¿Qué le llevó a fundar este estudio y en qué se asienta?
Cuando llegué a España había vivido, me había formado y trabajado como actriz y docente de Interpretación en Argentina, Italia, Londres y Estados Unidos. Me diplomé en Milán en la Paolo Grassi donde había tenido como maestros a los discípulos de Grotowski en su teatro de Pontedera. Comprendí cuando llegué a Madrid que era necesaria una mirada distinta.
Había varias escuelas con métodos parecidos: se trabajaba sobre todo el Método de los primeros años de Stanislawsky y el método de Strasberg. Veía a los actores sufrir mucho, con una técnica que fundamentalmente se basaba en remover su pasado para conseguir una verdad en escena. Y ellos, además de sentirse confundidos en cuanto a la técnica, estaban hechos polvo.
A través de mi maestro ruso, Anton Milenin, conocí el trabajo de Michael Chekhov y lo profundicé con el maestro Lenard Petit de Nueva York. El actor que trabaja con su técnica es como un chamán imaginativo que conecta con sensaciones de todo tipo y las va descargando en su cuerpo vital para transformarse completamente. Todo lo hacemos a través de la imaginación y la empatía con el personaje y las situaciones que vive.
Mis alumnos juegan, ríen, salen de la clase o del ensayo y no se llevan a casa una herida abierta de un trauma personal. Es muy efectiva la técnica de M. Chekhov porque no necesitas una hora de preparación para entrar en escena ni otra hora para salir del personaje, la velocidad, la entrega y la concentración son la clave, en un segundo están cien por cien en una sensación muy dramática, muy extrema y al segundo siguiente limpian. Tener una técnica sólida es muy importante para crear una carrera larga y placentera.
Definen Estudio Di Pace como una escuela de interpretación de nivel internacional, ¿por qué?
Me interesa mucho que los alumnos se nutran de gente de fuera, para que sean conscientes de distintas visiones del teatro. Al studio han venido maestros como: Ciro Zorzolli, Graham Dixon, Pablo Messiez, Javier Alcina, Jorge Ferrera, Francesca Tomassoni, Leandra Rodriguez, entre otros.
¿Qué tipo de formación ofrece el estudio?
Tenemos cursos regulares o formación integral que contempla la interpretación, el teatro físico, la interpretación ante la cámara y voz y canto para el actor.
Por otra parte ofrecemos una formación que depende del recorrido del alumno. Por ejemplo, gente que viene con dos o con tres años de formación en otra escuela y necesitan trabajar de forma más específica el teatro físico o la interpretación misma. Algunos complementan su formación con la interpretación ante la cámara de nivel avanzado. Es un poco a la carta, los que comienzan aprendiendo con nosotros hacen de todo, pero nuestra flexibilidad se basa en que mucha de la gente que se acerca a nosotros son profesionales y muchos de ellos en activo.
También tenemos talleres de fin de semana llamados “ Vulnerabilidad ante la cámara”, un trabajo que ofrece mucha profundidad a la hora de trabajar lo sensible y el resultado del material grabado es de altísima calidad.
¿Qué tipo de alumno puede formar parte de este estudio?
Curiosamente desde los inicios de la escuela el tipo de alumno que hemos atraído han sido personas con formación anterior o profesionales que necesitan seguir profundizando en un tipo de trabajo muy realista. Por eso nuestra escuela es altamente profesional y ayuda a que los actores estén siempre mejorando su técnica.
Aunque en los últimos años ha crecido el número de estudiantes que empieza su formación desde el inicio.
¿Y usted cómo es?
También hay una escuela para niños…
Desde este año he querido abrir esta puerta. Por ahora tenemos un curso, los sábados a la mañana y sabemos que crecerá. Nuestro proyecto es crear una escuela de jóvenes actores de referencia.
Las clases son de dos horas y tienen cuatro materias, hacen cuerpo, voz, interpretación y cámara cuando tienen las escenas preparadas para grabar. Las edades del grupo van de 12 a 17.
Nosotros nos especializamos en trabajar con cada alumno específicamente dentro de las clases. En nuestra escuela se trabaja como en el coaching, siempre se dan a cada alumno indicaciones distintas porque es un trabajo realmente muy personal. Cada instrumento es único.