Les pasan “Dinero negro”, lo leen, lo cierran. ¿Qué es lo primero que piensan?
ISABEL GAUDÍ: Lo primero que me llamó la atención de esta obra fue que es un vodevil, pero la trama no se desarrolla en torno a la vida amorosa de los personajes, sino alrededor del dinero. Entradas, salidas, confusiones, puertas que se abren y se cierran… todo ello en función de la posibilidad de un gran cambio en la vida para los personajes.
FEDE CELADA: Pienso “es divertido, es teatro por el hecho del teatro y en una compañía que merece mucho la pena”. Es comedia. Pura comedia sin complicaciones.
No nos vamos a enfrentar a grandes temas filosóficos…
FEDE: Yo no hablaría de grandes temas, sino de posibles grandes momentos.
ISABEL: Los personajes se ven ante el dilema de quedarse o no con un dinero que no es suyo. ¿Hacer lo correcto o lo que uno desea? ¿Aprovechar la oportunidad que la vida les ofrece aunque no sea legal? ¿Ser valiente o decente? Me interesó mucho que es la historia de gente corriente expuesta a un hecho excepcional y todo en tono de delirante comedia.
Fede, háblenos de su personaje.
Mi personaje es Carlos García, un anodino contable de banco para el que las cuentas se siguen haciendo a mano y con calculadora Casio. Sobrepasado por cualquier circunstancia aparentemente fuera de una existencia absolutamente rutinaria. Es un cóctel que incluye lealtad, falta de ambición, monotonía y honestidad.
Isabel, usted interpreta a Ana. Díganos qué es lo mejor y lo peor de ella.
Lo mejor de mi personaje es ver cómo se desenvuelve una ama de casa de clase media en una situación propia de una película de acción. Hay muchas frases que me gustan de mi personaje. Su divertida borrachera creo que será un divertido y maravilloso trabajo para mí (risas).
Y como último alegato. ¿Por qué no debemos perdernos “Dinero negro”?
ISABEL: Es una obra de absoluta actualidad, corrupción, dinero negro, policía, banqueros, mafias… una obra donde casi nadie es lo que parece. Y todo ello con un gran sentido del humor. Una obra que hará pensar al espectador… ¿Y yo que haría si a mí me pasara eso?
FEDE: Porque conforme avanza la vida, la posibilidad de reírse y pasar un buen rato es algo que adquiere cada día más valor.