Entrevistas a Fernando Sansegundo, Alba Alonso y Juanma Gómez por Blackbird

 Hace quince años, cuando Una tenía doce y Ray cuarenta, un viaje fatídico, una experiencia torpe, separó sus caminos. Hoy vuelven a encontrarse, diferentes y al mismo tiempo iguales, porque las heridas nunca se cerraron y basta un rasguño para infectar de nuevo… Charlamos con el director y los actores que dan vida a este perturbador texto de David Harrower.  Por R. P.  Fotos DANIEL DICENTA HERRERA
¿Cómo llega a sus vidas “Blackbird”?

Juanma: Yo conocía la obra prácticamente desde su publicación en inglés y desde el principio me di cuenta de que era un texto muy valiente y muy bien construido.

Alba: Yo andaba en la búsqueda de textos por mi imperiosa necesidad de volver a hacer teatro y mi encuentro con Juanma fue clave porque él llevaba tiempo queriendo montar “Blackbird”, pero no había encontrado la actriz, ni el momento. Cuando la leí quedé impactada, por la inteligencia del autor a la hora de tratar un tema tan delicado y de tanta actualidad; sin caer en juicios, ni morbo, sino ahondando en la psicología de unos personajes tan complejos. No lo dudé. Quería encarnar y defender a Una. Su carga social fue definitiva.

Fernando: Para ser honrado, debo decir que la decisión de elegir “Blackbird” viene de una propuesta de ambos intérpretes. Pero una vez que llegó hasta mí me atrapó, no solo el tema que trataba, sino el modo de tratarlo por parte del autor.


Ya estuvieron antes en el Lara, ahora en Arte&Desmayo, pero para aquellos que no conozcan esta obra, ¿qué es “Blackbird”, en qué llagas mete el dedo?

Juanma: Principalmente en el de la responsabilidad individual y colectiva ante un tema socialmente conocido, pero creo que pobremente gestionado, como son los abusos a menores.

Alba: “Blackbird” habla del abuso sexual a menores; habla de aquellos actos que realizamos de forma impulsiva sin tener en cuenta las consecuencias y, por encima de todo, sin pensar en el otro. Como el que se come algo y tira el envoltorio al suelo para que los demás lo recojan. Es probable que siga por años en el mismo lugar hecho una basura…

Fernando: Sí, trata un tema sumamente delicado, como es el abuso a menores, pero lo hace desde una perspectiva que se no se limita a la mera acusación de los hechos. Apunta al resultado de nuestras decisiones y del dolor que la irresponsabilidad puede causar.


Cuando uno se enfrenta a un tema tan delicado como este, ¿desde dónde se coloca, dónde pone el foco, y qué busca?

Juanma: Es difícil adoptar una posición ante esta cuestión sin que intervengan los prejuicios. Creo que, más allá de posibles trastornos mentales, hay que entender las circunstancias que conducen al abuso de un menor.

Alba: Desde el de mi personaje. Tuve que hacer una revisión de mi infancia. La vulnerabilidad de ella. Preguntarme qué tuve que aprender antes de tiempo, cuando todavía no estaba preparada, y cómo ese hecho puntual se manifiesta en el presente, qué huella ha dejado.

Fernando: Busca introducir al espectador en una realidad que a menudo se observa desde fuera, tangencialmente, y lo hace colocándole en el lugar físico y emocional donde se desarrolla la acción para que él pueda sentirla y juzgarla.


Alba, Juanma, háblennos de Una y Ray.

Alba: Una fue una niña abusada y a lo largo del tiempo, quince años, no ha podido sanar la herida, empezar de nuevo. Entonces lo vivió como el primer gran amor, pero no tenía conciencia, era muy precoz, tenía doce años. Ahora es una mujer que ha tenido que enfrentarse sola a toda una sociedad y superar el profundo dolor del abandono. Una es fuerte y a la vez completamente vulnerable. Necesita encontrarse con un pasado que sigue tan presente.

Juanma: Ray cometió un delito muy grave en un momento de crisis y ha pagado por ello. Ha rehecho su vida, pero no sabe que la herida sigue abierta hasta que se encuentra con Una.


¿Cómo es el encuentro entre Una y Ray?

Alba: Es un esfuerzo desesperado por tratar de resolver lo que ya fue y no tiene solución. Es una mezcla de sentimientos aparentemente imposibles de unir, pero que siempre están juntos, amor y odio. Un combate que no deja tregua al espectador, generando por momentos un conflicto moral con las propias creencias.

Juanma: Es un cortocircuito. Ninguno de los dos controla esa situación. Son dos animales que se han herido y ahora se encuentran cara a cara.


Fernando, ¿cómo es la puesta en escena?

Fernando: La puesta en escena busca una cercanía a los hechos y los personajes por medio de una aparente, solo aparente, sencillez, favoreciendo cada segundo de las intenciones del autor y sin recurrir al protagonismo de otras ideas de dirección.


El espectador aquí ejerce casi de juez. ¿Qué esperan del público?

Fernando: Esperamos a un público que se sienta comprometido con lo que está viendo más allá de la mera posición de observador. Que se implique y use lo vivido como un tema de debate.

Alba: Que la historia genere preguntas, que el juicio quede a un lado y se puedan sacar nuevas conclusiones sobre un problema que urge tanto poner sobre la mesa. Solo tratando de entender los mecanismos del abuso podremos prevenir y poner freno a esta lacra social.

Juanma: Debate. David Harrower ha construido muy bien a los dos personajes, los ha dotado de una enorme coherencia, no hay héroes y villanos, son dos vidas quebradas, y eso genera un debate muy rico sobre un problema social muy grave.

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