Entrevista a Santi Rodríguez por Infarto: ¡no vayas a la luz!

 

¿Sabían que el mítico frutero de la serie “7 vidas” estudió Derecho en la Universidad de Granada? Por suerte para el público, su vida pegó un radical cambio de rumbo para entrar y quedarse en otra esfera mucho más divertida: la del humor. Con una trayectoria llena de éxitos –“Gym Tony”, “Tu cara me suena”, “5 hombres.com”…–, el actor tuvo otro giro inesperado: sufrir un grave problema de salud por el que vio el famoso ‘túnel que conduce hasta la luz del más allá’. Lleno de su optimismo natural, el malagueño ha dado forma a tan singular y traumática experiencia en este destern-illante monólogo. Charlamos con él para descubrir todas las claves de su nuevo estreno en Madrid. Por ANA VILLA.

¿Qué situación plantea esta pieza?

Plantea qué le ocurre a una persona que acaba de tener un infarto algo extraño y qué es lo que se plantea a raíz de ser cons-ciente de lo que ha pasado.


 

¿Cómo surge la idea de este monólogo y de qué manera se ha formado o informado para escribir su desarrollo?

A raíz de un problema de salud que tuve, me propuse plasmarlo en una obra de Manu Sánchez. Entre él, Kikín Fernández y yo, le hemos dado forma a un texto que está gustando mucho.


 

¿Quién y cómo es el personaje que interpreta en la función?

Soy el protagonista de mi propia historia y he usado las reflexiones que he ido te-niendo durante el tiempo que estuve en el hospital.


 

Uno de los momentos que, personalmente, le parecen de los más desternillantes de este monólogo es:

Hay muchísimos a lo largo de hora y media. Como cada paciente tiene un gusto distinto con la comida, para acertar lo que han decidido, se trata de quitarle el gusto a todo. Las lentejas y el pudding saben a lo mismo: ¡a nada!


 

¿Cuál ha sido el recorrido de esta pieza antes de llegar a Madrid y cuál ha sido el comentario o crítica que más ha leído o escuchado?

Llevo ya cinco meses en gira y el comen-tario generalizado es que, además de no parar de reír, les ha gustado la reflexión que hago sobre cómo debemos enfocar nuestra vida para aprovechar cada momento que vivimos.


 

Una anécdota curiosa vivida en escena:

Un día se me enganchó el micro en la sábana de la cama y dije sobre la marcha que me habían puesto un aparato para medir la tensión muy rarito (risas).


 

Su personaje visita ese umbral previo a la muerte por el que regresa a la vida con la intención de perseguir sueños pendientes de cumplir. ¿Cuáles fueron los de Santi Rodríguez al vivir esa experiencia?

Los sueños que creí tener eran algo equivocados. Todo experiencias excitantes como hacer parapente, puenting, nadar con tiburones… Me dí cuenta de que eran ideas descabelladas. Si he superado una ocasión de morir, no voy a arriesgarme y palmar haciendo el tonto. Con todos mis respetos a los que practican estas actividades.


 

¿Cómo consigue llenar de comicidad una situación tan, a priori, dramática?

Es algo que llevo haciendo toda mi vida. Tengo la costumbre de ver el vaso medio lleno. Y yo, cuando estuve a punto de morir, no vi la luz: vi un teatro lleno de gente (risas).


 

Usted es un artista muy querido y conocido para el gran público. ¿Por cuál de sus proyectos sigue recibiendo mayor reconocimiento popular y cuál de ellos ha supuesto una experiencia especialmente inolvidable a nivel personal?

Indudablemente, la gente me sigue reco-nociendo como el frutero y me iré de este mundo con ese personaje de la mano. Este mismo personaje me dio muchas alegrías porque fue con el que aprendí la mayoría de cosas que sé para poder trabajar en una serie de ficción. El equipo con el que coincidí, tanto artístico como técnico, fue espectacularmente bueno.

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