¿Cómo surge esta idea y qué trabajo previo ha hecho para la escritura del texto?
La idea me la propuso Juan Carlos Pérez de la Fuente. A mí me entusiasmó por lo que tenía de arriesgado. Tanto él como yo estuvimos de acuerdo enseguida en que no debía ser la clásica obra biográfica, es decir, una mera acumulación de datos, sino algo un poco más audaz estilísticamente. Durante siete meses me dediqué a investigar al personaje hasta donde pude, para tratar de comprenderlo.
¿Se ha topado usted con alguna dificultad en este proceso de creación?
En muchos aspectos, es uno de los espectáculos más difíciles que he hecho nunca. Todo el mundo tiene su idea propia del personaje y eso supone que la amenaza de la decepción esté peligrosamente presente. Por otra parte, también es un trabajo del que me siento particularmente orgulloso.
Ya sobre las tablas, ¿qué plantea “Sofía”?
Un viaje a través de la memoria de la Reina. Y como los recuerdos son caprichosos, y a veces inexactos, lo que va apare-ciendo no es un documental sobre Sofía, sino un retrato en forma de puzzle.
¿Cómo describiría usted a este personaje tan conocido y desconocido al mismo tiempo?
No soy monárquico, pero diría que se trata de una mujer fascinante y sorprendente y, con frecuencia, mal comprendida. Demasiado ‘europea’ para la mentalidad tradicional española.
¿Vamos a conocer aspectos inéditos de Sofía de Grecia?
Prácticamente cuanto se sabe sobre la Reina está publicado por sus diversos y excelentes biógrafos, de modo que no aspiramos a ‘revelar’ nada. Nunca ha sido esa la intención, ya que no soy periodista, sino dramaturgo. Lo que me importa es aportar una perspectiva personal del personaje.
¿Cree que esta función cambiará notablemente la percepción que tenemos de Sofía?
Sería un poco presuntuoso por mi parte afirmar eso, pero es cierto que cuando uno profundiza en la vida de Sofía aparecen rasgos suyos que desconciertan.
Victoria Salvador interpreta este monólogo. ¿Qué cualidades le han llevado a elegirla?
No buscaba un parecido con la reina, ni una cara famosa de la tele, porque eso hubiera frivolizado el concepto. Perseguía una cierta presencia, una determinada sensibilidad, que encontré en Victoria.
Uno de los momentos más conmovedores se produce cuando…
Sofía regresa a la casa de su infancia.
¿Por qué motivos nadie debería perderse “Sofía”?
Porque habla de nuestra sociedad, de nuestra historia, de nuestra vida. Monárquicos o no, Sofía ha formado parte esencial del gran cambio histórico de nuestro país. Por lo demás, el trabajo de Victoria Salvador en el papel es portentoso. Se lo agradezco tanto a ella como al resto de mi equipo –Luis Perdiguero, Almudena R. Huertas, Vanesa Hernández y Javier Sahuquillo–, que se han entregado al proceso con un entusiasmo que va mucho más allá del mero compromiso profesional. ¡Y a Juan Carlos Pérez de la Fuente! sin el cual este espectáculo no existiría.