Cuáles son los primeros recuerdos de Verónica Larios relacionados con este oficio, con el teatro?
Recuerdo mi primera aventura con un grupo de colegas cuando nos animamos a crear algo propio, un montaje sobre unos cómicos de la legua (con canciones, versos clásicos, algo de poesía y mucho juego escénico), que nos servía a modo de entrenamiento y creíamos que no saldría de nuestra sala de ensayos y de repente nos contrataron en un pueblo de La Rioja para hacer un bolo. Y allí nos plantamos en un escenario en mitad de la plaza de un pueblo con un montón de lugareños, dándolo todo y haciéndolo lo mejor que supimos.
¿Quiénes son los referentes de Verónica Larios, en qué espejos se mira?
Mis referentes son siempre el trabajo honesto, la disciplina y el cariño por lo que se hace.
¿Nos faltan referentes femeninos en el oficio y en la cultura en general?
Nos faltan, sí. Hay algunos referentes femeninos, en bastante menor porcentaje que los masculinos, pero tiene que ver claramente con la posición de la mujer en la sociedad en el pasado. Eso es algo que afortunadamente vamos superando, poco a poco, pero yo veo progreso.
¿Qué le lleva a Verónica Larios a embarcarse en esta aventura que es dirigir un espacio como Microteatro por dinero y de qué se encarga, como es el día a día de una directora-gerente?
Hace ya casi 10 años que me vi envuelta en esto sin buscarlo. Lo que me llevó a decidirme por dar el paso fue la ilusión de lo que habíamos creado entre un grupo de socios, llevados de la mano de Miguel Alcantud y creer firmemente en lo que estábamos haciendo. Veía que se necesitaba mucha dedicación para arrancarlo y decidí dedicar todas las horas de mi día a ello durante los primeros años. Ahora cuento con un equipo magnífico que ha ido creciendo conforme el trabajo se ha diversificado. Mi día a día es tan complejo que no cabría en estas líneas porque además tengo dos hijos e intento mantener viva, en la medida de lo posible, mi carrera como actriz.
Para aquellos que aún no conozcan el concepto ni el lugar, cuéntenos que pasa tras las puertas de la sala, háblenos de lo que podemos ver en general cada día sobre su escenario…
Puntualizo que en Microteatro no hay escenario o el escenario es la propia sala en la que público y actores se encuentran a apenas un metro de distancia, si llega. Tenemos 4 salas dónde ocurren historias de 15 minutos, en menos de 15 metros cuadrados para un público reducido de máximo 15 personas. Programamos 4 obras en cada sesión (sesión de tarde, sesión golfa, sesión infantil, etc) que giran en torno a un mismo tema cada mes y que se repiten varias veces al día. Hay días que se representan hasta 12 funciones diferentes. El espectador puede decidir cuántas obras quiere ver y cuánto tiempo quiere pasar en nuestra sala. Además tenemos un bar dónde pueden cenar o tomar algo, durante, antes o después de ver las funciones elegidas. Ahora también programamos micro-conciertos, dos veces al año, es nuestra nueva sesión Microsound.
En octubre de este año celebran su décimo aniversario. ¿Qué dice el balance de este tiempo?
Recuerdo cuando el primer año, me hacían la pregunta de ¿cómo ves microteatro en 10 años? Y yo contestaba, espero que al menos funcionando igual de bien que ahora. Y eso es lo que ha ocurrido, el balance de este tiempo dice que es un formato que gusta al público, que se mantiene y se mantendrá con el paso de los años. Llegamos para quedarnos y dar oportunidades a muchísima gente del sector que ha escrito y/o dirigido su primera obra en nuestro espacio y que ha tenido las puertas abiertas para mostrar su trabajo hasta que la vida o la profesión les ha dado otras oportunidades. Solemos decir que Microteatro es un semillero artístico pero también un buen lugar al que muchos profesionales consolidados vuelven para contar historias con propuestas y perspectivas más arriesgadas.
¿Cuáles son las cualidades fundamentales para ser, digamos, un buen gestor de un espacio como este?
Creo que rodearse de un buen equipo es fundamental, estar abierto a nuevas propuestas y posibilidades, siempre en la línea de lo que tiene que ver con tu actividad, reinventarse cada día y por supuesto mantener el cariño y el respeto hacia los equipos artísticos que forman nuestra programación día a día y no perder nunca la ilusión.
Una reivindicación, una opinión, un comentario…
Me gustaría poner en valor el Microteatro y a todos los profesionales que nos eligen para contar sus historias con creatividad y compromiso. Este formato no está reñido ni es competencia del teatro convencional, sólo una vía más para acercar nuestras historias al público.