Javier Veiga

 Sacada de una idea que este actor, director y guionista tenía ‘guardada en el armario’ y a raíz de la ilusión por realizar una función junto a Marta Hazas y Carlos Sobera, esta desternillante comedia se estrenó en octubre del pasado año. Y no sabemos si su éxito se debe a la frescura de sus diálogos punzantes o a su cómico elenco completado por Marta Belenguer y Ana Rayo, pero lo cierto es que este glamuroso y mezquino vodevil sigue llenando de carcajadas el teatro Reina Victoria cada noche. Charlamos con el principal responsable de esta sana locura llamada “5 y… acción!”.
 
¿Qué plantea “5 y… acción!”?

Plantea cómo alguien es capaz de vender su alma al diablo para conseguir su sueño, renunciando por el camino al mismo. Una comedia sobre las supuestas ansias de triunfar.


Todo parte de la chica del tiempo de un canal del TV…

Ella sueña con ser actriz pero, a la vez, está liada con el dueño de la cadena de TV en la que trabaja. Este señor decide contratar a un director mediocre para hacer una película, pero con la intención de que sea un fracaso y quitar a su amante las ganas de ser actriz.


Además de firmar y dirigir esta comedia, usted es uno de sus protagonistas. ¿Cómo es su personaje?

Max es un pobre hombre, un tipo capaz de arrastrarse por conseguir llegar a lo que él cree que es triunfar. Tiene poco talento y demasiadas ganas de enseñar lo poquito que sabe. Es un miserable con buenas intenciones.


¿Cómo son los roles de Carlos Sobera y Marta Hazas?

Carlos interpreta a Adolfo, un señor de poder. Es de esta gente que utiliza el poder para conseguir sus fines, un tipo sin escrúpulos de la vieja escuela que ordena y manda, de esos que ahora mismo –desgraciadamente– están saliendo a la luz, al estilo Harvey Weinstein. El personaje de Marta es Marisol: el clásico al estilo de Marilyn Monroe, una rubia inocente que sueña con algo imposible. Sus intenciones son buenas y es la única que sale indemne de todo este lío.


Marta Belenguer y Ana Rayo completan el elenco… ¿qué me dice de ellas?

Marta hace de Pilar, una tía despechada de carácter arrollador, ¡un terremoto! La típica que desborda energía y a la que es imposible interrumpir, que dice “déjame hablar” cuando ya lleva hablando media hora (risas). Ella lleva mucho tiempo a la sombra de un tipo que, en el fondo, vale menos que ella. Y dice basta. Por último, Ana interpreta a Antonia, la ayudante abnegada de Max, una enamorada del cine, de esta gente que lo da todo por hacer bien su trabajo pero que nadie se lo reconoce. Sufre mucho y es un poquito bipolar: pasa del amor al odio en un suspiro.


Ya inmersos en segunda temporada, habrá vivido un sin fin de anécdotas en escena o entre bambalinas. ¿Nos cuenta alguna?

Por desgracia, la temporada pasada Marta Belenguer tuvo un accidente de moto –del que ya está totalmente recuperada– pero teníamos la función de ese día vendida al completo, ¡una movida! Y la mujer de Carlos, que es productora del espectáculo pero ni es actriz ni nunca se ha subido a un escenario, dijo “hombre, yo me la sé” (risas). Le dijimos “¿te atreves…?” La tía se subió al escenario, hizo la función entera y no se lo dijimos al público hasta el final. ¡Fue increíble!


El 2017 llega a su fin. ¿Qué momentazo destacaría Javier Veiga de su año en el plano profesional y cuál del personal?

En el personal, tuve un problema de salud, uno de estos sustos que te recolocan personalmente. Parecía algo muy grave que luego resultó no serlo, pero estuve dos semanas en un hospital pasando mucho miedo y esto, de repente, te hace ver la vida de otra manera. En lo profesional, yo siempre he compaginado mis actividades propias con las de mercenario y he tomado la decisión de apostar, definitivamente, por mis propios proyectos.

NOTICIAS RELACIONADAS

Lo más leído
REVISTA TEATROS GRATIS

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email semanal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas.