Entrevista a Santi Rodríguez por Espíritu

 Si bien se metió en el bolsillo al gran público gracias a trampolines televisivos como “7 vidas”, “El Club de la Comedia” o “Gym Toni”, los teatreros hemos disfrutado con este actor y humorista andaluz en un sinfín de shows escénicos como “5 hombres.com” y otros de sello propio aplaudidos durante varias temporadas como es el caso de “Como en la casa de uno…(en ningún sitio)” o “Infarto ¡No vayas a la luz!”. “Espíritu” da título a su nuevo monólogo humorístico, un espectáculo que nos muestra que todo lo que hemos esperado o temido encontrarnos al otro lado es sorprendentemente divertido. ¡Charlamos con el culpable de este nuevo éxito nacional! Por ANA VILLA. Fotos: PABLO MENDIZÁBAL
Dicen que “Espíritu” es un show que va más allá de la comedia, porque es una comedia del ‘más allá’. ¿Cómo lo presentaría usted mismo, con qué nos vamos a encontrar?
Yo diría que es un alegato a la vida desde la muerte. Un canto a la vida, esa que desaprovechamos a diario a base de quejarnos de cosas que no merecen la pena y de miedos a cosas que, a veces, nunca van a ocurrir.

¿Cómo surgió la escritura de este espectáculo y qué experiencias personales le han servido como trabajo de campo?

Fue, quizá, la consecuencia de querer mejorar y continuar, al mismo tiempo, el anterior espectáculo: “Infarto, no vayas a la luz”.


Según Santi Rodríguez, ¿qué hay después de la muerte?

Hay vida, aunque quizá no como la que tenemos ahora. Espero que, al menos, no tengamos que seguir pagando autónomos y podamos poner la lavadora cuando nos apetezca.


¿Qué otras preguntas y temas plantea este monólogo y qué ejemplo de respuesta puede adelantarnos?

¿Nos esperan los que se van de aquí? ¿Para irse de aqui hay que hacer mudanza? ¿Es real la niña de la curva? Puede que lo sea, aunque con bigote descoloca un poquito de donde viene.


Si usted se convirtiera en espíritu pronto, Dios no lo quiera, ¿qué clase de espíritu sería y qué poderes emplearía para ejecutar sus travesuras?

Me encantaría tener el superpoder de abducir a los políticos para que no fueran capaces de mentirnos. Creo que con eso se acabarían muchos de los males de este mundo.


“Espíritu” está llenando de risa las tablas en diversas ciudades españolas. ¿Alguna anécdota vivida en pleno directo con algún espectador?

Fundamentalmente el agradecimiento de mucha de la gente que viene a ver la función. A través de la hora y media de risas y de una reflexión final sobre lo que hacemos con nuestra vida y con los que se han ido, la gente sale encantada.


Ese momentazo del show que no se cansa de interpretar:

El momento en el que converso con el público, las aparciciones de la niña de la curva y, sobre todo, de Antoñita, la portera, una señora mayor que nos va a poner en contacto con el más allá.


En suma de todo, ¿qué elementos hacen de “Espíritu” un planazo para disfrutar en el teatro?

Pues, nunca mejor dicho, su espíritu vitalista, sus pautas para aprovechar mejor nuestra vida, el humor a lo largo de todo el espectáculo, los momentos improvisados de interacción con el público, la multitud de personajes que aparecen a lo largo de la función y, en mi opinión, la honradez que le demuestro al público al compartir al final ciertos sentimientos y emociones que la mayoría de la gente ha experimentado igual que yo.


¿En qué otros proyectos podemos encontrarle actual o próximamente?

Actualmente estoy centrado en este montaje. Proyectos de televisión no hay ninguno y únicamente estoy ya pensando en empezar a planificar el próximo montaje teatral que será, seguramente, para dentro de año y medio.

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