¿Qué es «La judía de Toledo», cómo definiría esta obra?
¿De qué nos habla, qué temas trata, a qué nos enfrenta?
Es una tragedia sobre el amor y el poder…sobre el querer y el deber.
Dice la directora que esta es una tragedia política en la que es inevitable encontrar resabios contemporáneos. ¿Tan poquito hemos cambiado en tantos siglos?
Por desgracia hemos cambiado muy poco, por eso los cásicos están tan presentes. Vivimos en un país que no le gustan los cambios y así nos va.
Háblenos de su personaje, ¿quién es, cómo es, qué le mueve?
Mi personaje es el Rey Alfonso VIII. Él desde pequeño fue criado para pensar solo en el poder, el deber, la corona y la guerra, pero durante la función descubre algo que tiene mucha más fuerza que todo eso… el amor.
Las obras de Lope siempre son magistrales. ¿Qué frase de su personaje le produce especial placer pronunciar?
«Desnudo quede amor, su cifra y nido / o llévame contigo deste suelo / teñido de tu sangre; que en cualquiera / parte que estés, la quiero yo por cielo”.
Dice también la directora que este es un texto complejo. ¿Qué es lo más complicado de decir a Lope?
Lope es tan grande que te lleva solo. Yo creo que cn saberlo que estas diciendo, solo tienes que sentirlo.
¿Qué destacaría del montaje de Laila Ripoll?
Esta no es la obra que mas me gusta del autor, pero sin dar detalles del montaje de Laila, puedo decir que ha hecho mejor a Lope en esta obra.
¿Con qué momento de toda la función se queda, cuál es esa escena más impactante, más conmovedora…?
Me quedo con un monologo de mi personaje a mitad de la función, que me recuerda mucho al Rey Lear de Shakespeare…como actor no tiene precio.
¿Qué está aprendiendo con esta directora, con este trabajo y con este personaje que le servirá ya siempre?
Llevaba mucho tiempo esperando a trabajar con ella, y ha mejorado mis expectativas con creces. Ha sacado de mi algo de mí que ni yo me imaginaba que podía sacar y lo mejor es que lo ha hecho de una manera muy fácil, sin dolor…ha sido un viaje de esos que te cambian para siempre.
Imagino que siempre hay nervios, vértigo, pero ¿produce alguna sensación especial venir a la casa de la Compañía Nacional? ¿Cómo se imagina la noche del estreno?
Para mí que estoy empezando a sacar la cabeza en esto, hay una mezcla de responsabilidad por lo que representa la compañía nacional de teatro clásico, y de mucha emoción por imaginar ese momento y la oportunidad que supone para mí.
¿Aparte de «La judía de Toledo», en qué más anda ahora? ¿Otros proyectos que puedan contarse?
Pues ahora mismo mezclo los ensayos con un personaje en el Ministerio del tiempo, y tb de un Rey, Felipe III. La verdad no se que quiere decirme la vida con esto! Jajajja
Hace 25 años un grupo de actores recién salidos del curso de la Compañía Nacional de Teatro Clásico formaron Micomicón y ahora lo están celebrando. Vamos a soñar: ¿dónde le gustaría estar y haciendo qué dentro de un cuarto de siglo?
Sobre las tablas de un teatro… y ojalá que también sea en la comedia.