Los Victorianos enviaban a la India a mujeres solteras que querían casarse con los oficiales desplegados allí. Hoy el Estado Islámico se lleva a Siria a jóvenes británicas para lo mismo, ignorando que acabarán convertidas en esclavas sexuales y yeguas de cría para servir a un imperio ideológico y religioso. ¡Qué duro escribirlo y leerlo, ¿no?! ¿Alguna vez se han preguntado cómo hemos permitido las mujeres que nos hagan esto?
Muy duro… Lo que muestra esta función y lo que muestra la mayor parte de la historia de nuestra humanidad. La mujer siempre ha estado en un lugar de dificultad; de absoluta desventaja. De sometimiento, abuso, maltrato, explotación, desigualdad… No permitirlo más no es un “chasquido de dedos”. Requiere de tremendos pasos de valentía y conciencia. Pasos constantes, continuos, todavía a día de hoy.
Comenzamos así la entrevista porque es en parte de lo que habla este texto de Henry Naylor. ¿Qué es “Ecos”, cómo definirían esta obra y a qué nos enfrenta, en qué llagas mete el dedo?
Muy resumidamente, Ecos nos presenta a dos mujeres británicas que viven en periodos históricos diferentes. Dos mujeres que aún separadas por casi dos siglos, ambas viven sometidas bajo la visión del hombre, del imperio y de la religión. Una lucha en paralelo, en la lejanía y la cercanía… por su lugar; su dignidad.
¿Cómo les llega el proyecto y por qué deciden apostar por él?
Me enteré de que Livija preparaba un nuevo montaje para estrenar en España a finales de año. Quise al instante poder optar a él. El universo teatral de Pandur siempre me ha llenado de curiosidad, de ganas de formar parte de él desde dentro, no sólo como espectadora. Después de una entrevista con ella (e imagino varias vueltas por su parte), me llamaron para confirmarme que estaba en el proyecto, para el papel de Tillie.
¿Recuerdan qué fue lo primero que pensaron justo cuando terminaron de leer la obra la primera vez?
Lo primero fue “quiero hacerlo” y lo segundo “y esto cómo se hace?”. Ya no sólo como actriz, sino a nivel de dirección. Es un texto abierto a infinidad de posibilidades teatrales.
Háblenos de su personaje, quién es, cómo es, qué le mueve…
Tillie es una joven británica perteneciente a la época victoriana, en el momento más álgido de la colonización por parte del Raj Británico en su joya de la corona: la India. Creyente, inteligente, amante del latín y los insectos, enérgica, compasiva, luchadora. Valiente… mucho. Pionera.
Si les pido una frase del texto, la más brutal, la más conmovedora, ¿con cuál se quedan?
“Ya no más. Ya no más. Tengo ojos que ven en todas partes. Tengo alas para volar“.
¿Cómo salen de este viaje Silvia y Nur? ¿Estos personajes pesan mucho?
Por encima de mi conexión con las potentes e iluminadoras historias de Samira y Tillie, para mí Ecos es un enchufe directo con la MUJER. En mayúsculas. Con la mujer presente, pasada y futura.
Creo que era Bryce Echenique quien decía que el humor es un pararrayos vital. En una historia tan dura, en un viaje como el que hacen Tillie y Samira, ¿hay lugar para el humor? ¿Cuándo o de qué modo?
Yo creo que donde hay inteligencia hay humor. Y estos dos personajes los son.
¿Qué esperan del público, qué les gustaría provocar en el espectador que vaya a verlas?
Como espectadora y como actriz, al teatro siempre le pido remover. Sea conciencia, latido, estómago… pero remover.
¿Cómo es Livija Pandur como directora?
Livija es una directora inteligente, creativa, humana, arriesgada, cercana; escucha y se hace entender muy bien. Livija es un regalo de batuta.
Aparte de en el Teatro Español con “Ecos”, ¿en qué otros proyectos andan que puedan contarse? ¿Dónde podremos verlas y disfrutarlas próximamente?
Lo más próximo después de nuestra temporada en el Español, será la gira de Ecos; nacional e internacional.