¿Cómo es Helen, su personaje?
Muy gamberra. Es una jovencita del pueblo de Inishmaan que se dedica a tirar huevos a la gente. Es muy ‘pilla’, muy loca y muy salvaje, pero toda esa violencia con la que se relaciona es debida, básicamente, a que no sabe hacerlo de otra manera. Oculta un corazón muy grande y mucha humanidad que se va viendo a lo largo de la función.
¿Qué sensaciones podrá experimentar el público?
Yo vi este montaje en Londres. Es una comedia negra hilarante y la gente lo pasa de maravilla, pero es que además vas siguiendo la historia de cada protagonista y acabas cogiéndoles mucho cariño.
Con solo 25 años, ha interpretado más de una veintena de personajes entre cine y teatro. Teniendo en cuenta que el día tiene solo 24 horas… ¡¿Cómo se consigue esto?!
¡Con mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha suerte! Como todo en la vida, que tienes que tener un poco de todos estos componentes. Si no me hubiera formado, no habría podido hacer estos personajes y si no hubiera tenido suerte, tampoco me habría llegado la oportunidad de hacer esas pruebas. Es un poco de todo.
Saura, Cuerda, Gas, Lima, Vera… Ha trabajado a las órdenes de los más grandes directores. ¿Cuál es la mejor enseñanza que le han aportado?
Que hay que seguir trabajando. Esta es una profesión que se basa en lo que estás haciendo día a día, es una profesión dura y a largo plazo, así que no hay que relajarse…
Profesionalmente, no hay nada que desée tanto como…
Tener la suerte de poder seguir haciendo teatro tan distinto, tan variado, con directores estupendos y muy buenos montajes. Si pudiera llegar a hacer eso el resto de mi vida, sería muy feliz.