Dicen que ésta es una comedia trepidante, ¿por qué?
Tiene mucha simpatía, una visión nueva de lo que es el amor. Es muy trepidante porque es dividir a una persona en tres, con todo lo que eso conlleva…
Y usted tiene la personalidad más romántica…
Estoy en esa primera fase, cuando tienes las mariposas en el estómago, cuando haces y dices tonterías y estás encantado. Es la parte que más juega, la más niña del personaje. Lo que pasa que eso dura lo que dura… (risas).
¿Javier Martín es un chico romántico?
Soy muy cariñoso, me gustan mucho los mimitos, que me hagan caricias, que me digan cosas bonitas y yo también lo hago, me gusta achucharme mucho.
¿Qué queda del Javier de “Caiga quien caiga”?
Ese Javier ha cambiado mucho (risas). Queda una parte de inocencia, de querer descubrir cosas nuevas, investigar. Ahora soy mucho más exigente con mi trabajo, disfruto de otra manera y siento mayor responsabilidad.
Presentador, reportero y actor de teatro, cine y televisión. ¿El siguiente paso es la dirección?
No me veo, me parece muy complicado. Yo trabajo muchísimo con Gabriel Olivares, le veo dirigir y la verdad es que por ahí no me ha llamado dios (risas). Me gusta ser actor.
