Nos decía el año pasado que la situación del teatro era desigual y desconcertante. Un año después, ¿En qué ha mejorado y en qué ha empeorado esa situación?
Es igual de desconcertante. El teatro en este momento por un lado tiene una salud de hierro y por otro lado creo que es una víctima de una Administración absolutamente incompetente que la está castigando con un 21% de IVA que está matando la industria, está matando las giras y está matando la esperanza de los profesionales.
En la dicotomía teatro público versus teatro privado, ¿qué habría que pedir a cada cual?
Abierta, compleja, dinámica y, sobre todo, generosa.
El mayor obstáculo a la hora de sacar un proyecto adelante es…
Su financiación por un lado y luego tener el reparto que tú quieres porque generalmente la televisión se lleva los grandes actores. Y es una paradoja porque los grandes actores casi nunca están bien en televisión, cuando están bien es en el teatro. Ahí hay una gran contradicción porque el actor se desarrolla en el teatro pero económicamente el actor elige la televisión y eso es un veneno.
Para mejorar la situación, a la profesión habría que pedirle…
A la profesión no hay que pedirle nada, la profesión es muy rigurosa, está sobreviviendo como hemos sobrevivido siempre, está haciendo grandes actos de generosidad, de entrega a los proyectos, incluso cuando no hay financiación, están trabajando a veces por sueldos que son de vergüenza. A los actores, a la profesión no hay que pedirle absolutamente nada, hay que pedir al Gobierno, de momento que cambie, que se vayan y vengan otros.
¿Y al público?
Al público primero que responda, que ayude, que asista, cosa que hace, y sobre todo también que entiendan que el teatro es una parte de la cultura que está hecha no solo para entretener, sino para indagar sobre el ser humano, el espectador al sentarse en la butaca va a pasar un buen rato y pasar un buen rato también es indagar en el ser humano y mirarnos a nosotros mismos. Ahora hay una cosa muy curiosa y es que las televisiones públicas con sus programas basura están convirtiendo a los espectadores en voayeur de los problemas de los demás, de los problemas de cuatro prostitutas, cinco golfos, que se lo llevan cruda. Están acostumbrando a la profesión a convertirse en voyeurs de los problemas ajenos y no se miran para adentro, hay muy poca reflexión. Recomiendo a todo el mundo que vaya al teatro y que reflexione sobre uno mismo, no solo sobre lo que le pase a Isabel Pantoja o si separa un señor de Gran Hermano.
Como espectador le lleva al teatro…
Primero, ya estoy muy saturado. Al teatro voy fundamentalmente a ver a mis amigos, que son muy buenos, así que voy a disfrutar. Antes cuando estaba como director del CDN iba a todo, pero ahora no, ahora voy a lo que me apetece y tengo grandes amigos a los que respeto mucho en la profesión y me gusta mucho verlos. Generalmente cuando voy a verlos siempre salgo muy contento y satisfecho del trabajo que hacen.
La última obra que ha visto…
La Medea de Lima, Aitana en La Abadía. Aitana Sánchez-Gijón, espectacular.
El último actor/ actriz que le ha emocionado…
Pedro Casablanc y Juan Echanove.