¿Con qué nos vamos a encontrar los espectadores de “El clan…”?
Con una comedia simpática, ligera y a ratos enloquecida. Con unos personajes que viven lo cotidiano de una forma especial y que a la vez pueden parecer muy marcianos y muy cercanos.
¿Qué qué habla?
De la amistad no buscada, de la que surge a partir de la necesidad de la convi-vencia. Del divorcio y las distintas formas en que se puede ver: obsesión, fracaso, liberación… Habla de no perder la esperanza ante la soledad, de la visión que cada uno guarda de sí mismo y cómo la ven los demás de distorsionada.
Del montaje parisino de esta obra le impresionó…
La gente que viene ya predispuesta a pasar un buen rato. Cuando se apagan las luces porque va a levantarse el telón, el público rompe en un aplauso para recibir a los actores. Y dices “ufff”…
¿Quién es Estefanía María del Montijo Estuardo de León y de todos los Santos?
Es una aristócrata venida a menos que tiene que hacer frente a los gastos de una casa que no puede sostener. Quiere seguir manteniendo el pedigrí de la ‘sangre azul’ con detalles como esta retahíla de apellidos pomposos que es lo único que conserva. Es ingenua, se escandaliza cuando hay alguna salida de tono, pero entra enseguida a compartir con sus compañeras esa especie de desinhibición que le hace romper sus formas y recato.
Colas inmensas en París. Imagine el primer mes de “El clan…” aquí.
¡Ay! ¡Igual! Lo visualizo igual (risas). Estamos expectantes, con muchas ganas. • ¿Qué nos diría de sus compañeros? Vanesa es positiva, entusiasta, serena. Andoni es una caja de sorpresas, es impe-tuoso, conserva esa hiperactividad desbordante de los niños. Aman lo que hacen.