¿Por qué “El médico de su honra”, qué tiene de especial esta obra?
Es una de las obras cumbre de Calderón. Su modo de tratar el tema de los celos la pone a la altura del “Otelo” de Shakespeare y me permito decir que llega aún más lejos.
¿Cómo definiría la obra en un titular?
“El médico de su honra, un secreto mortal”.
¿De qué habla? ¿Qué temas trata? ¿A qué nos enfrenta?
Cuenta la historia de don Gutierre, a quien su esposa supuestamente engaña con el hermano del rey. Él emprende una investigación en la que decidirá si matarla o no, siempre en secreto.
¿Con qué Calderón nos encontramos en esta obra, qué le caracteriza?
Es un Calderón que defiende apasionadamente los derechos de las mujeres sin caer en el triste tópico de “mujeres muy buenas y hombres muy malos”.
¿Cómo es el montaje que han ideado, dónde se ha querido poner el acento?
Especialmente en la psicología de los personajes. Todos creen tener buenas razones para actuar como actúan y sus decisiones les llevan al abismo.
Háblenos un poquito de la puesta en escena…
Unos muros de madera que parecen impenetrables ocultan los graves secretos de los que los ocupan. Pero, poco a poco, se abren huecos, puertas y ventanas, por donde se cuela la curiosidad del mundo.
¿Qué puede tener de interesante para el público del siglo XXI una obra escrita hace tanto tiempo?
Creo que es maravilloso bucear en el pasado, indagar en nuestros orígenes, ponernos en el lugar de aquellos que nos precedieron. En cualquier caso, el teatro clásico goza hoy del favor del público, siendo una manifestación cultural de primer orden.
¿Qué supone para este equipo y para este montaje que la Compañía Nacional de Teatro Clásico les abra las puertas de su casa, del Teatro Pavón?
Entendemos que es un reconocimiento a la trayectoria de nuestra compañía, Teatro Corsario. Esto nos llena de entusiasmo y viene a certificar, una vez más, que ha merecido la pena haber apostado por el teatro del Siglo de Oro.
¿Cómo sale el público de ver esta obra?
Sale con el convencimiento de haber visto un Calderón auténtico, sin manipular. El espectador se siente sobrecogido por la terrible y apasionante historia de don Gutierre y doña Mencía.
No debemos perdérnosla porque…
El tema es de los que dan para hablar un buen rato tras salir de la sala. Un espectáculo para llorar y para reír. Teatro tan importante como ameno.
Por último, sería fantástico tener algunos datos más concretos: fecha y lugar del estreno, lugares por los que han girado, número de funciones que han hecho, número de espectadores que han visto antes el montaje, qué recorrido le espera después de Madrid a la obra…
La obra ha sido representada en los más importantes festivales de teatro clásico de España (Almagro, Alcalá de Henares, Olmedo, Alcántara, Alcañiz, Chinchilla, Niebla, etc.), habiendo realizado hasta la fecha sesenta y cinco funciones, todas con gran éxito de crítica y público. Y qué duda cabe, deseamos que, tras nuestro paso por Madrid, viajemos con este “médico de su honra” a todos los lugares del mundo que nos quieran recibir.