¿Cómo presentaría “Paella”, qué temas son claves en la obra?
“Paella” es una comedia que bebe de la tradición teatral y pretende proyectarse en nuestro tiempo. Los conflictos personales, laborales y sociales de una pareja de ejecutivos desembocan en uno metateatral que contiene todos los anteriores. En mi opinión, todos los temas que trata la obra podrían resumirse en una pregunta: ¿Cómo dialogar con el otro sin tener que llevar siempre la razón?
¿Qué radiografía haría de cada uno de los dos personajes de la función?
Él, Federico, es un hombre que ha sido educado en un sistema de valores que sólo contempla el éxito y que es incapaz de aceptar que su mujer, a la que quiere con locura, pueda estar por encima de él. Ella, Amparo, es una mujer que ha sido educada en un sistema de valores que sólo contempla el éxito del hombre pero, de repente, se rebela contra esa situación. Creo que los dos personajes son expresiones muy certeras de los conflictos sociales e interpersonales surgidos a raíz de la progresiva realización del feminismo en nuestra sociedad y del lugar de la masculinidad en ese proceso.
Para usted, uno de los momentazos más divertidos de “Paella” se produce…
Cuando los personajes que interpretan a esa pareja de ejecutivos no saben cómo poner fin a su propia historia. En ese momento, todo son intentos frustrados, vueltas atrás y tentativas disparatadas. Me gusta ese momento especialmente porque, además de la divertida confusión, los personajes se expresan de una manera muy inocente, franca y vulnerable.
¿Y ese que produce cierto pellizco en el corazón?
El comienzo, en el que se plantea el conflicto de la pareja, y el final, en el que descubrimos que están actuando frente a un público inexistente. En el texto conviven de manera muy armoniosa la comedia y el drama. Y es algo que nos hemos esforzado por mantener en el montaje. El público que ha visto la obra nos ha comentado que se ha visto arrastrado por una vorágine de emociones que van desde la risa a la emoción.
¿Qué pensó de este texto de David Fernández ‘Fabu’ cuando lo recibió y qué aspectos ha querido cuidar con especial mimo desde su labor directiva?
Pensé que el texto era muy divertido y que planteaba conflictos de la actualidad que era muy pertinente tratar. Su estructura me remitió al universo pirandelliano y su forma a la cultura popular española, es decir, una mezcla bastante explosiva. En los ensayos trabajamos mucho sobre el texto. Que Fabu fuera el autor y también uno de los actores ayudó mucho en el trabajo dramatúrgico que hicimos a pie de ensayo. También el hecho de que Nerea haya trabajado en varias ocasiones con Fabu y conmigo. La verdad es que la sinergia entre el equipo artístico y el de producción ha permitido que pudiéramos hacerlo así, pues no siempre resulta fácil.
En suma de todo, ¿por qué motivos recomienda “Paella” a los amantes de las buenas comedias y el teatro?
Es un proyecto que nace de un profundo cariño hacia el trabajo, la profesión, el público y hacia el teatro, en definitiva. Todos los que hemos participado en la concepción y realización del montaje sentimos un gran cariño y respeto por el teatro. Quiero pensar que algo de todo ese cariño –y que algo de todos los que lo hemos propiciado– está presente en escena. Me gusta pensar que es un proyecto que, entre otras cosas, rinde un sentido homenaje a esa rara avis que es, en nuestros tiempos, la actividad teatral.
¿Qué planes le esperan a “Paella” en 2024, justo cuando termine sus funciones en el Fernán Gómez?
Esperamos seguir con la gira con la que ya hemos estado en muchos lugares de España y poder confrontarla con el mayor número de espectadores posibles.
Un gran deseo para este nuevo año 2024 que acaba de comenzar:
Que seamos un poco más justos y no perdamos nuestra capacidad crítica y reflexiva.