manos” es tal cual. Quedamos y escribimos juntos. No puede haber mayor compenetración. Es una gozada incluso cuando discrepamos.
¿Ha cambiado el oficio de director en los últimos tiempos? ¿Qué cimientos se han movido y cuáles siguen intactos?
Se han producido muchos cambios, y muy interesantes, en cuanto a la utilización de nuevas tecnologías, nuevos lenguajes. Pero, al final, la base del trabajo del director es muy pura: cómo contar una historia y con quién.
¿Qué encargo no aceptaría jamás Pep Anton Gómez?
Para bien o para mal, he dicho bastantes veces que no. Necesito creer en lo que hago. Que me motive y me ilusione. Si no, prefiero buscarme la vida y hacer otras cosas.
Cuando va al teatro, ¿qué tipo de espectáculo busca, qué le lleva al teatro y qué tipo de espectador es?
Yo, cuando voy al teatro, básicamente busco una cosa: emoción. Si me la dan, soy el mejor espectador del mundo.