Fernando Cayo

 Soltando el testigo de una intensa gira de año y medio al frente de “Páncreas”, este actor, director y músico encara su nuevo desafío teatral con “Inconsolable”, un íntimo y conmovedor monólogo que gira en torno a la muerte del padre. Arropado por el texto de Javier Gomá, la dirección de Ernesto Caballero y la escenografía de Paco Azorín, charlamos con el vallisoletano para conocer las claves de esta pieza destinada a llenar de ternura, crudeza y, finalmente, consuelo las tablas del María Guerrero.
 
¿Qué es “Inconsolable”?

Un recorrido emocionante, vibrante y luminoso en torno a la pérdida del padre y la recuperación de la dignidad y el entusiasmo después de una experiencia traumática. Está escrito con humanidad, cercanía y mucho sentido del humor. Para mí es todo un placer, un desafío y el sexto monólogo de mi carrera.


¿Cómo ha trabajado para construir a un personaje como este, que experimenta una realidad tan intensa como mundana?

Es una pieza que exigía mucha introspección, volver a conectar con sentimientos y experiencias dolorosas vividas y, por otra parte, un profundo trabajo sobre la palabra, para tratar de mantener en lo sonoro la limpieza, naturalidad y luminosidad que tiene el texto escrito. Esta aventura requería acudir a ella con la mente, el corazón y el alma en plena forma.


¿Ha encontrado inspiración en algún acontecimiento personal cercano?

Por supuesto, ha sido necesario hacer un recorrido descarnado a través de mis propias pérdidas: la muerte de mi hermano, mi padre y mi madre. Experiencias que dejaron dentro de mí mucho dolor y, al mismo tiempo, mucho amor y un brillo particular. Estas experiencias que nos quitan a las personas amadas, al mismo tiempo, nos dejan muchas cosas, nos depositan un brillante poso en nuestro interior.


Una de las frases más dramáticas de este texto es aquella que dice…

“Nacemos en un autobús que avanza a gran velocidad hacia el precipicio. Anticipando la caída en el abismo, las reacciones de los pasajeros son todas vanas…”.


¿Y uno de los momentos más conmovedores del monólogo?

Cuando el personaje dice: “Si hubiera continuidad también en el sueño, lo mismo que la hay en la realidad, viviríamos dos vidas paralelas. Y así, aunque en una mi padre hubiera muerto, podría seguir disfrutando de él en la otra, incluso aprovecharía yo para abrazarlo con más ternura que antes y él para hacerme esa llamada que siempre esperé me hiciese y decirme algunas palabras que quedaron pendientes. Pero no es así: hay sólo un mundo real, está allí fuera, duro, hostil, resistente a nuestros deseos. Y en ese mundo exterior, la única realidad que existe me confirma que mi padre ha muerto y que ya nunca volverá a llamarme por teléfono”.


En definitiva, ¿por qué recomienda ver “Inconsolable”?

Porque es un evento muy especial: el primer texto teatral de Javier Gomá, uno de los filósofos más relevantes de nuestro panorama, porque Ernesto Caballero es uno de los directores que más están aportando al teatro actual, porque el tema de la muerte del padre es algo por lo que todos pasamos y está tratado de una manera absolutamente descarnada, emocionante y, al mismo tiempo, cercana y llena de sentido del humor. Y porque hacer un monólogo siempre supone caminar en la cuerda floja, tiene ese algo de ir más allá.


¿Qué otros proyectos artísticos tiene entre manos?

Ahora estoy colaborando en la TVserie de la BBC “McMafia” y, en teatro, compaginaré a partir de otoño este monólogo con “El príncipe de Maquiavelo”, con el que retomamos la gira que dejé en pausa al comenzar “Páncreas”. Curiosamente, esta temporada próxi-ma estaré de gira con dos monólogos, dos piezas insólitas y extraordinarias cada una por motivos distintos. Supone retornar al drama después de haber estado un año y medio dedicado a la comedia… ¡me encantan los cambios de registro!


¿Qué cosas provocan una reacción inconsolable en Fernando Cayo?

Muchas que están relacionadas con la estupidez humana, que puede ser peor incluso que la maldad… Reacciono ante la falta de respeto a la cultura, a la educación y al arte. Me parece un crimen contra la humanidad.


¿Y cuáles le hacen disfrutar más que nada en el mundo?

Todas las que están relacionadas con el amor en todas sus formas: hacia mi hija, mi pareja… el amor sexual, la amistad, la fraternidad, el amor que supera dificultades, barreras y razas, el que sana, el amor al arte…

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