¿Eso de morir no era algo duro y triste?
Para mucha gente es algo así, por eso nosotros queremos que sea lo contrario, que sea algo positivo y que detrás de la vida esta que tenemos haya un lugar mejor y que va a ser algo divertido y vamos a pasarlo bien. No es lo típico de que la gente tiene ese tabú de no hablar de la muerte. Nosotros creemos que la muerte es algo divertido y que tras la vida hay otra vida divertida y va a ser algo sorprendente. Nosotros en esta obra queremos transmitir que más allá sí hay vida y aparte es algo divertido.
¿Qué es “¡Qué bello es morir!”? ¿Cómo definirían el montaje?
Es un montaje surrealista (risas), muy loco, pero a la vez muy real. Lo que nosotros queremos transmitir con esto es que la muerte hay que mirarla con valentía y sobre todo con mucho humor.
Son siete historias en las que se trata el tema de la muerte desde diferentes situaciones. Cuéntenos su favorita o la que le gustaría destacar…
Por ejemplo, hay otra muy divertida en la que una mujer descubre la muerte a través de su esquela en un periódico. Se lo toma muy bien, el otro, el que reacciona cuando ha visto la esquela, es el que se lo toma peor, ella asume su muerte como algo natural. Luego hay otra que es muy divertida, es como un vodevil: yo, que hago del hijo de Josele, descubro que hay un hombre muerto en mi cuarto y pregunto a mi madre si lo ha matado ella. Es un poco el punto de cómo los personajes afrontan un asesinato. “No somos fantasmas”, es muy graciosa también: yo me he muerto hace treinta y cinco años. Entonces mi mujer muere y yo estoy tal cual pero ella ha envejecido… Ese encuentro de los dos es muy gracioso… Para ella han pasado muchos años y yo estoy igual que antes (risas). Tienen todas un punto de humor, pero hablan de cosas que todos nos hemos planteado: si yo me muero, ¿sigo en la misma edad en que me he muerto o envejezco en el cielo o en el infierno? Nosotros lo trasladamos desde el punto del humor, pero también para que la gente piense, no es un humor fácil, es un humor intelectual. Es lo que decimos en la canción del final, en realidad es un viaje, qué más da vivir o morir si no se sabe lo que hay detrás. Son historias súper graciosas, pero también con ese punto de que te da qué pensar.
¿Ha pensado alguna vez cómo le gustaría morir?
Me encantaría morirme o haciendo el amor o dormido (risas). Como todo el mundo, sin sufrir, dormirte y ya no despertarte o haciendo algo que disfrute mucho, como haciendo el amor o en un viaje, algo que esté disfrutando, no en un hospital…
¿Qué le gustaría encontrar en ese más allá hipotético?
Creo totalmente en el más allá y me gustaría encontrar un sitio en el que no haya tanta guerra, ni tantos prejuicios, sino que la gente viva feliz y que esté contenta y sobre todo que la gente viva como le dé la gana.
Y antes de morir, ¿qué les gustaría hacer que no hayan hecho? No le gustaría morir sin antes…
Ufff, varias cosas. Me gustaría mucho viajar por el mundo, escribir un libro (risas) y no sé, tener un hijo también (risas).
Vamos a hacer un alegato final, convenzan al público para que vayan a ver este espectáculo.
El público tiene que ir a ver “¡Qué bello es morir”! porque es una obra hipermegadivertida, se lo van a pasar genial, le van a quitar esa trascendencia que tiene la muerte y van a ver la vida o la muerte de otra forma.
Y aparte de en el Teatro Bellas Artes, ¿dónde más vamos a poder verles próximamente?
Ahora estoy en un proyecto de TV, una serie que se llama “En un baño” y es una comedia muy divertida sobre historias que ocurren en un baño en una oficina, en una discoteca… Y estamos ahí esperando a que salga… Y aparte más teatro y una peli por estrenar ahora…