Guillermo Heras

 

¿Qué es “El caballero de la triste figura”, cómo definiría este título?

Es una ópera contemporánea compuesta en la parte musical y en el libreto por Tomás Marco, uno de nuestros más importantes compositores actuales de la llamada música contemporánea. Es una adaptación muy fiel de varios capítulos de “El Quijote” que él ha trasladado de una manera muy estilizada, muy llegando a la esencia de lo que es la escena de estos fragmentos de “El Quijote”, desde el comienzo hasta la muerte del personaje

y es una pieza que nosotros o mi intención como director de escena ha sido hacer un montaje interdisciplinar en el sentido de que además de los cantantes y el coro y la música de Tomás, he introducido la idea junto con Mónica Runde, la coreógrafa del grupo 10y10, de hacer un espectáculo muy dinámico, muy visual y que la parte de movimiento, la parte coreográfica no sea algo ornamental, sino algo realmente conceptual. He trabajado también con la idea de que iconográficamente mezclar a dos genios, uno Cervantes, evidentemente, y el otro Leonardo Da Vinci a través de sus diseños no tanto pictóricos como de maquinarias de todo tipo, de sus inventos, del famoso caballo Sforza y todos estos elementos muy simplificados son movidos en la escena por los bailarines creando junto con el coro y los cantantes una partitura musical y visual conjunta.

Cómo no, la música es fundamental para ambientar estas siete escenas del Quijote. Háblenos de ella, ¿cómo la describiría?

Es una música que teniendo la esencia de ser una música actual, una música de las líneas y tendencias que sobre todo en el siglo XX se entienden como música contemporánea, sin embargo no es en el sentido de que a veces algunas óperas contemporáneas se dicen que es muy complicada o aleatoria, demasiado críptica, sino que es una música que discurre por cánones actuales pero sin embargo que entra muy muy bien por el oído. De hecho yo creo que esta ópera contemporánea española es de las que más se ha repuesto. Es la cuarta vez que la repongo como puesta en escena. Hemos estado en festivales tan importantes como el Festival de Guanajuato en México, en un teatro enorme, donde tuvo un éxito muy grande y anteriormente en formatos muy diferentes en el Teatro de La Abadía, en el Teatro Circo de Albacete, en el Festival de Música de El Escorial y allí donde hemos estado siempre ha tenido una recepción por parte del público en general ya te digo mucho más fluida que a veces otras óperas contemporáneas que yo también he montado y que han sido más para un público mucho más específico. La gente se quita el prejuicio un poco a veces con el concepto este de música contemporánea, en el caso de “El caballero de la triste figura” además teniendo en cuenta que toma un referente como es “El Quijote”, capítulos de la novela  muy conocidos, evidentemente unidos a la visualidad que le hemos pretendido dar casi te diría que es un espectáculo que puede ser popular.

¿Qué puede tener de interesante para el público un montaje como “El caballero de la triste figura”? ¿A qué se debe el éxito?

Yo creo que la música es una música y un libreto muy interesantes, cómo ha sabido Tomás Marco captar el espíritu cervantino a través de este fantástico personaje que es don Alonso Quijano y que luego yo creo que tiene una fuerza visual por todos los artistas que componen el elenco bastante grande y, sobre todo, también que es una ópera que está muy bien el reparto de cantantes muy bien cantado, hay algunos registros en algunos personajes como en el que hace María Rey-Joly que tiene que hacer como siete u ocho personajes que se tienen que cambiar continuamente, hay un personaje muy interesantes, que es el personaje de La Narración, que va guiando a los espectadores por ese paisaje de las escenas cervantinas y luego fundamentalmente Don Quijote y Sancho Panza que son la esencia del montaje.

¿Cuáles son o están siendo los grandes retos a la hora de poner en escena este montaje?

Como tienen todas las óperas contemporáneas que para mí como  director de escena es siempre intentar primero ponerme al servicio de la música. Yo con Tomás Marco afortunadamente casi somos una pareja de hecho en el sentido de que llevamos juntos bastantes óperas porque nos entendemos muy bien, él sabe que yo respeto siempre absolutamente la música como eje fundamental, me pongo siempre al servicio además del director musical porque sé lo difícil que es su trabajo y que la ópera el eje es musical, la escena viene después y en ese sentido el trabajo muy directo con los actores para facilitarles el hecho de que son partituras muy complicadas se genera siempre en estos trabajos de ópera contemporánea como la idea fundamental para mí de lograr comunicarme con la gente, o sea, que aunque sean las partituras difíciles o no tan conocidas como otras que aquí lo que tienes que hacer es intentar sobrepasar ese momento de ‘esto no se va a entender’ para intentar que todo tenga una comprensión sobre todo poética, a mí no me importa tanto la cuestión llamémosle narrativa como que haya una poética del espectáculo, que tenga una recepción en la gente.

Por último, sería fantástico tener algunos datos más concretos de este montaje: fecha y lugar del estreno, lugares por los que ha girado, número de funciones que se han hecho, número de espectadores que han visto antes el montaje, qué recorrido le espera después de Madrid a la obra…  

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