Háblenos de “En casa (monólogo de Homebody / Kabul)”, una obra que conoce bien porque ya la protagonizó…
Es una obra que consta de dos partes: “En casa” y “Kabul”. Sí, la montó y dirigió Mario Gas en 2007 en el Español. La obra tiene de un primer acto en el que hay un monólogo de una mujer londinense en la cocina de su casa. Aparentemente a través de una guía de viajes reflexiona sobre muchas cosas, su vida, el estado del mundo, los vuelcos que dan las civilizaciones, los años, el tiempo… La segunda parte, que aquí no veremos, sucede en la ciudad de Kabul, donde vemos al esposo y a la hija de esta mujer teniendo una serie de circunstancias y de avatares.
Volvamos, entonces, a esa primera parte. Háblenos de esa mujer…
Me fascinó hacerla, me conmovió de algún modo el vaivén que sufre este personaje de una mujer de clase media, con un marido informático, con una hija treintañera, una mujer de un perfil normal, anodino, sin nada que pueda destacarse y que, sin embargo, tiene un mundo interior explosivo y que le irradia un gran malestar, una gran incomodidad consigo misma, con su familia, con la sociedad y con el mundo. Una mujer con mucho sentido del humor, que se ríe un tanto de sí misma, que sufre, pero que está dispuesta a explorar, a entender. Sobre todo, quiere entender, aunque le duela mucho.
Si le pido una frase de su personaje…
«Saber todo lo que se sabía antes de lo que hemos sabido desde entonces es apabullante. Y así estamos muchos de nosotros: apabullados. Y sucumbiendo al lujo».
La obra tuvo un estreno algo polémico…
Tony Kushner la escribió a finales de los 90 y se estrenó coincidiendo con los atentados del 11-S en Nueva York, lo cual levantó cierta polémica, porque él es, no digo comprensivo, porque además es un judío militante, pero le gusta ver todas las caras del conflicto y fue muy atacada su posición en la obra, sobre todo con la segunda parte.
Lo que demuestra que sigue siendo totalmente pertinente, ¿no?
Lamentablemente es cierta la vigencia del conflicto. Ha sido una de las regiones más ricas del mundo y, a partir de determinado momento de los años 70 y luego renovadamente, ha sufrido invasiones, intromisiones, expolios y todo tipo de agresiones. El otro día hubo un atentado terrible en Kabul, los talibanes vuelven a estar en pleno apogeo de actuación salvaje, la población de Afganistán en general y la de Kabul en particular siguen estando bajo mínimos humanitarios, sociales y culturales. Aunque no es una obra militante, sino contemplativa, descriptiva y, de algún modo, muestra hasta qué punto todos tenemos que ver con todo, cómo estamos conectados, cómo la globalización también puede llegar a las almas.
Dicen que este relato sólo pueden hacerlo contadas grandísimas actrices. ¿Pesa mucho este personaje?
Pesa mucho, porque el recorrido que hace a veces es de filigrana, de pequeño dibujo que se va modificando y de repente tiene un estallido emocional muy grande y muy complejo. Pasa por lugares muy dolorosos, por momentos de complicidad con el público que pueden ser casi cómicos, hace un streeptease emocional. Y cuesta mu-cho, la verdad es que acabo muy cansada. Satisfecha y muy orgullosa, pero agotada.
El montaje fue calificado como uno de los mejores de las últimas temporadas. ¿Dónde está la mano de Mario Gas?
Su mano está en todo. Él es la fuerza motora de este proyecto. Cuando se estrenó quedó prendado por la obra y por su intensidad. La capacidad de incisión que a través de una cierta poética violenta tienen los tex-tos de Kushner es apabullante. Mario está en la raíz del proyecto y en las reposiciones me ha acompañado y hemos sacado nuevos colores a un texto que hemos retomado con nuevo ardor y con nuevos deseos.
Otros proyectos entre manos…
Voy a participar en el Teatre Nacional de Catalunya en una obra que se estrenará a primeros de febrero, que se llama “Justícia”, una obra muy coral, pero con un protagonista destacado alrededor del cual gira toda la trama dramática e histórica casi de algún modo que es José María Pou. Es una obra de Guillem Clua, un autor del que ya representé un texto llamado “Marburg” y la va a dirigir Josep Maria Mestres.