Si le digo teatro me dice…
Es mi vida, mi manera de pasar por este mundo convulso que nos ha tocado vivir e intentar poder entenderlo un poco.
¿Y cómo ve la situación actual del teatro en nuestro país?
Pues lamentablemente sigue en estado crítico, agravado a lo largo de estos años por la total ausencia de medidas y por la apatía de las administraciones para corregir la situación.
La mejor ayuda que podría recibir el teatro hoy sería…
Lo primero, eliminar la tasa asesina y después que el ministerio competente, o sea el de cultura, asuma sus tareas como verdadero interlocutor y que empiece a ejercer, para lo que creo que esta, defender la cultura del país, que es su gran legado y su verdadera marca.
Para mejorar la situación a la profesión habría que pedirle…
Creatividad, y mucha unión para seguir capeando el temporal.
¿Y a los empresarios?
Memoria.
¿Y al público?
Que no renuncie a defender su derecho al ocio y a la cultura como un bien esencial de nuestro descalabrado estado del bienestar.
Para ser un buen director es imprescindible…
Ser público, meterse en la piel del espectador.
La última obra que ha visto… ¿Qué le pareció?
Tuve el honor de dirigir la última edición de la Gala de entrega de los Premio Max 2015, con lo cual pude visionar prácticamente todos los espectáculos finalistas y me quede gratamente sorprendido del nivel que estamos alcanzando.
Está deseando ver… ¿Por qué?
El “Hamlet” de Miguel del Arco en el recién recuperado Teatro de la Comedia.