¿Qué propone la nueva superproducción nacional de “Aladdín, el musical” y por qué no podemos perdérnosla?
Jana Gómez: Propone lo que todo el mundo tiene en su retina tras haber visto la película de animación de Disney y hace que puedas revivir esa magia y esas maripositas que te provoca en el estómago ver la película, tanto a niños como a adultos.
Roc Bernadí: Es una superproducción única porque está llena de magia, de elementos técnicos de todo tipo que te transportan a la sensación que tenías cuando estabas viendo la película pero, a la vez, consigue un efecto teatralizado que es muy distinto. Es un espectáculo completo lleno de coreografías impecables, efectos especiales, interpretaciones cómicas y emocionantes… con la típica historia de ‘chico se enamora de chica pero tiene dificultad porque no puede estar con ella debido a las tradiciones de la época’. En este caso y con un toque de magia, no solo se soluciona todo, sino que cada uno resuelve su problemática. El lema es: trata de encontrar quién eres tú mismo y quererte tal y como eres.
David Comrie: Es un musical que muestra tanto amor, cariño y positividad, que todos lo estamos disfrutando muchísimo. El público disfruta esa idea de esperanza, porque todos estos personajes tienen el deseo de ser libres, ¡especialmente el Genio…!
¿Qué diferencias destacarían entre la famosa película de Disney y esta propuesta teatral?
Roc: Al ser teatro musical, se exprime mucho la esencia cómica de la película desde la parodia. Creo que los creadores de esta versión teatral apostaron por hacer algo que resonara muchísimo en el musical clásico, porque hay referencias de, por ejemplo, “West Side Story”, y esto hace que el espectador se sienta como en casa.
Jana: Destacaría que es una propuesta 100% humana, porque la gente se puede sentir identificada con los problemas que viven todos los personajes, son problemas reales interpretados por personas reales y nosotros intentamos que esos personajes sean lo más realistas y creíbles posible. Además, se ha sustituido a los dos animales que salen en la película –Rajah y Abu– por tres amigos de Aladdín y por dos doncellas de Jasmine, cosa que aporta una parte cómica y distendida en el musical que es muy guay.
¿Cómo son estos protagonistas en la pieza, qué rasgos les retratan y qué conflictos enfrentan en la historia?
David: El Genio que ha pasado más de diez mil años dentro de esa lámpara es pura explosión y fuegos artificiales, ¡lo da todo! Quiere impresionar a su nuevo amo, Aladdín, y es cierto que él internamente también quiere ser libre, pero yo no creo que haga las cosas con ese fin, él hace las cosas sin querer nada a cambio. Es un personaje complejo con muchísimas capas. Más allá del showman, de hablar muy rápido, cantar súper agudo y bailar a la vez, es un personaje bondadoso y muy positivo que quiere lo mejor para su amo. Es, sin duda, uno de los mayores retos que he tenido en mi carrera como actor.
Roc: Aladdín es un joven de clase baja que vive en la calle, que se ha quedado sin familia. Se ve obligado a robar para poder sobrevivir y se encuentra con toda una sociedad que va a su contra, pues lo califican de ladrón, pero él no tiene más herramientas para encajar en la sociedad. Creo que esto es algo muy actual en este sentido, algo que siempre va a pasar si no hay un cambio en el sistema. Y ese es precisamente el motor de Aladdín: cambiar este sistema tan injusto que siempre premia a la gente que tiene más poder o más dinero y hace imposible la vida a la gente pobre. Tiene unos valores muy claros, un corazón de oro, es empático, ayuda a los demás y se enamora de Jasmine a primera vista sin saber que es una princesa. Lo que más me flipa de él es que no tiene miedo, todo lo hace con absoluta confianza, sin dudar de sí mismo, excepto cuando empieza a meterse en líos…
Jana: Jasmine es uno de los personajes más distintos respecto a la versión de animación, ya que creo que ha avanzado con los años que han pasado. Es una chica más madura que lucha por tomar sus propias decisiones y alcanzar sus objetivos. Quiere ser libre y quitarse de encima las leyes machistas que hay –y demás imposiciones de la sociedad y su padre– por el reinado. Es valiente, luchadora, expresa lo que piensa sin ningún miedo y eso es lo que cambia con respecto a la película, el musical la humaniza más.
El punto más gratificante del trabajo en este brutal proyecto y el que más complicado les está resultando:
Jana: Lo más difícil es la disciplina que implica. Cualquier persona que se dedique al teatro musical tiene que gustarle mucho, porque este es un trabajo de mucha exigencia y sacrificio, de mucho cuidado personal tanto físico como vocal y mental. ¡Nosotros hacemos ocho funciones a la semana y tienes que estar al 100% en todas ellas! Y para mí lo más gratificante es ver lo que provocas en las personas, la reacción del público.
Roc: Me ha costado mucho manejar la parte física del personaje, porque ya desde el comienzo, en el número de “Saltar”, tiene que ir saltando por carros, edificios y escaleras al mismo tiempo que canta, baila e interpreta, así que he tenido que ponerme muy en forma y hacer gimnasio al tiempo que cantaba canciones, que la gente me miraba y decía ¡¿qué hace este loco?! (risas). Y lo que me encanta es que contiene todo el género musical. De pronto le ves bailando claqué con el genio, luego interpretando una canción emocionante sobre que su madre ha fallecido… en fin, que tiene un arco muy agradecido dentro de la comedia musical.
David: La canción “Un amigo tan genial” es lo más complicado, dura casi diez minutos y es mucho baile, muchas notas excesivamente agudas y, al final, lo que tú ves en ese número, es como cuando cambias de canal de TV y ves a un personaje diferente en cada frase que dice. Al principio pensé ¡¿cómo voy a hacer yo esto…?!, pero empecé a hacerlo todo muy lento, tuve ayuda de profesores de canto e interpretación para no ver a este personaje como una caricatura y darle vida con corazón y sentimientos y, al final, lo hemos logrado, ¡estoy muy contento!
Para ustedes, uno de los momentos más fascinantes que viven en la escena de “Aladdín, el musical” se produce cuando…
David: Al final, cuando yo soy David nuevamente, ese grito final del público me hace sentir súper agradecido y me pregunto si esto está pasando. Yo hace unos años, en 2018, mucho antes de hacer el casting para este espectáculo, escribí en mi libro de metas que uno de los personajes que yo quería interpretar en la vida era el Genio de “Aladdín”. Fue la única meta que yo tenía para teatro, todo lo demás eran cosas como hacer cine o TV con Denzel Washington o Will Smith (risas). Alucino al pensar que se haya hecho realidad.
Roc: ¡Cuando me subo a la alfombra mágica! Es algo excepcional, yo nunca en mi vida había imaginado que cantaría una canción encima de una alfombra voladora en un teatro de la Gran Vía.
Jana: Yo me lo paso superbién haciendo la canción de “A mil kilómetros de aquí”.
Una anécdota curiosa vivida en pleno directo o entre bambalinas:
Jana: ¡Justo el otro día me pasó una cosa muy graciosa! Hay un momento en el que yo, toda digna, para salvar a Aladdín, digo “¡deteneos, por orden de la princesa!” y me quito la capucha. Pues se me quedó la corona enganchada a la capucha y estuve ahí tres horas tirando… ¡la dignidad se fue al garete! (risas). Todos mis compañeros empezaron a reírse, pero bueno, ¡estas cosas al final te dan vida! (risas).
Roc: Una muy bonita ocurrió en el estreno, en el número del Genio en la Cueva de las Maravillas. Para David es un numerazo que él se tuvo que preparar muchísimo y, cuando terminamos y el público le ovacionó, él se emocionó ¡y no conseguía volver a la escena! Intentaba hablar, pero se emocionaba. Yo al principio no entendía qué pasaba, pero cuando le vi fue algo mágico, un momento muy muy emocionante.
David: Después del número “Un amigo tan genial” el público se vuelve totalmente loco y la semana pasada me gritaron ‘¡cojonudo!’ (risas). Yo estaba agotado en ese momento, me entró la risa tonta en escena ¡y al público le pasó lo mismo porque vieron que no podía mantener el personaje! (Risas). Fue un momento precioso.